Paz en la Tierra y Buena Voluntad para Todos

Paz en la Tierra y Buena Voluntad para Todos

Cada año en Navidad contamos esta misma historia. Hablamos de paz, la buena nueva y gran alegría. Pero ¿son sólo palabras? ¿Es sólo una historia curiosa? Cuando miramos a nuestro alrededor y no vemos mucho en el camino de la paz. Lo que vemos es una gran división, conflicto, pobreza y guerra.

El autor Conrad Hayes escribe sobre un hecho ocurrido durante la Guerra Civil. Las tropas Confederadas y de la Unión estaban librando una batalla en las afueras de Richmond, Virginia, cuando una noche las fuerzas Confederadas depusieron las armas, cesaron el fuego y comenzaron a encender hogueras a lo largo de las líneas del frente. Los centinelas de la Unión se quedaron desconcertados. Llamaron a través de las líneas de batalla pidiendo aclaraciones. La respuesta fue dada alegremente a cambio. Ellos estaban celebrando el nacimiento de un hijo del General George Pickett. Cuando la noticia llegó al General Grant, ordenó a las tropas de la Unión que se unieran a la celebración.

Tanto a lo largo de las líneas Confederadas como de la Unión, se encendieron hogueras. Los hombres, cansados de luchar, brindaron, cantaron canciones y contaron historias. En lugar del sonido de los disparos y los gemidos de los heridos y moribundos, hubo risas y cantos. Un bebé había detenido temporalmente la guerra.

Hayes escribió: “Esto también es como la necedad de Dios – que no viene con poder militar y actos heroicos, sino en la forma débil e indefensa de un niño, nacido, por así decirlo, en los campos de batalla de Canaán. Cómo, en efecto, se debe actuar en presencia de un niño, especialmente del Niño Jesús, sino volviéndose más infantil: Un poco menos odioso y un poco más amoroso, un poco menos egoísta y un poco más generoso, un poco menos desconfiado y un poco más inocente.”

Todos sabemos que las realidades de la guerra son complejas. No existen soluciones fáciles para la división, la pobreza, y el sufrimiento que vemos en el mundo que nos rodea. Sin embargo, las palabras que compartimos en Navidad son sólo eso, sólo palabras, hasta que empezamos a vivirlas.

Cuando miramos con detenimiento la historia de Navidad, vemos que fue justo en el corazón de la incertidumbre, la pobreza y el conflicto de la vida cotidiana que Dios vino a nosotros en Jesús. Y estamos invitados a seguir. Estamos invitados a seguirlo a esos lugares heridos y sufrientes, a darnos a nosotros mismos, a marcar la diferencia y a unirnos a Dios para traer esperanza, compasión, y paz a este mundo que está desesperadamente necesitado.

A medida que nos acercamos a la Navidad, oro para que Dios nos dé ojos para ver la luz, incluso en medio de la oscuridad. Y que Dios nos dé corazones abiertos…que siempre estemos buscando maneras de permitir que dicha luz brille a través de nosotros.

Oremos: Amado Dios, en esta Nochebuena, oramos especialmente por aquellos que están experimentando soledad, dolor y quebrantamiento en sus vidas. Que sepan que estás con ellos, incluso en este mismo momento. Que sepan que es por ellos que has venido. Llénanos a cada uno de nosotros este día con una sensación abrumadora de presencia y gracia. Recuérdanos que nos has bendecido para ser una bendición para los demás. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!

Daily Message Author: Joe Albright

Biografía

Share