Don Inherente
Hoy quisiera agradecer especialmente a aquellos de ustedes que han apoyado a la Fundación Dial Hope (Digita Esperanza) con una donación financiera. ¡Tus donaciones hacen posible este ministerio!
George W. Mallone cuenta la historia del hijo más joven de una familia a quien se le pidió que orara durante el desayuno en la mañana. Con la cabeza inclinada y los ojos bien cerrados, él oró en voz alta y clara: “Te agradecemos, Dios, por este hermoso día y por nuestra comida. Amén.”
Todos en la mesa lo miraron. El día no era hermoso. Era un día miserable – frío, húmedo y oscuro. Su padre dijo con severidad: “Nunca debes de orar así sin sinceridad.” Y un hermano mayor murmuró: “¡Que desconsiderado! Tratando de ser inteligente.” Y su madre le preguntó: “¿Qué quieres decir con “Un hermoso día”?”
Cuando el niño alcanzaba la mermelada de fresa, él simplemente dijo: “No se puede juzgar un día por su clima.”
Es cierto, ¡verdad que sí! Hay muchas cosas en la vida sobre las que no podemos hacer nada. No podemos cambiar el clima. No podemos controlar lo que hacen otras personas, o lo que piensan de nosotros. Pero podemos elegir como responder, como seguir adelante y como vamos a vivir – con la vida tal y como es.
Escuché a un amigo decir una vez que intenta despertarse todas las mañanas y tomar una decisión consciente. Él comienza cada día con esta oración: Hoy voy a encontrar y celebrar lo bueno que me has dado en este día, Señor. Es un regalo. Y voy a encontrar y celebrar lo bueno de cada persona con la que me encuentre. ¡Ellos son un regalo!
Me imagino que algunos días todavía no es fácil vivir esto. Sin embargo, con esta oración como la base de cada día, tengo que creer que este amigo ve mucha belleza y experimenta mucha gracia.
Oremos: Amado Dios, te damos gracias por la belleza de la vida misma; por la majestuosidad de tu creación, por las personas que nos aman y nos retan, por los regalos de la música y el arte, y por lo profundo de tu amor expresado en la venida de Cristo. Danos ojos y corazones abiertos para recibir estos y todos tus buenos regalos. Ayúdanos a apreciarlos y celebrarlos. Encomiendo a cada persona que escucha hoy a tu cuidado. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!