Un Descanso Sabático

Un Descanso Sabático

Cuando vivía en Jamaica, había algunos de mis vecinos que celebraban un día sabático regularmente. A uno de mis vecinos todos lo llamaban Smith, aunque creo que ese era su apellido. Smith tenía dos trabajos y su esposa era estudiante de enfermería a tiempo completo. De hecho, ella trabajaba y asistía a una escuela localizada a una hora de distancia de Kingston. Ambos llevaban vidas muy ocupadas y agitadas.

En su día libre juntos, ellos iban a la iglesia por la mañana. Esa tarde la pasaban compartiendo comida con familiares y amigos. A veces pasaban el rato bajo un árbol de mango. Yo recuerdo que se escuchaban muchas risas en su casa y muchos cantos. Ellos tomaban este tiempo de descanso muy en serio – y, sin embargo, se divertían mucho durante dicho día. Era un patrón de descanso santo, un ritual. Y, era increíble ver que cada fin de semana todo su estrés desaparecía.

En retrospectiva, yo también tenía ese día libre. Tenía todo el fin de semana libre. Pero pasaba la mañana de los sábados haciendo lavandería y por las tardes calificando exámenes. Los domingos por la tarde limpiaba la casa y preparaba los temas para la siguiente semana. Siempre parecía haber algo que hacer.

Un domingo por la tarde, estaba sentado afuera calificando exámenes mientras mi vecino se acercaba. Yo nunca olvidaré dicho momento. Con una gran sonrisa en su rostro, Smith preguntó: “¿Hombre, los Presbiterianos no descansan?” Yo le dije: “Claro. Pero tengo que finalizar esto.” Él respondió amablemente: “Joe, incluso Dios descansó. ¿Eres más importante que Dios?” Él estaba bromeando. Pero no realmente. Él tenía razón.

Hoy oro por ti – para que puedas descansar un día a la semana y dejar de trabajar, deja la lavandería o pagar las facturas y, tal vez, incluso la tecnología. Un día a la semana. En cambio, llena ese día con cosas que nutran tu alma.

Oremos: Dios Amoroso, queremos honrarte y queremos experimentar la vida abundante que ofreces. Ayúdanos, Oh Dios, a establecer un patrón saludable de trabajo y descanso, para que podamos vivir una vida que te ubique en el corazón y centro de todo. Lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

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La Oración como Educación

La Oración como Educación

El autor ruso Feodor Dostoevsky escribió una vez: “No te olvides de la oración. Cada vez que oras, si tu oración es sincera, habrá un nuevo sentimiento y significado en ella; lo cual te dará un nuevo valor, y comprenderás que la oración es una educación.” 

Quizás hayas oído la expresión: “La Oración cambia las cosas.” Muchas personas ciertamente encuentran que eso es cierto – aunque no siempre exactamente como esperaríamos. Parte del punto de Dostoevsky es que, la mayoría de las veces, la oración nos cambia. Nos abre cada vez más a la presencia de Dios y esperanzado que alinea nuestro corazón con el corazón de Dios. 

Oremos: Recuérdanos de nuevo, Oh Dios, del poder de la oración. Recuérdanos que hay sabiduría, valor y guía que recibimos solo sentándonos en tu presencia. Concédenos la capacidad de hacer espacio y tiempo para escuchar tu voz y ser moldeados a tu imagen; a través de Jesucristo. Amén.

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No es un Ensayo General

No es un Ensayo General

Recuerdo que hace algún tiempo, mientras me encontraba en el vehículo con mi amigo Hunter, nosotros pasamos cerca de un gran cementerio. Hunter me preguntó: “Entonces, ¿Cuántos muertos crees que hay en este lugar?” “No lo sé,” yo respondí. Él dijo, ¡Qué tal todos ellos!”

Nos reímos mucho, pero debajo de la ligereza con lo que se hizo el comentario, su broma me recordó que la vida no es un ensayo general. Solo tenemos una oportunidad de vivir, y esta es.

