El Arte del Fracaso

El Arte del Fracaso

¿Existe un arte en el fracaso?

Recuerdo haber leído algo que Anne Lamont escribió en su libro Traveling Mercies (Misericordias Viajeras). Un día se encontró en la ruina, borracha, adicta a las drogas, sufriendo de bulimia y totalmente deprimida. Había tocado fondo. Desesperada, concertó una cita con un sacerdote Episcopal. Ella le dijo: “Mi vida esta tan desordenada que no creo que Dios pueda amarme.” El sacerdote respondió: “Dios tiene que amarte. Ése es el trabajo de Dios.”

Es verdad ¿verdad que sí? Como decía mi amigo Herb Meza: Hay más gracia en Dios que pecado en nosotros.

Hace un par de semanas compartí un mensaje sobre el tema del perdón: Al salir del servicio de adoración alguien me dijo: “Sabes, Joe, la persona más difícil de perdonar suele ser a ti mismo.”

Eso también es cierto.

Si el primer paso en el arte del fracaso es simplemente reconocer el fracaso, entonces el segundo paso es aceptar el perdón y la gracia. Sí, cambia las cosas, sí, hay que hacer las paces cuando podamos, perlo luego hay que seguir adelante.

Pero hay más.

El poeta y filósofo irlandés John O’Donohue dijo: El hecho de nacer es ser elegido. En un sermón de Pascua, él afirmó: “Ninguno de nosotros está accidentalmente en el mundo. Somos enviados aquí porque hay algo especial que cada uno de nosotros debe hacer aquí y que nadie más podría hacer. Una de las sabidurías de vivir una vida plena es tratar de sentir para qué fuiste enviado aquí y tratar de dejar que los obstáculos que te impiden lograrlo desaparezcan…”

A veces podríamos pensar que los fracasos de nuestras vidas se interponen en nuestro camino, cuando en realidad es muy posible que los propios fracasos nos den exactamente las herramientas, la experiencia, la compasión, el aprendizaje y la fuerza para hacer lo que se nos ha dado a hacer aquí.

Si la vida es un arte y el fracaso es un aspecto de ella, tal vez haya algo que aprender de los fracasos de mi propia vida. Quizás, haya una manera de incorporarlos a la historia de mi vida, sin dejar que me definan. Quizás haya una manera de salir al otro lado más fuerte, más profundo, más valiente y más generoso. Quizás, sólo quizás haya una manera de utilizar esa experiencia pasada para ayudar a otros. 

Oremos: Dios amoroso, ayúdanos a aceptar que somos aceptados y amados. Ayúdanos a perdonar tal y como hemos sido perdonados, incluso a nosotros mismos. Que estemos suficientemente centrados y con los pies en la tierra para utilizar nuestras experiencias pasadas para ayudar a otros en tu nombre. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!

Daily Message Author: Joe Albright

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