El Bautismo del Señor
El día de ayer en muchas iglesias alrededor del mundo, celebramos el bautismo del Señor. Imagina la escena por solo un minuto, hace más de dos mil años. Jesús está de pie en el barro con una multitud de pecadores. Juan el Bautista está envuelto con piel de camello, comiendo saltamontes y miel silvestre. Se encuentra en la orilla del río, claramente un poco nervioso. Jesús pide ser bautizado, pero Juan cree que debería ser al revés.
Ahora, lo que es clave en dicha cultura, había un fuerte sentido de vergüenza y honor. Jesús se humilla a sí mismo al renunciar a su legítimo lugar de honor. Y, se humilla identificándose completamente con las personas necesitadas.
En su evangelio, Mateo nos dice que cuando Jesús sale del agua – los cielos se abren, el Espíritu de Dios descendió sobre él, y Dios habla: “Éste es mi hijo amado; estoy muy complacido con él.”
Aprendemos mucho de este sencillo pasaje: Jesús es Hijo de Dios. Y, el Hijo de Dios es humilde. Él está con los más necesitados. Él está contigo y conmigo. Él nos muestra el camino de la salvación, el camino a través de las aguas, el camino a través de la humildad, servicio, sacrificio y amor. Que siempre estemos listos para seguir sus pasos.
Oremos: Dios de antaño, Dios del Año Nuevo por delante, Señor incluso de este momento, gracias por tu amor, por tu gracia, por tu reclamo sobre nuestras vidas. Nos ofrecemos a tu servicio nuevamente este día. Enséñanos a escuchar tu palabra y concédenos la humildad para seguir tus pasos. Oramos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!