Generosidad Parte II

Generosidad Parte II

Ayer hablé sobre la conexión que muchos han encontrado entre ser generosos y una felicidad más profunda. De hecho, hay muchas formas en que podemos aprender a ser generosos…con nuestro tiempo, nuestra energía, nuestra creatividad, nuestra hospitalidad y nuestro dinero.

Pero a la luz de todo lo que está sucediendo en el mundo que nos rodea, hoy, quiero centrarme un poco más en otro tipo de generosidad – y es ser generosos escuchando y comprendiendo.

En nuestro país, en este momento, hay una escasez real de voluntad para siquiera intentar comprender del porqué dicen las cosas las otras personas. Yo pienso en los eventos de este último mes. Y tengo que preguntar ¿Qué pasaría si aquellos de nosotros que estamos tratando de seguir a Jesús simplemente comenzáramos por trabajar en ser generosos escuchando – y comprendiendo…especialmente con aquellos que se ven diferentes a nosotros o que puedan ver el mundo diferente? ¿Qué pasaría si tuviéramos que esforzarnos en ser un estudiante primero y en segundo lugar ser un crítico?

Yo sé que incluso a pequeña escala, en mi familia, cuando surge la política, los ánimos se encienden con tanta facilidad, y se dicen cosas que duelen. Al querer tener la razón (o al saber que tenemos la razón) dañamos nuestras relaciones. Y no solo eso, agregamos ira al mundo; echamos leña al fuego. Y no hacemos nada para ayudar a nuestro propio sentido de ecuanimidad y paz.

Ahora, eso no quiere decir que debamos tener convicciones profundad. Deberíamos. Es solo que parece que hemos perdido la capacidad de tener una conversación real, un diálogo real sobre ciertos temas. Las cosas se desintegran tan fácilmente.

Por supuesto que habrá ocasiones en las que no estemos de acuerdo e incluso discutiremos nuestro punto con los demás. Pero, si intentamos dominar cada conversación, o sobrecargar a las personas con nuestro punto de vista, o los silenciamos, entonces solo nos estamos aislando. Pero aún, si comenzamos a demonizar u odiar a las personas que ven el mundo desde una perspectiva diferente, ese odio, ese disgusto comienza a corroer el alma y hiere a nuestras familias. Lesiona nuestras comunidades, lesiona a nuestro país y lastima a nuestro mundo.

Por otro lado, que tú y yo, que somos tan bendecidos, que hemos recibido misericordia y gracia sobre gracia, que podamos encontrar formas de cultivar un espíritu de generosidad con nuestros oídos atentos y nuestros corazones comprensivos.

Oremos: Dios amoroso, ayúdanos a encontrar formas en este mundo dividido para ser embajadores de tu amor, misericordia y paz. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!

Daily Message Author: Joe Albright

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