El Poder de Bendecir

En su libro, To Bless The Space Between Us (Para Bendecir el Espacio Entre Nosotros), John O’Donohue cuenta la historia de cómo, siendo un joven sacerdote, él tuvo la oportunidad de visitar una comunidad contemplativa de monjas. Una hermana mayor abrió la puerta. Sabiendo que era un nuevo sacerdote, ella le pidió su primera bendición. Él dijo: “Me puse de pie ante este contemplativo y recurrí a todos los recursos que conocía para invocar la bendición más íntima. Mientras contemplaba la bendición, me di cuenta de lo irónica que era esta situación: Aquí estaba una contemplativa que había pasado más de sesenta años de su vida navegando por el silencio abrasador y la oscuridad de Dios, y sin embargo le estaba preguntando a un joven de veinticinco años por su bendición. Cuando ella se levantó decidí arrodillarme y pedirle su bendición. Parecía completamente desconcertada; ella murmuró algo y prácticamente salió corriendo de la sala…Ella era una mujer que practicaba una vida totalmente contemplativa, y sin embargo el sistema le hacía sentir que no podía bendecir, y a la inversa, me hizo pensar que yo sí podía…Esta experiencia me llevó a preguntarme quién tenía la autoridad y el poder para bendecir.

O’Donohue continuó escribiendo: “Cada vez que una persona toma a otra al cuido de su corazón, ellos tienen el poder de bendecir…bendecir a alguien es ofrecer un hermoso regalo…Una bendición es una forma de gracia; es invisible. No hay límites para ello…para quien cree, una bendición puede señalar el inicio de un camino de transformación.”

Ayer, mi mensaje fue sobre el poder de la bendición. De hecho, es un hermoso recurso que puede llevarse en la “caja de herramientas” de cualquier ser humano que se preocupe.

Una bendición es simplemente una esperanza, oración o verdad hablada que se ofrece para sanación, aliento, para nutrirse y fortaleza para llevar a lo largo del viaje. Cuando se habla con sinceridad y amabilidad, el impacto es duradero.

Simplemente me pregunto, me pregunto si habrá personas en tu vida que necesiten escuchar una bendición de ti el día de hoy…

Oremos: Que hoy recibamos tu bendición, Oh Dios, al recordar estas palabras dichas al profeta Jeremías: “Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes…planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.” Que así sea, Oh Dios, Que así sea. Amén.

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