La Curvatura de Linus

Hay una tira cómica de Charlie Brown en la que Lucy y su hermano Linus acababan de terminar una cena en donde comieron pollo y Lucy le está explicando a Linus ´cómo pedir un deseo con el hueso de los deseos. “Esto es un hueso de los deseos, Linus,” ella dijo. “Ambos pedimos un deseo y luego lo partimos entre los dos. Quien se quede con la mayor parte obtiene el deseo.”

Entonces, Linus pregunta: “¿Pedimos el deseo en voz alta?”

Lucy responde: “Por supuesto que lo pedimos en voz alta. Si no lo deseas en voz alta, el que contesta el deseo no sabrá qué traerte.”

Lucy comienza su deseo: “¡A ver ahora! Deseo una muñeca nueva, una bicicleta nueva, cuatro suéteres nuevos, algunos zapatos nuevos, un reloj de pulsera y unos cien dólares.”

Luego le toca el turno a Linus: “Yo deseo una larga vida para todos mis amigos. Deseo la paz en el mundo. Deseo grandes avances en el campo de la ciencia y la medicina y…”

Pero para ese entonces Lucy estaba botando el hueso de los deseos con disgusto, diciendo: “Parece que tienes un don para estropear todo.”

Tengo que imaginar que la mayoría de nosotros tenemos un poco de Lucy y Linus dentro de nosotros. Yo los llamo la curvatura Lucy y la curvatura Linus. La curvatura de Lucy es nuestro lado egoísta, y es algo natural para la mayoría de nosotros. La curvatura Linus, sin embargo, es más humano y humanitario. Se necesita un poco más de práctica para vivir de este lado de nosotros mismos. Pero, cuando somos capaces de quitar nuestras mentes en nosotros mismos, cuando deseamos algo mejor para los demás y trabajar para mejorar para los demás, nos encontramos a nosotros mismos más alegres y más en paz.

El apóstol Pablo escribió: “Cada uno debe velar no sólo por sus propios intereses sino también por los intereses de los demás. La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús…”

Oremos: Amado Dios, queremos vivir con un sentimiento de satisfacción con nosotros mismos y con lo que tenemos. Concédenos tu gracia. Ayúdanos a encontrar formas de nutrir y alimentar el lado “Linus” de nuestras personalidades – amar y cuidar de los demás. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

 

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