¡De Ninguna Manera!

El mensaje de hoy fue escrito por mi amigo, el Rev. Eric Wogen.

Mis caminatas matinales diarios me brindan momentos memorables y lecciones fascinantes sobre la vida. Permítanme compartir una de ellas.

Hace un tiempo, mientras recorría mi ruta predecible, mis ojos envejecidos se sintieron atraídos por algo que no había notado antes. Era un brote verde diminuto, apenas visible, que luchaba por echar raíces en un entorno absolutamente inhóspito, un muro, un muro construido con ladrillos de jardinería. Ese muro de dos pies de alto separaba el patio de un vecino de la acera. 

Mi primera reacción ante esta batalla unilateral fue: DE NINGUNA MANERA, de ninguna manera esa planta potencial tendría una oportunidad. Las condiciones para el crecimiento parecían menos que mínimas. No se veía tierra. Los ladrillos de hormigón, separados por grietas delgadas, dificultaban mucho el crecimiento de cualquier cosa allí. Mi caminata continuó.

A medida que los días se convertían en semanas, me asombraba ver cómo esa pequeña mancha verde comenzaba a aumentar de tamaño. Día a día, veía como la nueva vida echaba raíces y, cuando finalmente aparecieron las delicadas flores blancas, se hizo evidente que había nacido una impaciente planta. En poco tiempo, esa jovencita planta, que alguna vez lucho, maduró y se convirtió en una planta bastante grande, verdaderamente impresionante, llena de flores, completamente desarrollada y próspera. 

Había nacido una ilustración de meditación de Dial Hope y la estás leyendo o escuchando hoy mismo. Si bien puedes sacar tus propias conclusiones sobre este recuerdo, esto es lo que me dice:

1. Dios ha llenado de un potencial increíble todo lo que vive.
2. Sea paciente y dé tiempo para que se desarrollen los resultados deseados.
3. Nunca se rinda ante lo que puede ser.
4. Haga del regalo de Dios, la ESPERANZA, su compañero constante.

Y, la próxima vez que sientas ganas de tirar la toalla, recuerda la maravilla de aquella planta de impaciencia determinada y tenaz que hizo de una pared de ladrillos su hogar.

Oremos: Señor Dios, la vida puede ser dura. Cuando las posibilidades prometedoras parecen improbables y la esperanza parece estar de vacaciones, recuérdanos que eres un Dios de nuevos comienzos. Oramos en el nombre de Jesús. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!