El Poder del Perdón
Hay una historia sobre dos hermanos quienes fueron a ver a su consejero para que les ayudara a resolver una disputa de vieja data. El consejero consiguió que los dos reconciliaran sus diferencias y se dieran la mano. Cuando estaban a punto de marcharse, les pidió que cada uno hiciera un deseo por el otro. El primer hermano miró hacia el otro y dijo: “Te deseo lo que me deseas a mí.” Entonces, el segundo hermano levantó las manos y dijo: “¡Ya vio Pastor, está empezando de nuevo!”
A veces es así, ¿verdad que sí? Asumimos que a los demás no les caes bien – o que están a la espera de hacernos daño. A veces una relación ha sido tan estresada que es difícil para nosotros poder imaginar una mejor manera. ¿Qué hubiese sucedido si el segundo hermano hubiera podido decir, “Bueno, te deseo una vida hermosa?” ¿Cómo eso hubiera podido cambiar la dinámica y ayudado a sanar la relación?
En tu propia vida, oro para que recuerdes el poder del perdón. Que puedes ser el primero en abordar la situación y tratar de reconciliar cualquier relación que te haga daño. Incluso cuando la reconciliación no sea posible, que puedas ser el primero en desear a la otra persona una vida hermosa.
Oremos: A veces, Oh Dios, albergamos mucho resentimiento. Llevamos el equipaje de viejos dolores y heridas, y se pone pesado. Ayúdanos a alejarnos cuando sea necesario, pero siempre perdonar y dejar ir. Cuando sea posible, danos tu valor y fuerza para que podamos ser los primeros en reconciliar. Al hacerlo, que podamos experimentar la plenitud de tu gracia. Lo pedimos en nombre de Jesús. Amén.
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