El Regalo de estar en Comunidad

El Regalo de estar en Comunidad

Me encanta la historia de un grupo de estadounidenses que estaban en un tour en autobús en Roma. Los guiaba un guía que hablaba un buen inglés. Su primera parada fue una basílica en una plaza rodeada por varios carriles de tráfico romano implacable.

Después de que todos desabordaron el bus, el grupo subió las gradas para hacer un recorrido rápido por la iglesia. Luego se dispersaron para abordar el bus, que estaba estacionado al otro lado de la calle de la iglesia, y muchos de ellos salieron disparados frente al tráfico que venía en sentido contrario. El guía frenético le gritó al grupo para que se mantuvieran unidos, pero parecía que lo ignoraban. Desesperado, gritó: “Si cruzan uno por uno, les atropellarán uno por uno. ¡Pero si cruzan juntos, ellos creen que lastimarás el auto!” 

Mantenerse unidos tiene sus beneficios, ¿verdad que sí?

En el libro de Eclesiastés, capítulo 4, leemos esta sabiduría:

Más valen dos que uno, porque obtienen más fruto de su esfuerzo. Si caen, el uno levanta al otro; ¡ay del que cae y no tiene quien lo levante…! Uno solo puede ser vencido, pero dos pueden resistir. ¡La cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente!

Por eso la amistad y la comunidad son tan importantes. Todos necesitamos a otras personas en nuestras vidas; personas que nos aman como somos pero que también nos retarán a crecer; personas que nos levantarán cuando estamos caídos; personas que orarán por nosotros y con nosotros; personas que darán, amarán y servirán junto a nosotros.

Cultivar esa amistad y esa comunidad no es fácil. Incluso una comunidad eclesial puede resultar a veces difícil. Sin embargo, el esfuerzo en sí es un esfuerzo digno. Es una inversión.

Hay un viejo proverbio africano: Si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado.

Oremos: Recordamos Señor que dijiste: “No es bueno que estemos solos.” Concédenos el valor y la fuerza y la gracia que necesitamos para que podemos darnos a nosotros mismos y conectarnos profundamente con los demás. Y a medida que nos entregamos a nosotros mismos, que podamos notar cuánto estamos recibiendo realmente. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!

Daily Message Author: Joe Albright

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