Dejar Ir y Mirar Hacia Adelante
El aclamado predicador John Claypool una vez habló de una tormenta eléctrica que se extendió por el sur de Kentucky. En la granja donde sus antepasados habían vivido durante seis generaciones, el viento sopló y derribó un viejo árbol de pera que todos se recordaban que siempre había estado allí. El abuelo de Claypool se entristeció al perder el árbol en el que él había trepado cuando era niño y cuyas frutas había comido toda su vida.
Un vecino lo visitó y dijo: “Doc, lamento mucho ver su árbol de pera derribado.”
“Yo también lo siento,” dijo su abuelo. “Fue una parte real de mi pasado.”
“¿Qué vas a hacer?” Preguntó el vecino.
Su abuelo hizo una pausa por un momento y luego dijo: “Voy a recoger la fruta que queda y quemaré el resto.”
Claypool comentó: “Esa es la manera sabia de lidiar con muchas cosas en nuestro pasado. Necesitamos aprender sus lecciones, disfrutar de sus placeres y luego continuar con el presente y el futuro.”
Es verdad, ¿verdad que sí? No queremos quedarnos atrapados en el pasado – vivir en ese momento – anhelar lo que fue. Porque cuando lo hacemos, no estamos abiertos a recibir las muchas bendiciones de Dios aquí y ahora. También es cierto que cuando comenzamos a creer que nuestros mejores días han quedado atrás, nos abrimos a la desesperación.
En el libro de Jeremías leemos esta promesa: “Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes – afirma el Señor – planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.”
Que aprendas lecciones del pasado, disfrutes de sus placeres, y luego, confía en que Dios está contigo aquí y ahora y hasta la eternidad.
Nuestra oración de hoy fue escrita por Roger Kunkel, q.e.p.d., fundador de Dial Hope (Digita Esperanza). Oremos: Dios compasivo, tú sufres con nosotros. Te preocupas por nuestra angustia y tu amor lo asegura todo, lo soporta todo, lo cree todo y espera todo. En este amor encontramos fe y valor para vivir, respirar y tener nuestro ser. Gracias a ti, Oh Dios, por tu amor. En el nombre de Jesús. Amén.
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