Crecen Fuertes en Grupos
No hace mucho salimos en familia a ver los gigantescos árboles Secuoya de California. ¡Son realmente espectaculares! Algunos de ellos crecen hasta 300 pies sobre el suelo y son tan antiguos desde los tiempos de Cristo.
Nos dijeron que, extrañamente, estos imponentes árboles tienen raíces poco profundas que crecen justo debajo de la superficie del suelo. Permanecen a poca profundidad para atrapar la mayor cantidad de humedad de la superficie que puedan. Uno pensaría que esto realmente debería ser su debilidad. Pensarías que las tormentas con fuertes vientos deberían llevar a estos gigantes al suelo. Pero no lo hacen. No lo hacen simplemente porque los árboles crecen en grupos y sus raíces entrelazadas se apoyan mutuamente contra las tormentas.
Los amigos, la familia y las comunidades de fe funcionan para nosotros de la misma manera, ¿no es así? Cuando estamos juntos con otros, podemos ofrecer este mismo tipo de apoyo.
En su libro, ¿Puedes Beber Este Cáliz?, Henri Nouwen lo expresa de esta manera: “En comunidad, decimos: La vida está llena de ganancias y pérdidas, alegrías y tristezas, altibajos, pero no tenemos que vivirla solos. Queremos beber nuestro cáliz juntos y así celebrar la verdad de que las heridas de nuestra vida individual, que parecen intolerables cuando se viven en soledad, se convierten en fuentes de sanación cuando las vivimos como parte de una comunidad de cuido mutuo.”
El día de hoy, que puedas dar gracias por los amigos y la familia en tu vida quienes tal y como las poderosas Secuoyas, nos fortalecen con fuerza y esperanza.
Oremos: Dios de Gracia, te agradecemos por las personas que has traído a nuestras vidas que hacen que el viaje sea un poco más hermoso. Hoy oramos especialmente por aquellos que se sienten solos y olvidados. Que sepan que tu presencia está con ellos. Rodéalos con tu amor y cuido. Pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!