La Imagen del Padre
Existe una historia de algunos señores de edad avanzada quienes se reunieron para celebrar el 50 aniversario de su graduación universitaria. Naturalmente, las apariencias de todos ellos había cambiado con el pasar de los años – tenían el pelo gris, calvos, con más arrugas y así sucesivamente. Pero en vez de proveer etiquetas con nombres, el maestro de ceremonias decidió que sería más divertido hacer que cada hombre, por turno, se pusiera de pie y hacer que los demás intentaran identificarlo, usando como guía las fotos del anuario de la universidad.
A medida que procedieron, ellos lograron identificar a todos con excepción de un hombre. Nada de su apariencia actual lo delataba. Finalmente, el hombre dijo, “¡Esta bien! Ya veo que no me reconocen. Esperen por un momento y yo les daré una pista.” Y así, el salió de la sala y regresó con un joven apuesto a su lado. “Aquí”, él dijo, “es mi hijo. ¿Ahora saben quién soy?” Casi inmediatamente varios hombres dijeron su nombre. La apariencia de su hijo, que se parecía a su padre, permitió que los otros hombres identificaran a su padre.
En la fe Cristiana, creemos que Jesús nos dio la foto más clara de cómo es Dios. Cuando leemos acerca de Dios en los evangelios, vemos su compasión y su misericordia, escuchamos su desafío de vivir de forma diferente, y sentimos el sacrificio de su amor.
Juan nos dice, en su Evangelio, “Nadie ha visto a Dios Jamás; pero el Hijo único, que está más cerca del Padre, y que es Dios mismo, nos ha enseñado cómo es él.”
Oremos: Te alabamos, Oh Dios, porque tú eres un Dios compasivo, misericordioso y amoroso. Te agradecemos por tu hijo Jesús quien nos enseñó tu corazón. El día de hoy, oro por aquellos quienes necesitan conocer tu presencia amorosa. Que estés cerca de ellos. Rodéalos con tu gracia – aun ahora. Amén.
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