El Don de la Hospitalidad
Henri Nouwen, una vez contó acerca de una época en donde él iba a un monasterio para un retiro espiritual. En ese monasterio, los monjes mantienen votos de silencio y el retiro espiritual era de ser meditativos y en oración. Nouwen se retrasó y tuvo que llegar tarde, en una noche lluviosa mucho después de la hora de acostarse. Uno de los hermanos lo encontró en la puerta y lo saludo calurosamente, tomando su abrigo mojado, y llevándolo a la cocina para una taza de té.
Hablaron hasta muy tarde en la noche, y Nouwen empezó a relajarse y a sentirse listo para el retiro espiritual. Sin embargo, se percató que se suponía que este monje mantuviera voto de silencio, y le preguntó, “¿Por qué estás dispuesto a sentarte y hablar conmigo?” El monje respondió “De todos los deberes de la fe Cristiana y de las reglas de mi orden, ninguno es más importante que la hospitalidad.”
Sabías que “hospitalidad” en su forma original combina dos palabras diferentes, una significa amistad y la otra significa desconocido. Así que, desde inicio de los tiempos, la hospitalidad ha llevado consigo la idea de hacer amigos de los desconocidos.
Me pregunto cómo se aplicaría esto en ti y en mí.
Algunas personas que conozco demuestran hospitalidad a personas que tienen necesidad en sus comunidades, a través del voluntariado en bancos de alimento y en refugios para desamparados. Otros lo hacen realidad al llevarle un vaso con agua helada al jardinero. Una sonrisa o una palabra amable pueden tener largos alcances cuando estamos siendo atendidos en una tienda o un restaurante. El reto es de recordar que de todos los deberes de la fe Cristiana, ¡la hospitalidad está cerca de la cima!
Oremos: Te agradecemos, Oh Dios, por las personas que han demostrado hospitalidad hacia nosotros – aun cuando somos unos extraños para ellos. Danos ojos para ver tu imagen en todos y cada una de las personas que conozcamos, y concédenos la gracia de darles la bienvenida de la forma en como tú le hubieses dado la bienvenida, y en la forma en que tú nos has acogido. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!