Palabras que Animan
El nativo de la Sabana, autor y redactor, Arthur Gordon una vez escribió sobre la ocasión en que encontró un paquete de cartas en un ático. Estas no eran cartas comunes. Eran cartas escritas por una abuela a miembros de su familia y amigos, poco después de la Guerra Civil.
Aquellos eran tiempos difíciles en nuestro país. Había mucha alienación y animosidad incluso entre familias. Muchos en el Sur quedaron en la pobreza y la ruina. Sin embargo, Gordon descubrió que cada una de esas cartas terminaba con la frase: “¿Te he dicho últimamente qué persona tan maravillosa eres en realidad?”
Solamente imagínese cuánto significarían esas simples palabras para su familia y amigos. Solo imagínese cómo sus cartas habrían enaltecido los espíritus de sus destinatarios.
Solo imagínese cómo se habrían sentido, y cómo habrían respondido a ella.
El hecho es que necesitamos personas que nos alienten: Cuando se trata de nuestra fe, cuando se trata de nuestro trabajo, cuando se trata de nuestra crianza de los hijos, y cuando se trata de nuestra vida cotidiana.
El Apóstol Pablo escribió una vez a la iglesia en Roma: “Estoy deseando verte para que pueda compartir contigo un poco de don espiritual para fortalecerte – o mejor dicho para que podamos ser mutuamente alentados por la fe de cada uno, tanto el tuyo como la mía.”
Esto sólo me recuerda que cuando encontramos formas de alentar a los demás, no sólo se fortalecen, sino que también sucede algo en nosotros. Al dar a los demás, tantas veces encontramos nuestros propios corazones y nuestras vidas enriquecidas.
Oremos: Te agradecemos, amado Dios, por las palabras de aliento que hemos recibido de otras personas a lo largo de los años. Te agradecemos por su amor y apoyo, y por las maneras en que ese amor y apoyo nos sostienen. Ayúdanos a ser el tipo de persona que motiva a otras personas. Ayúdanos a encontrar y celebrar lo bueno, y de transmitirlo. Que el mundo sepa que somos Cristianos por nuestro amor. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!