En Medio de la Tormenta
Hay una escena bastante dramática en el Evangelio de Mateo. Los discípulos están en el Mar de Galilea cuando comienza a oscurecer y se avecina una tormenta. Los vientos comienzan a aullar y las olas golpean la barca. Están lejos de tierra firme y podemos imaginar la preocupación y la ansiedad que van en aumento.
El mes pasado, escribí sobre estar en el agua sobre una tabla de surf viendo cómo se acercaba una tormenta. Y varios de ustedes compartieron conmigo sus propias experiencias aterradoras de estar en un pequeño bote en el océano en medio de una tormenta, con los relámpagos crujiendo…¡Es desgarrador!
Pero incluso si nunca has tenido esa experiencia en particular, probablemente conozcas esa sensación. Creo que todos hemos tenido uno de esos momentos, cuando nos encontramos en el corazón de la tormenta; cuando recordamos que la vida es frágil y que no tenemos tanto control como a menudo nos gusta pensar.
A veces las preguntas pueden ser diferentes; a veces es simplemente el miedo a lo desconocido: ¿Estarán bien los niños? ¿Estará bien mi hijo? ¿Mi cónyuge? ¿Cuál será el diagnóstico? Están reduciendo nuevamente el personal en el trabajo…¿Qué vamos a hacer? En esos momentos, se siente como si los vientos aullaran y las olas golpearan…
Mateo nos dice que es allí, en medio de esa tormenta, que Jesús llega a los discípulos. Es como si los elementos físicos ni siquiera lo afectarán. Él está allí, en medio de todo, de alguna manera caminando a través de él. Y tal vez sea difícil verlo en esos momentos. Porque los discípulos claramente no lo reconocen al principio…Estaban aterrorizados y gritando de miedo. Pero Jesús les habla.
El erudito bíblico Dale Bruner retoma las palabras de Jesús en el pasaje: “Cálmense. Soy yo. No tengan miedo.” Él escribió: “Estas tres frases son dignas de ser inscritas en las iglesias, en los hogares y en los corazones…”
Cuando te encuentres en medio de la tormenta, recuerda estas frases. Que puedas escucharlas y que resuenen en tu corazón. Jesús te lo dice incluso ahora…
Cálmense. Soy yo. No tengan miedo.”
Oremos: Señor Jesus, ven a nuestro encuentro en medio de las tormentas de la vida. Arráiganos en tu paz y llénanos de nuevo con tu gracia sanadora. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!