Cuando nos Derriban

Cuando nos Derriban

En uno de mis mensajes favoritos de Dial Hope (Digita Esperanza), el Reverendo Roger Kunkel, q.e.p.d., escribió sobre una de las transmisiones de fútbol americano del lunes por la noche. Hace varios años, los comentaristas estaban debatiendo sobre los grandes corredores de la historia profesional del futbol americano. Cuando hablaron sobre Walter Payton, q.e.p.d., de los Chicago Bears (Osos de Chicago), señalaron que él era el mejor corredor de campo en la Liga Nacional de Futbol Americano. Entonces Frank Giffor dijo, “¡Qué corredor! ¿Te das cuenta que en total Walter Payton obtuvo más de nueve millas de avance en su carrera? Solo imagínense eso – ¡más de nueve millas!” A lo que otro comentarista deportivo respondió: “¡Y pensar que cada 4.6 yardas del camino alguien lo estaba derribando!”

Bueno, ¿sabes qué? No sólo sucede en fútbol americano. Es cierto también en la vida. La pregunta no es si vamos a ser derribados. Vamos a estarlo. La pregunta es, “¿Cómo vamos a responder?”

En la Biblia, las personas fieles son derribadas muchas veces. Y encontramos que la comunidad de fe responde de dos maneras. Primero, expresan sus quejas a Dios. No pretenden que sea algo agradable. No tratan de pretender que todo está bien. Ellos claman a Dios. Ellos cuestionan a Dios. Ellos inculpan a Dios.

Pero ellos no se quedan allí. La segunda cosa que hacen, incluso en medio de todo este sufrimiento – ellos invocan el pacto – lo que Dios ha prometido. Ellos invocan la promesa de que este sufrimiento no llegará a tener la última palabra. Las situaciones críticas y confusas no llegan a tener la última palabra. Esta enfermedad, esta pérdida – no llegan a tener la última palabra. Dios la tiene. Y luego, ellos se levantan y comienzan nuevamente.

Cuando eres derribado en la vida, es una respuesta fiel clamar a Dios. Pero no te estanques allí. Dios te dará la fuerza y el valor que necesites para levantarte y enfrentar la vida con renovado gusto.

Oremos: Señor Dios, te damos gracias por las promesas del evangelio. Cuando estamos quebrantados, que podamos experimentar la sanación incluso en nuestro duelo y lamentación. Escucha nuestras oraciones, fortalece nuestros cuerpos y almas y llénanos de nueva energía y esperanza, lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!

 

Daily Message Author: Joe Albright

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