La Pizarra de Anotaciones
El entrenador de fútbol, Chuck Noll una vez dijo: “Lo bueno del fútbol americano es que tienes una pizarra de anotaciones que muestra cómo te has desempeñado. En otras cosas de la vida, no la tienes. Al menos, no una que puedas ver.”
Nos gusta mantener las anotaciones, ¿verdad que sí? Nos gusta saber cómo nos desempeñamos, saber dónde nos ubicamos. Y eso es importante hasta cierto punto. Con el fin de crecer, aprender y expandir nuestros horizontes, es bueno establecer metas que se puedan medir.
Por otro lado, al medirnos nosotros mismos en comparación con otras personas no suele ser bueno. Y mantener la puntuación de los errores de otras personas es mortal para nuestra formación espiritual.
Jesús una vez contó una parábola acerca de dos hombres – uno un fariseo y el otro recaudador de impuestos. El Fariseo se puso a orar consigo mismo: “Oh Dios, te doy gracias porque no soy como otros hombres: ladrones, malhechores, adúlteros, ni mucho menos como ese recaudador de impuestos. Ayuno dos veces a la semana y ofrendo la décima parte de todo lo que recibo.” En cambio, la oración del recaudador de impuestos fue: “¡Oh Dios, ten compasión de mí, que soy pecador!”
Sobre el recaudador de impuestos Jesús comentó, “Les digo que éste, y no aquél, volvió a su casa justificado ante Dios…”
Como puedes ver, el Fariseo mantenía la puntuación de su bondad y la de las faltas de otras personas. Esta forma de mantener la puntuación lo distanció no sólo de otras personas, sino también de Dios.
Que el día de hoy recuerdes que Dios te ama profundamente. No hay nada que puedas hacer para ganar el amor de Dios, el perdón o la gracia. No existe competencia aquí. ¡Es un regalo puro!
Oremos: Amado Dios, reconocemos que es fácil encontrar culpas a aquellos que nos rodean. Es fácil encontrar culpas con nosotros mismos. Este día, ayúdanos a olvidarnos de la tarjeta de puntuación, en aras de aceptar tu amor y gracia, y para compartirla. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!