Dios es Nuestro Refugio y Fortaleza
El día de hoy, estoy profundamente agradecido por aquellos de ustedes que han apoyado a la Fundación Dial Hope (Digita Esperanza) con una donación financiera. La esperanza llega a los demás por ti. ¡Gracias!
Hay una vieja historia apócrifa sobre una mujer de 86 años, que volaba por primera vez. El siguiente anuncio por el intercomunicador del avión: “Habla su capitán. Nuestro motor número cuatro acaba de apagarse debido a problemas mecánicos. Sin embargo, no hay nada de qué preocuparse. Continuaremos nuestro vuelo con tres motores y aterrizaremos en Chicago según lo programado. Además, tengo algunas noticias realmente tranquilizadoras para ustedes. Tenemos tres obispos a bordo.” La pasajera de la tercera edad llamó a la azafata. “Por favor, dígale al capitán que preferiría tener cuatro motores en vez de tres obispos.”
¡Yo también lo haría! No es que no respete a los obispos o que no aprecia su ministerio – Yo los respeto. Es solo que, como pastor, me doy cuenta de que el clero no recibe favores especiales. El Señor no muestra favoritismo. Y, nos guste o no, ya sea que lo entendamos o no, a veces a las personas buenas les ocurren cosas malas.
No sé por qué es eso. Solo sé que lo es. Pero sí confío en que Dios está con nosotros – incluso en los momentos más difíciles. Me encanta las palabras del Salmo 46:
Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia. Por eso, no temeremos, aunque se desmorone la tierra y las montañas se hundan en el fondo del mar.
Nuestra oración de hoy fue escrita por el Reverendo Roger Kunkel, q.e.p.d., fundador de la Fundación Dial Hope (Digita Esperanza). Oremos: Oh Dios de todas las cosas preciosas, que escucha nuestro dolor, incluso cuando las lágrimas del amor líquido bloquean nuestras palabras, crea en nosotros un corazón de risa y esperanza. ¡Cuán grande eres! Danos audacia de liberar la voluntad perezosa del deseo de seguridad, la parálisis del análisis, al riesgo de la fe, la risa del amor. ¡Dios, te amamos! Gracias por caminar conmigo cuando el resto del mundo se aleja. A través de la asombrosa gracia de Jesucristo. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!