Más tarde, cuando salí del auto, hacia la fresca mañana de Enero, miré hacia el cielo azul brillante y alcé una oración de acción de gracias. Di gracias por la bendición de la vida, por las amistades, por la salud y por la capacidad de reír frente al abismo. “Hoy,” me dije a mi mismo, recordando las palabras de mi amigo Roger Kunkel, q.e.p.d.: “¡Hoy es un milagro irrepetible! ¡Hagamos de ella una obra maestra!”

Oremos: Dios misericordioso, te damos las gracias por el don de la vida. Incluso con todas sus bendiciones y desafíos, existe una gran belleza. Ayúdanos a apreciar nuestro tiempo aquí en la tierra, especialmente a las personas que nos rodean. Recuérdanos que perdonemos y amemos tan plenamente como podamos. Que todos vivamos con los ojos y brazos abiertos para que podamos recibir tus bendiciones y, a su vez, bendecir a los demás. Amén.

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Algo más Fuerte

Algo más Fuerte

El Sacerdote Jesuita Gregory Boyle dijo que, en la tradición monástica, la forma más alta de santidad es experimentar el infierno y no perder la esperanza.

Eso no es fácil, ¿verdad que no? No es fácil confiar en que, de alguna manera, de alguna forma, Dios va arreglar la situación…

Eso no significa que las cosas siempre resultarán como esperábamos inicialmente. Pero esta promesa es la promesa de nuestra fe. Es la promesa de la Pascua: que incluso en medio del mayor sufrimiento, dolor y herida, Dios puede traer algo nuevo, algo más fuerte, a veces incluso algo hermoso…

Quizás el final de la historia aún no esté escrito.

Ayer reflexioné sobre la historia de José en el libro de Génesis. Me imagino que una traición como la que él sufrió, el dolor que sufrió, los años que pasó en una prisión egipcia podrían fácilmente amargarle el alma. Él podría fácilmente haberse convertido en un joven colérico, y luego en un anciano cínico, amargado y enojado.

Pero algo en José podía ver el panorama más amplio. Él les dijo a sus hermanos: “Es verdad que ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios transformó ese mal en bien para lograr lo que hoy estamos viendo: salvar la vida de mucha gente.”

Pienso también en Pablo. Era un hombre que había estado en prisión muchas veces, que había sido encadenado y golpeado, que había naufragado, y que cuando estaba escribiendo esta carta, sabía que el fin de su vida estaba cerca. Y, sin embargo, en el libro de Romanos escribió: “Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman…”

¿Cómo sería tener ese nivel de confianza? ¿Cómo sería ser alguien tan arraigado en nuestra fe, que pudiéramos perdonar a las personas que nos hayan hecho daño, nos hayan engañado, nos hayan apuñalado por la espalda? ¿Cómo sería ser personas tan seguras de la mano de Dios obrando, que incluso cuando nos sintamos perdidos en la oscuridad, o cuando nos encontremos pensando en errores o fracasos pasados, podamos recordar: ¿Dios puede hacer lago incluso con esto? Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman.

Oremos: Concédenos, Oh Dios, la capacidad de ver con los ojos de la fe. Danos la fuerza interior y la resiliencia para avanzar siempre hacia el futuro con esperanza. Y danos la seguridad de corazón para confiar en que, en todas las cosas, tú puedes sacar luz de la oscuridad, esperanza de la desesperación e incluso vida de la muerte. Amén.

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José

José

Muchos de ustedes recordarán la historia de José, es decir, José con la túnica de muchos colores. O, Joseph and the Technicolor Dream Coat (José el Soñador), si has visto el Musical de Broadway. Quizás recuerden que sus hermanos lo traicionaron y lo vendieron como esclavo. De alguna manera, asciende a un lugar de gran poder en Egipto, y Dios lo utiliza en ese nuevo lugar. Muchos años después, sus hermanos llegan a Egipto en busca de comida en medio de una hambruna. José los confronta. Sin embargo, a pesar de su traición, él los perdona.  

