En el Medio
Hace unas semanas, nuestros jóvenes pasaron una semana en las montañas de Montreat, Carolina del Norte, en una conferencia diseñada solo para ellos. Cada año la adoración es increíble. Las amistades se construyen. Las relaciones se profundizan. La energía es tremenda. Y en nuestro último día, el predicador nos recordó que esto era, literalmente, una experiencia en la cima de una montaña. Y, que en estos puntos altos de la vida, a menudo sentimos la presencia de Dios.
Probablemente hayas tenido momentos en la vida como ese, tal vez en un retiro espiritual, o en el nacimiento de un bebé, o en un concierto de Navidad o en un rincón impresionante de la creación. Sin embargo, la verdad es que gran parte de la vida no se vive allí. Bajamos de esas ubicaciones altas, volvemos a la escuela, volvemos al trabajo. Hay platos que lavar, ropa que doblar, problemas que resolver…la vida se vive en el medio donde la presencia de Dios muchas veces no es tan evidente.
Pero Dios nos encuentra allí también. No siempre está en un resplandor de fuego, o en un alto espiritual. A veces Dios se encuentra con nosotros en los momentos tranquilos de oración o silencio, a veces en la conversación con los demás, o en simples actos de hospitalidad.
Oro hoy para que en las partes de en medio de la vida, nuestros corazones estén siempre sintonizados. Especialmente en los momentos menos obvios, que estemos abiertos a la irrupción del Espíritu de Dios.
Oremos: En nuestra vida diaria, Oh Dios, danos ojos lo suficientemente perspicaces para sentir tu presencia. Infúndanos con tu gracia, alegría y esperanza, incluso cuando menos lo esperamos. Acércanos ahora más cerca de ti. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!