Esa fue la Entrevista

El mensaje de hoy fue escrito por el fundador de Dial Hope (Digita Esperanza), el Reverendo Roger Kunkel, q.e.p.d.

Hay una historia sobre un hombre en una gran ciudad que se dirigía a una entrevista para un nuevo trabajo en una empresa altamente exitosa. Bien arreglado, vistiendo un lindo traje, el hombre se dirigió a la sede corporativa. Mientras esperaba el ascensor, un conserje de avanzada edad pasaba y se resbaló en el piso mojado, y se cayó de forma embarazosa. El joven se rio entre dientes, sin preocuparse de que el hombre de avanzada edad pudiera haber sido herido. De hecho, pasó por encima del conserje que estaba en el piso, subió al ascensor, subió al piso veintinueve e ingresó al área de recepción de la empresa. En poco tiempo su nombre fue llamado, y lo acompañaron a una hermosa oficina ejecutiva.

Él fue recibido por la presidenta de la compañía que dirigió la entrevista. Ella comenzó diciendo: “Por cierto, en tu camino hacia arriba para verme, ¿vistes a alguien que necesitaba ayuda?” “Sí,” él respondió, “un conserje se cayó justo en frente de mí mientras esperaba el ascensor.” “¿Te detuviste para ayudarlo?” Ella preguntó. “Bueno, no, porque creo en la prontitud y no quería llegar tarde a esta importante entrevista.” “Por supuesto,” dijo la presidenta de la compañía, “pero ya ves, ¡esa fue la entrevista! Como ejecutivo de negocios, sé que muchas personas intentan fustigar y empujar en el camino a la cima. Pero como Cristiana, me he dado cuenta de que el amor es lo más poderoso del mundo, y cualquiera que desee clasificar a la cima primero debe aprender a servir a los demás. Lo siento mucho, pero me temo que no eres el tipo de persona que tengo en mente para este puesto.

Mientras Jesús se dirigía a la cruz, los discípulos discutían sobre quién era el más grande. Cuando entraron al aposento de arriba, Jesús tomó una toalla y un recipiente y él lavó los pies de ellos, mostrándoles a ellos y a nosotros, de una manera dramática, que nosotros los Cristianos estamos llamados a ser siervos misericordiosos.

Oremos: Amado Dios, inspíranos a la bondad amorosa y al servicio misericordioso. Que podamos buscar como cumplir lo que requieres de nosotros: para hacer justicia, amar la bondad y caminar humildemente contigo. En el nombre de Jesús. Amén.

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