De Pesca
En el Evangelio de Marcos a medida que Jesús estaba comenzando su ministerio, lo encontramos caminando por la orilla del mar de Galilea. Él se encontró con algunos pescadores – personas comunes – y les dijo: “Síganme, y los haré pescadores de hombre.” Por loco que parezca, estos hombres, Santiago y Juan, Simón, Pedro y Andrés, dejan todo y siguen a Jesús.
Ahora, me encanta la pesca, pero en lo superficial, toda esta idea de la pesca por personas da un poco de miedo, en el mejor de los casos. ¿Quiere Jesús que le apliquemos trucos con las personas, que atrapemos con redes y anzuelos a las personas e intentar meterlos en nuestro pequeño bote y hacerlos pensar como nosotros? En realidad, no.
Es interesante cuando nos fijamos en la escritura Hebrea – nuestro Antiguo Testamento, muchas de las imágenes de redes y anzuelos son imágenes de juicio. Las personas son atrapadas y agarradas en su propio camino de mala vida. Sin embargo, Jesús transforma todo esto. Las personas atrapadas en su actividad pesquera son realmente amadas y no juzgadas – son sanadas, y salvadas y no destruidas.
Jesús nos hace el llamado a pescar por personas: de amar a las personas, mostrar misericordia a las personas, de sanarlos y perdonarlos. Cuando respondemos a su llamado, ayudamos a difundir una red más amplia del amor de Dios. Que puedas encontrar una manera de responder a su llamado y el día de hoy empezar a pescar por personas del modo en que lo hizo Jesús.
Oremos: Dios misericordioso, tu llamamiento a nuestras vidas es profundo. Sabemos que, al seguirte, encontraremos vida en abundancia. Ayúdanos hoy a responder a tu llamado una vez más. Ayúdanos a mostrar intencionalmente tu amor, tu perdón, tu misericordia y tu gracia. Que seamos instrumentos de tu amor salvador. Mientras trabajas a través de nosotros, que también trabajes en nosotros. Lo pedimos en el nombre de Jesucristo. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!