Elevo Mi alma
El Salmo 25 es una oración. Comienza…A ti, Señor, elevo mi alma.
En el idioma Hebreo, la palabra alma es literalmente tu cuello. Y, fue una antigua metáfora Hebrea para toda tu vida. Si piensas en tu cuello, es este estrecho espacio donde todo lo que te da vida debe pasar. Tus pensamientos, tus instintos, tu comida, tus nervios, tu sangre y tu respiración pasan a través de él al resto del cuerpo. Tu alma es lo que te mantiene unido. Es tu vida misma.
Al orar, elevo mi alma, estamos diciendo, literalmente te estoy entregando mi vida – mis pensamientos, mis preocupaciones, mis ansiedades, mis alegrías. Esta es una descripción profunda de la oración. Confío en ti con todo lo que soy.
El Salmo es hermoso. Continúa orando a través de toda una gama de emociones y necesidades humanas. Todo, desde la necesidad del perdón, hasta la orientación y la esperanza. Quien sea que haya escrito este Salmo obviamente creía que nuestra fe nos ofrece un camino que conduce a la paz de Dios. Y, comienza con la entrega.
Oremos utilizando el Salmo 25 como guía: A ti, Señor, elevo mi alma; todo lo que soy y todo lo que estoy pasando…En ti confío; Señor, hazme conocer tus caminos; muéstrame tus sendas. Guíame…Tú eres mi Dios y Salvador, y por ti espero. Ten en cuenta tu misericordia, Oh Señor, y tu firme amor. No recuerdes los pecados de mi juventud o mis transgresiones. Dirígete hacia mí y sé amable conmigo. Alivia los problemas de mi corazón, y líbrame de mi angustia. Considera mi aflicción, y perdona todos mis pecados. Guarda mi vida y líbrame, porque me refugio en ti. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!