Estar Enojado…Pero…

Estar Enojado…Pero…

Una maestra de la escuela dominical estaba exponiendo los Diez Mandamiento con sus alumnos de cinco y seis años de edad. Después de explicar el mandamiento de “Honrarás a tu padre y a tu madre,” ella preguntó: “¿Hay algún mandamiento que nos enseña cómo tratar a nuestros hermanos y hermanas?”

Sin perder el tiempo, una niña contestó: “¡No matarás!”

¿Acaso no es cierto que a menudo nos enojamos con las personas más cercanas a nosotros? A veces terminamos diciendo palabras o criticando a la familia de maneras que nunca haríamos con otras personas. Los estallidos no saludables pueden erosionar lentamente nuestras relaciones. “No matarás” es un buen lugar para empezar, pero para familias más estables, podemos llevarlo mucho más lejos.

El apóstol Pablo escribió una vez: “Si se enojan, no pequen. No dejen que el sol se ponga estando aún enojados.”

En algunas familias, a menudo funciona mejor “dormir pensando en el asunto” y luego platicarlo a la mañana siguiente. Yo creo que el punto de Pablo es doble. Primero, no permitas que tu ira te lleve a lastimarte a ti mismo u otras personas. Segundo, no lo albergues por dentro demasiado tiempo.

Cuando estés enojado, que puedas tomarte el tiempo para sentarte y hablar de ello. Y, que puedas expresar tu decepción o dolor de maneras que puedas guiar en última instancia a la reconciliación. Y, siempre pide ayuda si lo necesitas.

Oremos: Dios de Gracia, admitimos que esperamos mucho de los que amamos. A veces esperamos demasiado. Queremos relaciones saludables. Queremos dar y recibir amor y admiración y alegría. Ayúdanos, Oh Dios. Danos la paciencia y el valor que necesitamos para canalizar nuestra ira hacia una conversación apropiada. Que nuestras familias sean un centro de tu gracia y amor. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!

Daily Message Author: Joe Albright

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