Empezar desde Adentro
A principios del siglo XX, el periódico The Times de Londres envió una consulta a varios escritores para preguntarles: “¿Qué anda mal en el mundo de hoy?” Entre ellos se encontraba el apologista Cristiano G.K. Chesterton, y su respuesta fue profunda. En parte decía: “En un sentido, y en el sentido eterno, la cosa es clara. La respuesta a la pregunta “¿Qué anda mal?” es, o debería ser, “Estoy equivocado.” Hasta que un hombre pueda dar esa respuesta, su idealismo es solo un pasatiempo.”
A menudo nos apresuramos a echar la culpa a los demás. A menudo buscamos un chivo expiatorio. Pero el Evangelio deja claro que el cambio tiene que empezar a nivel personal. Tiene que empezar dentro de nosotros. Y tiene que empezar por nosotros mismos.
Jesús dijo una vez: “¿Por qué te fijas en la astilla que tiene tu hermano en el ojo, y no le das importancia a la viga que está en el tuyo? (Matero 7:3). Esto siempre me sirve de recordatorio, siempre que me encuentro juzgando o culpando a los demás, de reflexionar primero sobre mi propia vida, mi propio corazón, mis propias actitudes y mi propio egoísmo. Si tan solo pudiera trabajar en mí mismo, eso sería suficiente por el día.
Oremos: Te damos gracias, Oh Dios, por amarnos tal como somos, aquí y ahora. Y gracias por amarnos tanto que siempre nos invitas a crecer y cambiar. Oramos por la sanación de nuestras propias vidas y corazones, para que seamos canales de tu amor y gracia. Anhelamos tu paz. Que esa paz comience con nosotros. En el nombre de Jesús. Amén.
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