La Única Forma de Sobrevivir
En su libro, Finding God in the Dark (Encontrando a Dios en la Oscuridad), David Walls escribe sobre Lloyd John Ogilvie, y las dificultades que tuvo en su primer año como Capellán del Senado de los EE.UU. El año anterior, su esposa se había sometido a cinco cirugías importantes, radioterapia y quimioterapia. Varios compañeros de trabajo, que eran claves, fueron asignados a otras asignaciones, lo que agregó presión e incertidumbre adicional al trabajo de Ogilvie. Los problemas que podría haber abordado con gusto en circunstancias normales parecían asomarse en todas las direcciones. El desaliento acechaba en cada esquina. La oración ya no era un lujo contemplativo, sino la única forma de sobrevivir. Wall cita a Ogilvie:
“Mis propias intercesiones se multiplicaron por las oraciones de los demás. Las amistades se profundizaron ya que me forzaron a permitir que las personas me aseguraran con las palabras que había predicado durante años. Ningún día pasaba sin una conversación, una carta o una llamada telefónica que me diera amor y esperanza. El mayor descubrimiento es que puedo tener alegría incluso cuando no tengo ganas de tenerlo.”
La historia de Ogilvie es un recordatorio, para mí, de que cuando nos encontramos en las tormentas de la vida, Dios todavía está presente. También me recuerda que una vida de oración profunda y la capacidad de recurrir a otros en busca de ayuda, hacen mucho para que el dolor sea soportable. Mediante la oración y la atención de los demás, que la paz y la alegría de Dios pueda estar contigo – incluso en medio de los momentos más apremiantes de la vida.
Oremos: Amado Dios, el día de hoy te agradecemos por los amigos; por todas aquellas personas que están dispuestas a orar por nosotros, que se preocupan por nosotros, y que comparten nuestras alegrías y nuestras luchas. Qué bendición es ofrecer ese tipo de amistad y de recibirla. Oramos el día de hoy para que nos concedas el valor de pedir ayuda cuando la necesitemos, la gracia de aceptar esa ayuda, y la fe para encomendarnos a sus cuidados y a los tuyos. Oramos en el nombre de Jesús. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!