Obrando Más Allá de Nosotros

Obrando Más Allá de Nosotros

Hace muchos años, teníamos a dos niñas, de acogida, que vinieron a vivir con nuestra familia. Eran hermanas de cuatro y seis años. Venían de un barrio muy peligroso, una situación familiar muy dura. Pero recuerdo un día que iba conduciendo por la carretera, volviendo a casa de la escuela. Lili, la más pequeña, empezó a cantar una canción que habíamos cantado en la iglesia… “Abre los ojos de mi corazón, Señor. Abre los ojos de mi corazón. Quiero verte.” Todavía puedo verla sentada en el asiento trasero, en mi espejo retrovisor. Ella tenía una enorme sonrisa en su rostro y cantaba a voz en cuello. Y me encontré orando con ella…Por favor Señor, si alguien necesita verte…si alguien necesita conocerte…Ella lo necesita…

Poco tiempo después, las hermanas volvieron a vivir con su mamá. Y, perdí contacto con ellas con el paso de los años. Pero estoy muy agradecido con mi familia de la iglesia que ayudó a sembrar esa semilla de fe. Dios sabe que ella lo va a necesitar.

Ayer reflexionamos sobre la promesa de Isaías donde Dios promete: Mi palabra no volverá a mí vacía…(Isaías 55:10-13).

Y yo lo creo. No siempre cuando quisieras, ni siquiera como quisieras. Pero puedo decirles que ha habido muchas veces en las que las personas me han dicho después de un mensaje dominical: Pastor, su mensaje realmente me conmovió…sentí que me estabas hablando directamente a mí. Pero, cuando me dicen lo que dije, no era parte de mi mensaje. Seguramente el Espíritu Santo estaba obrando más allá de nosotros…

Y podemos aplicar dicha experiencia al ministerio general. Pienso en la Escuela Bíblica Vacacional o en muchos de los otros ministerios en los que participa nuestra iglesia. No solemos ver los resultados de nuestro trabajo. No podemos conocer el panorama general.

Pero Dios promete, mi palabra no volverá a mí vacía.

Lo mismo sucede con las iglesias tradicionales que están envejeciendo…Nos lamentamos: Cada vez hay menos niños en las iglesias. Pero nuevamente, confío plenamente en que el Espíritu está obrando más allá de nosotros, que las semillas de fe que hemos sembrado marcarán una diferencia. Y, sin importar cómo se vea la iglesia en el futuro, siempre habrá personas que anhelen ser alimentados, anhelen salvación, anhelen volver a casa con Dios.

Mi oración para ti hoy es como la de ayer: que puedas llegar a ver que cada vez que compartes la palabra de Dios con los demás, sea como sea que lo hagas, se siembra una semilla…y tú has hecho tu parte…Es Dios quien trae la lluvia. Es Dios quien conoce las estaciones del corazón…Y es Dios quien trae la semilla a la cosecha.

Oremos: Dios misericordioso, que al recibir tu palabra seamos alimentados. Al ser alimentados, que podamos alimentar a otros. En el nombre de Jesús. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!

Daily Message Author: Joe Albright

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