HAY QUE REANIMAR
Este es el pastor Eric Wogen reemplazando por hoy al pastor Joe Albright.
El escritor del libro de Proverbios dio en el clavo cuando escribió estas palabras:
El que reanima será reanimado.
Estas verdades perpetuas son como gemas que nunca pierden su brillo. Proverbios ofrece una gran abundancia de tesoros que perduran en el tiempo.
Sin duda, aquel que reanima a otros será reanimado.
Descubrí al principio de mi ministerio que las visitas pastorales, destinadas a brindar consuelo y esperanza a quienes experimentan dificultades de todo tipo y forma, inevitablemente me brindaban consuelo y esperanza. Como alguien llamado a reanimar a otros con las buenas nuevas de la asombrosa gracia de Dios, me sentí reanimado y renovado con regularidad.
La oportunidad de reanimar a los demás están limitadas por la voluntad de cada persona de intentarlo. Con qué claridad recuerdo a una hermana en Cristo que vino a mí hace años y declaró: “Siento como si mi corazón estuviera envuelto en una gasa.” Las muchas heridas que había experimentado hicieron que se sintiera quebrantada y derrotada, asustada por lo que podría traer el futuro. Qué alegría fue verla salir lentamente de su capullo doloroso y comprometerse a ayudar a los necesitados. Mientras reanimaba a otros con el amor de Dios en Cristo, ella descubrió que se sentía reanimada de maneras maravillosas.
Para aquellos que ya conocen la maravilla de los resultados obtenidos cuando buscamos estar ahí para quienes nos rodean, les digo que es genial, sigan así. Para aquellos que no estén seguros de si eso es algo que pueden hacer, les sugiero: ¡Inténtelo! ¡Inténtenlo!
Dios nos creó para vivir en comunidad unos con otros, no para existir como islas, enfocados solo en nosotros mismos. Así que, amigos míos, “sean reanimadores”, y absorbe las reanimaciones que fluirán hacia ti.
Oremos: Señor Dios, hay momentos en los que podemos sentirnos atrapados en los lugares resecos de la vida. Es difícil de encontrar consolación. Anhelamos días mejores, pero lo esquivos que pueden ser. En medio de esos momentos, asegúranos que estás allí y que sabes lo que necesitamos. Tócanos con tu amor que reanima y nos fortalece para que podamos ser fuentes de reanimación para los demás. En el nombre del Señor oramos. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!