Majestuoso
Una tarde, hace algún tiempo, estaba surfeando solo. Cuando me dirigí para atrapar una ola entrante, vislumbré una aleta rompiendo la superficie del agua. Se me erizaron los pelos y me congelé. Entonces, para mi alivio, noté que varias otras aletas rompían la superficie. Era solo una manada de delfines que navegaban juguetonamente por la zona de surf. En un instante, mis emociones pasaron de miedo a la alegría al ver un delfín saltar del océano. La palabra “majestuoso” vino a mi mente.
Mientras giraba la punta de mi tabla de surf para atrapar la próxima ola, me encontré a mí mismo dando gracias. Gracias Dios por la majestuosidad de tu creación. Gracias por permitirme compartirlo – aunque solo sea por un momento. Gracias por el cálido sol en mi espalda y el clima cambiante. Gracias por mis amigos y familia.
Nunca deja de sorprenderme lo que la gratitud hace a nuestra actitud. Cuando dejé el agua esa tarde, mis preocupaciones y mis cargas se sintieron más ligeras. Podía reírme del miedo que sentía por haber visto una aleta de delfín. Y me fui a casa con una sonrisa en mi rostro.
Hoy, que puedas buscar lo majestuoso en la vida. Haga una lista de sus bendiciones y hay que dar gracias.
Oremos: Nuestro Señor Soberano, ¡cuán majestuoso es tu nombre en toda la tierra! Cuando miramos tus cielos, el trabajo de tus dedos, la luna y las estrellas que has establecido; ¿Qué son los seres humanos que siempre los tienes en cuenta, mortales a los que cuidas? Tú cuidas de nosotros, Oh Señor. Las bendiciones se derraman sobre nosotros por todos lados. Danos ojos para verlos, y corazones para darte gracias y alabarte. Y, que siempre recordemos que somos bendecidos para ser una bendición Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!