Para Aquellos que Tienen Ojos para Ver…
En su libro, The Te of Piglet (El Te de Piglet), Benjamin Hoff cuenta una historia graciosa sobre cómo un Hindú, un Rabino y un Crítico viajaban por separado por el campo en las últimas horas de la tarde, los tres se vieron atrapados en una terrible tormenta. Buscaron refugio en una granja cercana.
“Esa tormenta hará estragos por horas.” El granjero les dijo. “Deberían pasar la noche aquí. El problema es que solo hay espacio para dos en la casa. Uno de ustedes debe dormir en el establo.” “Yo seré el que duerma en el establo,” dijo el Hindú, “un poco de dificultad no es nada para mí.” Y se fue al establo.
Unos minutos más tarde alguien tocaba la puerta. Era el Hindú. “Lo siento les dijo a los otros, pero hay una vaca en el establo. Las vacas son criaturas sagradas y no puedo imponerles.”
“No te preocupes, dijo el Rabino, ponte cómodo. Yo iré a dormir al establo.” Unos minutos más tarde hubo otro llamado a la puerta. Era el Rabino. “Odio ser una molestia,” él dijo, “pero hay un cerdo en el establo. En mi religión los cerdos son inmundos, no me sentiría cómodo durmiendo cerca de un cerdo.” “Oh, está bien, dijo el crítico, “Yo voy a dormir al establo.”
Unos minutos más tarde hubo otro llamado a la puerta. Eran el cerdo y la vaca.
Escuché a un pastor decir algo sobre sí mismo como una especie de confesión. Él dijo: “En mi vida, en el pasado, descubrí que me convertí rápidamente en el cínico. Rápidamente me convertía en el crítico. Yo solo veía lo que estaba mal todo el tiempo, y sería el primero en señalarlo a cualquier que escuchara. Y, ya sabes, a todo el mundo le agrada ese tipo. Pero solo pensaba que era uno de los perceptivos, uno de los inteligentes – y allí estaba de pie en la parte de atrás de la habitación arrojando piedras a todo. Es muy fácil encontrar y señalar lo que está mal. Pero se necesita valor para creer. En un mundo donde hay tanta oscuridad, tanto pecado sucio, se necesita el valor más profundo para ponerse de pie y encontrar lo bueno, mantener la esperanza, y elegir encontrar las huellas digitales de Dios en todas partes.”
Oremos: Dios de amor, en un mundo donde hay mucha oscuridad, concédenos la capacidad de notar la belleza y el bien que nos rodea, el valor para sostenernos a la esperanza, y los ojos para ver tus huellas digitales en todas partes. Amén.
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