Enfrentando a los Monstruos
Hay una vieja tira cómica de Family Circus (El Circo de la Familia) donde despiertan al padre de un sueño profundo, cuando su hijo gritó: “¡Papi!” El niño estaba en la cama y se podía ver la sombra de los monstruos a su alrededor. Él obviamente está teniendo un mal sueño y grita: “¡Monstruos! ¡Papi! Tengo miedo de los monstruos.” El padre entra en la habitación del niño y le asegura: “No hay nada que temer, Jeffy, es solo tu imaginación. No existen tales cosas como los monstruos.”
Pero en su camino de regreso a su propia cama, el padre miró a sus propios monstruos. A su alrededor, puedo ver el contorno de sus propios miedos, figuras que representan la guerra, los impuestos, el crimen, la inflación, la contaminación y las enfermedades. Es verdad. Todos tenemos que enfrentarnos a nuestros propios monstruos en la vida. Pueden ser reales – pero no tenemos que dejar que la ansiedad y la preocupación nos superen.
Pablo escribió a la iglesia en Filipos (4:6): “No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.”
Consejos simples pero profundos. Cuando nos encontramos preocupados o ansiosos, Pablo alienta la oración – la súplica por y sobre esas preocupaciones en nuestros corazones. Mezcla esto con oraciones de gratitud y comenzaremos a notar la paz de Dios tranquilizando nuestros corazones y mentes.
Oremos: Dios de la Esperanza, cuando aumenta la presión y amenazan los monstruos de la vida, aún te mantienes firme. Cuando no podamos ver más allá del momento presente y la ansiedad nos abruma, tú estás ahí. Tu luz brilla en la oscuridad. En esos momentos, concédenos ojos para ver el panorama general, corazones para sentir tus bendiciones, y un espíritu dispuesto a rendirse ante ti. Pedimos por tu protección y gracia, a través de Jesucristo. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!