El Regalo del Corazón

El mensaje de hoy fue escrito por Roger Kunkel, q.e.p.d., fundador de Dial Hope (Digita Esperanza).

Una de las leyendas más queridas de la Navidad es la historia de “El Niño del Tambor”. Cuando nació el niño Jesús, según la historia, muchos regalos fueron llevados al pesebre, regalos de gran belleza y esplendor. Pero un niño era muy pobre y no tenía nada que ofrecer al Señor. Este hecho lo puso muy triste. Pero luego él pensó: “Yo sé lo que puedo hacer, puedo tocar mi tambor para él.” Y así lo hizo: “ro po pom pom, ro po pom pom.” El tocó con todo el amor de su corazón. Y mientras tocaba, nos cuenta la leyenda, el Niño Jesús sonrió, demostrando que, en Navidad, el regalo del amor es el mejor de todos. Verás, no fue tanto lo que hizo el niño del tambor sino más bien cómo y por qué lo hizo. La verdadera clave no era su forma de tocar el tambor. Estoy seguro de que había mejores bateristas en el momento. Fue su espíritu, su actitud de amor, su deseo de celebrar, su disposición a dar de sí mismo – esas fueron las cosas que hicieron sonreír al niño Jesús. ¡Y aún lo hacen!

¿Qué podemos darle al Niño Jesús en la temporada Navideña de este año? ¿Cuál es el mejor regalo que tú y yo podemos llevar al pesebre? ¿Qué le podemos dar?

En 1872, Christina Rossetti escribió un hermoso poema con estas conmovedoras palabras:

¿Qué puedo darle, pobre como soy?
Si fuese un pastor, le traería una oveja.
Si fuese un Rey Mago, cumpliría con mi parte.
Pero algo si puedo darle, puedo darle mi corazón.

Oremos: Dios amoroso, que vino al mundo vestido con nuestro manto de carne y que voluntariamente se entregó a la cruz, arrópanos en tu propio Espíritu, para que las personas puedan reconocerte en nosotros y recibir tu gran don de amor. En el nombre de Jesús, tu mayor regalo. Amén.

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