Firmes en las Promesas
Hay un viejo himno de la iglesia cuyo tema se basa sobre lo que Dios prometió, el cual cantamos a menudo en nuestra iglesia. El himno es “Firmes en las Promesas.” Tiene un ritmo marcial que podría ser una reminiscencia de una brigada de infantería marchando a través de un campo. El sabor militarista bien puede ser porque Kelso Carter, quien escribió las palabras y la música de este himno, era un profesor en una academia militar en el momento que compuso la melodía.
Si la vida de fe es como un viaje, entonces existirán momentos en que marcharemos juntos con orgullo. También habrá momentos en que bailaremos o correremos o caminaremos despacio con corazones oprimidos. Nuestros himnos y los cantos de alabanzas nos ayudan a expresar nuestros corazones en donde quiera que nos encontremos a lo largo del camino.
Donde quiera que estés, que la promesa de Dios sea el lugar en donde encontrar una base sólida – especialmente al cruzar terrenos peligrosos. Que exista como una presencia invisible en el cual experimentes el amor de Dios.
En el segundo verso del viejo himno cantamos, “Firmes en las promesas que no pueden fallar, cuando el rugido de las tormentas de las dudas y el temor asalten, por la Palabra Viva de Dios yo prevaleceré, firme en las promesas de Dios.”
Oremos: Dios de amor, has prometido que nunca nos dejarás o abandonarás. Has prometido que cuando clamamos a ti, siempre escucharás. Ayúdanos a confiar en ti, y de descansar en tu gracia; a través de Jesucristo. Amén.
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