Dios y Tres Centavos
Cuando la Madre Teresa murió, ella era amada y bien conocida en todo el mundo. Pero ¿quién hubiese pensado que alguna vez ella hubiese ganado tal influencia en sus inicios? ¿Qué es lo que tenía para empezar? Ella era una mujer pequeña, que inició con casi nada. Madre Teresa les dijo a sus superiores: “Tengo tres centavos y un sueño de Dios para construir un orfanato.”
Los superiores de “Madre Teresa,” le dijeron: “no se puede construir un orfanato con tres centavos; con tres centavos no puedes hacer nada.”
“Lo sé,” dijo ella sonriendo, “pero con Dios y tres centavos yo puedo hacer cualquier cosa.”
Madre Teresa sabía que, con la bendición de Dios, se necesita muy poco para que grandes cosas sucedan. Esta creencia se basa en las enseñanzas de Jesús, que con la fe sólo del tamaño de un grano de mostaza…nada será imposible.
Me pregunto qué recursos tienes en tus manos. Me pregunto qué sueños tienes. Me pregunto lo que Dios puede querer hacer a través de ti.
Oremos: Dios amoroso, conviértenos en un instrumento de tu paz. Y, aun cuando te ofrecemos nuestras vidas y nuevamente nuestros recursos, continúa sanándonos y redimiéndonos y utilízanos para tú gloria. Amén
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