No Tengas Miedo
Quizás recuerdes que la historia de Navidad, un ángel se aparece a un grupo de pastores que cuidan sus rebaños. Y Lucas nos dice que la gloria del Señor los envolvió en su luz. Y se llenaron de temor.
¿Con qué frecuencia nos sentimos con miedo? Miedo a lo desconocido…¿Cuál será el diagnóstico? ¿Qué pasará con esta relación? ¿Seguiré teniendo trabajo? ¿Mi ser querido estará bien? También hay otros miedos…miedo al terrorismo, miedo al crimen, miedo al extraño.
Una de las cosas que me llama la atención es que para todos y cada uno de los viajeros que llegan a Belén, uno de los primeros obstáculos que tienen que superar es el miedo. Miedo a Herodes. Miedo a lo desconocido. Miedo a lo que pueda implicar el viaje. Miedo de las exigencias que este acontecimiento podría imponer en sus vidas.
¿Sabes cuál es el mandato más frecuente en la Biblia? Pensarías que sería Amar a Dios o Amar a tu prójimo. Según Jesús, esos son los mandatos más importantes, pero no son los más frecuentes. El mandato más frecuente es: “¡No temas!” Mucho más que cualquier otro mandato, leemos una y otra vez las palabras: “No temas.” No temas.
¿Por qué crees que es así?
Tal vez sea porque cuando tenemos miedo hacemos cosas estúpidas…Tal vez porque nuestro miedo puede dividirnos de otras personas…Tal vez porque nuestro miedo puede paralizarnos para dar el siguiente salto de fe o hacer lo correcto…Tal vez sea porque el miedo nos impide ver la belleza de la gloria del Señor a nuestro alrededor…
Quizás sea todas las anteriores.
El ángel les dijo a los pastores: “No tengan miedo.” A las mujeres ante la tumba vacía, el ángel les dijo: “No tengan miedo.” No tengan miedo, no porque no haya nada temible. No tengas miedo…porque las cosas temibles no llegan a tener la última palabra.
Cuando los pastores llegan a Belén, hay buenas noticias y gran alegría. Cuando los pastores llegan a Belén, allí está el niño Jesús. Hay significado, esperanza y promesa de buena voluntad para todos. Pero para llegar allí, tienen que superar el miedo. Y nosotros también.
Oremos: Ayúdanos, Dios misericordioso, a no tomar decisiones basadas en el miedo. En cambio, que prestemos atención al mandato del ángel y “no temamos”, para que con valentía y confianza, nosotros también podamos viajar a Belén con el corazón y los brazos abiertos. Amén.
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