No Temas
El mensaje de hoy fue escrito por la pastora invitada Rev. Tasha Blackburn.
Cuando era niña pensaba que los adultos nunca tenían miedo. De hecho, que sería una de las cosas que te hacían adulto: dejar de tener miedo era igual a convertirse en un adulto. Por su puesto, aprendí que esto no era cierto. Algunos temores desaparecen, pero nuevos y más grandes toman su lugar. El miedo no es del todo malo. A veces nos alerta de los daños o nos impide realizar una mala decisión. Pero el miedo, al permitirnos correr desenfrenados, puede hacernos daños mucho más de lo que nos pudiese ayudar. Puede incluso mantenernos alejados del amor de Dios. Me recuerda de un pasaje que C.S. Lewis escribió en el libro final de su serie Narnia, La Última Batalla. Él describió la siguiente escena:
“Un grupo de enanos estaban sentados juntos en un espacio reducido pensando que estaban en un establo completamente negro y maloliente cuando en verdad estaban en medio de un interminable campo verde, tan verde como Vermont, con el sol brillante y cielo azul sobre sus cabezas. El enorme león de oro, el propio Aslan, estaba cerca con todos los demás enanos “arrodillados en un círculo alrededor de sus patas delanteras”, tal y como lo describe Lewis, “y enterrando sus manos y rostros en su melena mientras inclinaba su gran cabeza para tocarlos con su lengua.” Cuando Aslan les ofrece alimento a los enanos, ellos piensan que es despojo (carne podrida). Cuando les ofrece vino, ellos piensan que es agua de zanja.”
Qué imagen tan poderosa. Me llama a examinar dónde en mi propia vida he dejado que el miedo me ate en un oscuro establo cuando, en realidad, estoy en un campo verde con mi Señor. El amor me rodea si tan sólo mi miedo me lo dejase ver. El escritor de la primera carta de Juan lo expone de la siguiente forma: “El amor perfecto echa fuera el temor” pero lo opuesto es también cierto: el gran temor expulsa el amor, incluso el amor de Dios.
Lo que sea que estés enfrentando hoy, por favor no permitas que el miedo tenga el control. No le des el poder de que te mantenga alejado del amor de Dios.
Oración: Señor del amor y de la esperanza, a menudo estoy lleno de temor. Por favor, nunca permitas que ese miedo expulse el amor que tengo por ti y el amor que sé que tienes por mí. Sácame de cualquier lugar oscuro en que me encuentre y abre mis ojos a tu presencia que está justo a mi lado, alimentándome y sosteniéndome aún en este momento. En tu santo nombre yo oro. Amén.
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