No te pierdas lo que es Más Importante
Frank Lloyd Wright, renombrado arquitecto, contó la historia de cuando él era un niño de al menos 9 años de edad. Era una mañana fría de invierno, y él y su tío, quien era una persona muy seria y sensata, fueron a una caminata a lo largo de un campo lleno de nieve. Cuando llegaron a la puerta, al final del campo, su tío lo detuvo. El señaló su propia huella en la nieve, que estaban en línea recta y exacta como una flecha en vuelo. Y después, señaló las huellas del joven Frank, las cuales eran sinuosas a lo largo del campo. Su tío le dijo, “Nota que tus huellas recorren sin rumbo fijo desde la cerca hacia el ganado y de ahí al bosque y de regreso.” “Y fíjate como mis huellas apuntan directamente a mi objetivo. Hay una importante lección en ese hecho.”
Años más tarde, el famoso arquitecto se deleita en contar cuán grande contribuyó dicha experiencia a su filosofía en la vida. “Yo me propuse en ese mismo momento”, él dijo, “no perder las cosas más importantes en la vida, tal y como lo hizo mi tío.”
Hoy, yo confío que permitirás que la curiosidad dada por tu Dios te permita asombrarte de todas las maravillas que te rodean. Que te permita dedicar tiempo a explorar, bailar y jugar. Y en el proceso, te permita ver la forma en que la más profunda felicidad de Dios llena tu corazón.
Amado Dios, a menudo llenamos nuestras vidas de importantes proyectos y reuniones. Y a veces, permitimos que nuestras listas de tareas consuman lo mejor de nosotros. A veces permitimos que domine nuestro lado serio. Ayúdanos hoy a disfrutar la vida al máximo. Enséñanos nuevamente como relajarnos, divertirnos y disfrutar de las personas y el mundo alrededor de nosotros. Nosotros recordamos, aún en estos momentos, que tú eres un Dios que se regocija en su pueblo. ¡Ahora nosotros nos regocijamos en ti! Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!