He analizado esta historia desde varios ángulos a lo largo de los años, pero al reflexionar sobre ella hoy, creo que lo que más me impacta es la declaración de José a sus hermanos: “Es verdad que ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios transformó ese mal en bien…”

Es una declaración notable. Me recuerda la declaración del Apóstol Pablo: “Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman…”

¿Es posible que Dios esté obrando en todas las cosas, incluso en las cosas horribles, produciendo algo bueno?

Pienso en algunos de mis amigos que perdieron sus negocios familiares durante la última gran recesión en el 2008…Había pertenecido a su familia durante años. Ellos tenían dos hijos, que todavía estaban en la escuela secundaria en ese momento, y la pérdida fue simplemente devastadora. Estaban preocupados por perder su casa. Estaban preocupados por cómo iban a cubrir todos sus gastos. Recuerdo lo desgarrador que fue. 

Pero, al mirar atrás, Dios intervino en sus vidas durante ese tiempo. Dios hizo surgir algo nuevo. Mi amigo me dijo que toda esta experiencia los unió como familia. Se unieron de maneras que nunca hubieran imaginado y comenzaron a experimentar un nivel completamente nuevo de gratitud por los regalos que tenían.

No pasó mucho tiempo después de dicha situación que mi amigo decidió inscribirse en un seminario. Hace años asistí a su servicio de ordenación y, hoy, él es pastor. Sus vidas, a partir de esta destrucción, tomaron un rumbo completamente nuevo.

Me pregunto si ha habido eventos en tu vida que parecieron tan devastadores en el momento, pero que, al mirar atrás, puedes ver que algo nuevo; algo bueno, tal vez incluso algo hermoso salió de ello…Tal vez no lo que planeaste, no lo que esperabas, pero hermoso de todos modos.

Oremos: Oramos, Dios misericordioso, para que, incluso en medio de los momentos devastadores de nuestras vidas, tu Espíritu nos guíe de nuevo. Te pedimos sanación, redención y la capacidad de ver la luz más allá de la oscuridad. En el nombre de Jesús. Amén.

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Agarrados del Brazo (Él se Preocupa por Ti)

Agarrados del Brazo (Él se Preocupa por Ti)

Amigos de Dial Hope (Digita Esperanza), ¿A veces te sientes como si tus problemas son tan abrumadores que apenas puedes mantener la cabeza fuera del agua? En la Biblia, Dios dice que “depositemos en él toda ansiedad”, porque él cuida de ti. (1 Pedro 5:7)

Uno de los más dramáticos ejemplos de la Biblia, acerca de lanzarnos hacia Dios, es el intento de Pedro de caminar sobre el agua. Era pavimento líquido debajo de sus pies. Cuando Jesús le pidió a Pedro de caminar hacia él, Pedro, rápidamente, salió del barco y, con sus ojos fijos en el Señor, empezó a caminar. Pero luego miró el pesado mar a su alrededor. Aterrorizado, empezó a hundirse. “¡Sálvame, Señor!” gritó. Jesús, inmediatamente, estaba junto a Pedro. Y, agarrados del brazo, caminaron sobre el agua hacia la embarcación. Al igual que Pedro, si quitas la vista de tu fuente y hacia tu situación imposible, te hundirás. Pero, si mantienes fijos los ojos en Jesús y caminas agarrados del brazo con él, estarás a salvo…porque Jesús se especializa en satisfacer las necesidades humanas. Lo que sea que esta sobre tu cabeza, en el modo de problemas, ya está debajo de sus pies. ¡Está en su control! Recuerda: Depositen en él toda ansiedad”, porque él cuida de ti. (1 Pedro 5:7)

Oremos: Dios de amor, que entró en el mundo vestido de nuestra vestidura de carne y quien voluntariamente se ofreció a la cruz, vístenos en tu Espíritu, que las personas puedan reconocerte en nosotros y recibir el gran don de amor incondicional y de gracia increíble. Recordamos hoy y esta semana a los hombres y mujeres al servicio de nuestro país en Afganistán e Irak. Rodéalos con tu presencia y bríndales la confianza de Cristo. En el nombre de Jesús. Amén

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Todos Necesitamos una Pequeña Luz

