Oración Silenciosa

Oración Silenciosa

Hay una historia sobre un padre e hijo que fueron a comer juntos un día. Cuando el mesero trajo la comida el padre dijo, “Hijo, sólo tendremos una oración en silencio.” Papá finalizó la oración primero y esperó a que su hijo finalizara su oración, pero se quedó sentado con la cabeza inclinada por un inusual largo tiempo. Cuando por fin levantó la cabeza, su padre le preguntó, “¿Qué en este mundo te hizo orar por todo ese tiempo?” Con la inocencia y honestidad de un niño, él respondió, “¿Cómo voy a saber? Era una oración silenciosa.”

La verdad es que, a veces, las oraciones silenciosas son las mejores.

Una vez escuché a un pastor hacer la pregunta: ¿Has pasado la misma cantidad de tiempo preocupándote y hablando de tus situaciones difíciles y confusas que el tiempo escuchando en silencio lo que Dios podría decir?

Una vez un amigo me dijo que su discípulo espiritual debía apagar la radio cuando estaba solo en el auto. Una amiga, con niños pequeños, compartió que ella subía al armario para esconderse, a primera hora de la mañana, para poder tener 10 minutos de oración. Sin importar la forma en que sea para ti, espero que puedas encontrar unos minutos cada día para poder sentarte y escuchar.

En Habacuc leemos: “…el Señor está en su santo templo; ¡guarde toda tierra silencio en su presencia!”

A continuación, Lucas nos dice en el capítulo 5:

Sin embargo, la fama de Jesús se extendía cada vez más, de modo que acudían a él multitudes para oírlo y para que les sanara de sus enfermedades. Él, por su parte, solía retirarse a lugares solitarios para orar. (Lucas 5:15-16)

Oremos: Concédenos tu gracia y fortaleza, Oh Dios, para que podamos tallar algo de tranquilidad en nuestras vidas. En ese espacio, sánanos, guíanos, dirígenos y concédenos la plenitud de tu paz. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!

Daily Message Author: Joe Albright

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