El Guión

Hace poco escuché hablar a Michael Curry, Obispo Episcopal, sobre cómo los predicadores de antaño, en sus comunidades, solían decir – mira en una lápida y hay dos fechas – la fecha en que naciste y luego un guión – y luego la fecha en que mueres. Y los predicadores de antaño solían decir: La pregunta no es ¿Cuándo naciste? No tuviste nada que ver con eso. No es ¿Cuándo moriste? Probablemente tampoco tuviste mucho que ver con eso. La pregunta es ¿Qué hiciste con tu “guión”? Esa es la pregunta.

¿Qué hiciste con tu guión? ¿Cuál es el legado vivo que quiero dejar? ¿Qué quiero hacer con el tiempo que me han dado?

Él continuó diciendo: “Quiero que mi guión en mi lápida diga: “Puede ser que él haya cometido muchos errores, pero por todos los cielos, él trató de vivir una vida de amor.” Es lo que debería ser. Ahora, si quieres hacer eso, entonces no será algo fácil. Si no me crees, pregúntale a San Pablo…pregúntale a María Magdalena.

No es fácil – pero es enriquecedor. Y es significativo.

En Primera Carta a los Corintios, capítulo 13, Pablo escribe: “El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta…ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor.

Este es el tipo de amor que Dios tiene para nosotros. En el tiempo que se nos ha dado aquí en la tierra, tratemos de amar a los demás de la misma manera.

Oremos: Tú eres clemente y misericordioso. Oh Dios. Y te agradecemos por tu amor incondicional por nosotros. El día de hoy oro especialmente por aquellos que están heridos o cansados o que llevan cargas pesadas. Yo pido por tu gracia sanadora. Que cada uno de nosotros sirva de alguna manera como instrumento de amor y como recipiente de esperanza para los demás. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

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