Todos Necesitamos una Pequeña Luz

Hay una vieja historia apócrifa sobre un niño pequeño, de nombre John, que participó en su primera feria de ciencia en segundo grado. Debido a que su mamá le gustaba las plantas, ellos decidieron experimentar con el crecimiento de las plantas. Él tomó dos pequeñas plantas verdes y colocó una en la base de la ventana y la otra en una caja de cartón. Después de un par de semanas, Jhon notó que la que estaba en la base de la ventana había crecido un par de pulgadas y tenía hojas verdes vibrantes. El que estaba dentro de la caja en realidad había crecido un poco, pero había perdido todo su color verde, volviéndose casi blanco y sus hojas caídas. Pensando que la planta podría morir, Tommy hizo un agujero en un lado de la caja, y colocó la caja, con la planta adentro, en la base de la ventana, con el agujero mirando hacia la luz entrante.

Por supuesto, todos podemos imaginarnos exactamente lo que sucedió. Durante las siguientes semanas, la planta comenzó a crecer a través del agujero. Y, un par de semanas después, ¡incluso floreció!

La verdad es que todos necesitamos luz en nuestras vidas. 

Jesús dijo una vez: “Yo soy la luz del mundo.”

Vale la pena considerar – ¿Dónde ves que la luz de Jesús brilla con más intensidad? ¿Hay personas que irradian esa luz? ¿Es a través del tiempo que dedicas al voluntariado, el tiempo que pasas en la iglesia, los momentos de tranquilidad o los momentos de acción? Vale la pena prestar atención a esos espacios y personas donde la luz de Jesús brilla con más fuerza. Y que puedas encontrar tiempo para sentarte en esa luz para que puedas crecer e incluso florecer.

Oremos: Dios de Amor, te agradecemos por la forma en que tu luz brilla incluso en los momentos más oscuros de nuestras vidas. Te agradecemos por las personas que conocemos y amamos que reflejan la luz de Cristo. Es en su nombre que oramos. Amén.

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La Vida es un Regalo

La Vida es un Regalo

Como pastor, tengo el privilegio de estar con personas al final de sus vidas. Esto siempre me recuerda que la vida es corta y que nuestro tiempo aquí es solo un respiro. A veces, cerca del final de la vida, las personas querrán hablar sobre lo que ha sido más importante en sus vidas. Es interesante, nunca he escuchado a nadie decir: “Desearía haber pasado más tiempo en la oficina,” o, “Desearía haber ganado más dinero,” o, “Desearía haber podido tener esa casa más grande.” Al final, dichas cosas cuentan muy poco.

Lo que escucho son cosas como: “Desearía haber pasado más tiempo en casa.” “Desearía poder decirle que la amo.” “Estoy tan agradecida de haber tenido esos últimos seis meses con él – ¡qué regalo!” “Estoy tan agradecida de haber finalmente solucionado las cosas con mi hijo.”

Tengo que creer que por eso el Salmista oró: “Señor, enséñanos a contar bien nuestros días…” (Salmo 90:12) Porque cuando recuerdo que tengo un tiempo limitado en esta tierra y que yo, como todo lo demás, algún día ya no estaré más aquí, definitivamente plantea algunas preguntas profundas: Si mi vida terminara mañana ¿Sabría mi esposa cuánto la amo? ¿Sabrían mis hijos? ¿Qué diría las personas sobre el tipo de persona que soy hoy? ¿Estoy construyendo el tipo de vida que marca la diferencia?

Que hoy podamos orar con el Salmista: “Señor, enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría.” (Salmos 90:12)

Oremos: Señor, tú has sido nuestra morada por todas las generaciones. Antes de que nacieran las montañas o de que tú dieras la luz al mundo entero, desde la eternidad hasta la eternidad tú eres Dios. Hoy recordamos que estamos aquí solo por un breve momento. Empodéranos, Dios Amoroso, para aprovechar al máximo cada momento de cada día, para estar presentes, para amar profundamente y para vivir cerca de ti. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

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Encontrar un Propósito

Encontrar un Propósito

En su libro, Deep-Rooted in Christ (Arraigados Profundamente en Cristo), Joshua Kang escribió: “La vida abundante llega cuando vivimos una vida de misión; una vida que sirve a los demás tiene sentido y propósito.” Kang nos anima a reflexionar sobre nuestras vidas y evaluarlas basándose no en su duración, o por el ritmo que tienen, sino por su contenido.

