Hacer una Pausa y Dar Gracias
Hay una historia sobre un anciano en Florida que llamó a su hijo en Nueva York y le dice: “Odio arruinarte el día, pero tengo que decirte que tu madre y yo nos estamos divorciando; 45 años de miseria son suficientes.”
“Papá, ¿De qué estás hablando?”, gritó el hijo.
“Ya no soportamos vernos el uno al otro,” dijo el anciano. “Estamos hartos el uno del otro, y yo estoy harto de hablar de esto, así que llama a tu hermana en Chicago y díselo.” Luego él cuelga.
Frenético, el hijo llama a su hermana, y ella explota en el teléfono. “De ninguna manera se van a divorciar,” ella exclamó, “yo me ocupare de esto.” Ella realizó una llamada a la Florida y exaltada le dijo a su padre: “Tú NO te vas a divorciar. No hagas una sola cosa hasta que yo llegue. Le regresaré la llamada a mi hermano y los dos estaremos allí mañana. Hasta entonces, no hagas nada, ¿ME ESTÁS ESCUCHANDO?”
El anciano cuelga su teléfono y se dirige hacia su esposa. “Está bien,” él dijo, “Ellos vienen para el Día de Acción de Gracias y van a pagar sus propios pasajes.”
¡Verdad que es divertido!
El Día de Acción de Gracias es una de mis fiestas favoritas. Me encanta porque nuestras familias se esfuerzan por reunirse. Pero también me recuerda que debo hacer una pausa y reflexionar sobre mi vida y contar mis bendiciones. Ya sea que vayas a celebrar el Jueves en familia o con amigos, la verdad es que ninguno de nosotros tiene que ir muy lejos para encontrar cosas por las que agradecer. A través de los altibajos de la vida, ¡que tú y yo sigamos buscando lo bueno, aferrándonos a la esperanza, y elegir ver las huellas digitales de Dios en todas partes!
Oremos: Dios de nuestras vidas, te damos gracias por tu presencia en las buenas y en las malas. Oro para que estés especialmente cerca de aquellos que más te necesitan, incluso en este momento. Que tu gracia se derrame sobre nosotros, renueve y nos llene de tu paz. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!