Incluso, filósofos de tradición como Will Durant nos recuerdan que, para dar sentido a la vida, uno debe tener un propósito más grande que uno mismo.

Hay algo en tender la mano a los demás que le da sentido y significado a nuestra propia vida. Hay algo en el cuido de los demás que trae curación a nuestra propia alma. Eso es parte de como Dios nos creó. En palabras del Génesis: ¡Hemos sido bendecidos para ser una bendición para los demás!

Nuestra oración de hoy proviene del Libro Presbiteriano Tradicional de Adoración. Oremos: Dios eterno, en quien vivimos, en quien nos movemos y eres dueño de nuestro ser: Nos has creado para ti para que nuestros corazones estén inquietos hasta que descansen en ti. Danos pureza de corazón y fuerza con propósito para que ninguna pasión egoísta nos impida conocer tu voluntad, que ninguna debilidad nos impida conocer tu voluntad, que ninguna debilidad nos impida hacerlo; que en tu luz veamos la luz con claridad y en tu servicio encontremos la perfecta libertad; a través de Jesucristo nuestro Señor. Amén.

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Eclipsando la Oscuridad

Eclipsando la Oscuridad

El mensaje de hoy fue escrito por mi amigo, el Reverendo Roger Kunkel, fundador de Dial Hope (Digita Esperanza).

En el Evangelio según Juan 1:5: “Esta luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no han podido extinguirla.”

Amigos de Dial Hope (Digita Esperanza), muchos de ustedes están lidiando con la oscuridad en este momento. Llegan la separación y el divorcio, pero parece que siempre les pasa a otras personas, nunca a nosotros. Tenemos momentos desesperados con nuestros hijos (incluidos los hijos adultos) que parecen durar semanas, meses o años. Algunos de ustedes están afligidos por la muerte de un familiar y les resulta especialmente difícil en esta época del año. Y la vida se sumerge en las tinieblas. Las buenas noticias, ¡el TA-RÁN! Del evangelio es que la luz de Jesús eclipsa todas las tinieblas. Por lo tanto, necesitamos ponernos en contacto con la Luz. 

Me encanta la historia de una pequeña iglesia en una zona rural que se congregaron para un servicio religioso en un sótano, donde la habitación dejaba entrar poca luz natural. A menudo estaba oscuro y tenebroso cuando las personas se reunían. El pastor de esta pequeña congregación decidió que sería bueno comprar un candelabro para la habitación. Él anunció su esperanza a la congregación y convocó a una reunión especial para votar. Cuando la congregación se reunió, él les dijo que deseaba su voto sobre si gastar dinero en un nuevo candelabro para el espacio de adoración y preguntó si había alguna discusión al respecto. Un hombre de avanzada edad se puso de pie y dijo: “¡Sí, ciertamente! Quiero discutirlo. Yo estoy en contra de esta compra por tres razones. Primero, nadie sabe cómo se escribe la cosa; por lo tanto, no podríamos ordenarlo. Segundo, incluso si tuviéramos uno, nadie sabría cómo tocarlo. Y, por último, ¡lo que realmente necesitamos por aquí es más luz!”

Llega la oscuridad. Cobra vida. Pero la Luz de Jesucristo eclipsa las tinieblas.

Oremos: Oh Dios de todas las cosas preciosas, que oyes nuestro dolor incluso cuando las lágrimas bloquean nuestras palabras, crean en nosotros un corazón alegre y de esperanza. Que tu espíritu consuele a aquellos que están pasando por un momento difícil en este momento. Sorpréndenos con tu gracia y luz en lugares inesperados. A través de Jesucristo, la Luz del mundo. Amén.

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