No se Amolden

No se Amolden

Ayer compartí un pasaje del libro de Romanos, capítulo 12: “Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo…” Pablo continúa: “no se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.”

Es interesante: la ofrenda de nuestro cuerpo comienza con nuestras mentes…nuestro mundo interior…

Es como decir que Jesús nos ha llamado a este hermoso estilo de vida, un estilo de vida transformado, un estilo de vida que conduce a la sanación. Es un estilo de vida que tiene un impacto en el mundo que nos rodea. Pero para tener un impacto en ese mundo exterior, tenemos que empezar en este mundo interior…

No se amolden, pero sé transformado…

¿Cómo se ve esto?

Tal vez, al menos en parte, adaptarse a esta época signifique asumir los miedos, las ansiedades y el apego a este mundo que nos rodea.

El otro día estaba escuchando un podcast y un profesor de meditación hablaba de una amiga que había pasado por un divorcio bastante terrible. Él dijo que la persona con el que se había casado su amiga era un abogado de éxito y que estaba tratando de quedarse con todo el dinero y también de conseguir la custodia de los niños. También, él contaba historias sobre ella de que era una mala madre, mientras que él era el que había tenido una serie de aventuras. Ella dijo: “En un momento, llegué al punto en que pude ver una clara bifurcación en el camino, cómo lidiar con esto. Si me dirigía hacia una dirección, había amargura, mezquindad y enojo. Hacia el otro lado, había apertura, perdón y generosidad.”

Ella había estado orando y meditando, y ella dijo: “He recibido una revelación. No voy a asumir esa ira. No voy a asumir esa mezquindad. Y no voy a dejar un legado de amargura a mis hijos.”

A menudo, en la vida, tenemos que elegir qué aceptamos, qué asumimos y qué absorbemos. Hay mucha ira, ansiedad y aferramiento en el mundo que nos rodea. Hay mucho odio.

Pablo dijo que no nos amoldemos. 

Me gusta la forma en que lo expresa Michael Singer: “El mundo está enfermo y es neurótico, pero eso no significa que tú tengas que estarlo.”

Con todo el dolor y sufrimiento que hay en el mundo que nos rodea, a veces resulta abrumador. Pero el único regalo que podemos ofrecer es nuestra propia sensación de paz y bienestar interior. Que tú y yo podamos trabajar en nosotros mismos. Y que estemos siempre abiertos a la renovación y transformación de nuestros mundos interiores.

Oremos: Te damos nuestros corazones, nuestras mentes, nuestras manos, Oh Dios. Ayúdanos a amar a los demás como Jesús nos ha amado, a cuidar de los demás como Jesús nos ha cuidado y a perdonar a los demás como Jesús nos ha perdonado. Te lo pedimos en su nombre. Amén.

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Sacrificio Viviente

Sacrificio Viviente

En su carta a los Romanos, capítulo 12, el Apóstol Pablo escribió: “Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo…”

En la época de Pablo, la mayoría de las religiones, incluido el Judaísmo, ofrecían sacrificios de animales quemados: cabras, pájaros, toros. Desde el punto de vista del clero, ¡me alegro mucho de que ya no lo están haciendo!

Sin embargo, se trataba de un acto de adoración. Los animales que se ofrecían no debían ser animales de caza, ni con defectos, sino que debían provenir de las posesiones de la persona. La ofrenda tenía que ser valiosa para cada persona. A veces se ofrecían como expiación por el pecado, pero otras veces se ofrecían simplemente como un acto de gratitud.

A lo largo de sus cartas, Pablo lo deja claro: Jesús es ahora la expiación por el pecado. Ya no tenemos que hacer ese tipo de ofrendas, porque por gracia hemos sido salvados. Eso está hecho. Sin embargo, todavía hay un tipo de ofrenda que debemos hacer. Por profunda gratitud por todo lo que Dios ya ha hecho, presenta tu cuerpo, todo tu ser, todo lo que tienes, todo lo que eres, como un sacrificio vivo…

¿Qué significa eso? Bueno, en los siguientes capítulos Pablo explica de manera muy concreta. Compartiré con ustedes unas pocas líneas, comenzando en el versículo 10:

Ámense los unos a los otros…Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, perseveren en la oración. Ayuden a los hermanos necesitados. Practiquen la hospitalidad…Bendigan a quienes los persigan; bendigan y no maldigan. Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran. Vivan en armonía los unos con los otros. No sean arrogantes, sino háganse solidarios con los humildes…No paguen a nadie mal por mal…

A partir de ahí, sigue adelante. No es tan fácil.

Richard Foster dijo una vez: “¡El problema con un sacrificio vivo es que siempre quiere bajarse del altar!”

Que tú y yo permanezcamos en el altar. Que toda nuestra vida, nuestra forma de vivir, nuestra forma de hablar, nuestra forma de tratar a los demás, que seamos una ofrenda de agradecimiento, de gratitud por el amor y la generosidad de Cristo hacia nosotros.

Oremos: Te damos nuestros corazones, nuestras mentes, Oh Dios. Ayúdanos a amar a los demás como Jesús nos ha amado, a cuidar de los demás como Jesús nos ha cuidado y a perdonar a los demás como Jesús nos ha perdonado. Te lo pedimos en su nombre. Amén.

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Corona de la Creación de Dios

Corona de la Creación de Dios

El mensaje de hoy fue escrito por el Rev. Roger Kunkel, q.e.p.d., fundador de Dial Hope.

Una de las más grandes verdades de la Biblia es…Nosotros, tú y yo fuimos hechos a la imagen de Dios. ¡Esto es un milagro! Dios creó a gatos y perros, colibríes, cardenales rojos, ardillas, elefantes, jirafas, pelícanos, delfines y los ornitorrincos. Dios hizo los árboles, las flores y los cielos. Dios hizo todo esto y dijo: “¡Esto es bueno! Ahora, ¡Esto es bueno!” Y para finalizar todo, Dios dijo, “Ahora, para la obra maestra: ¡Voy a crear algo a mi imagen!” ¡Y Dios nos creó! Como puedes ver, es un pecado que nosotros digamos: “Bueno, yo solo soy humano.” Si quieres ver uno de los milagros de Dios, no recolectes conos de piña, no veas a la Vía Láctea, no captures a una ardilla, no encuentres una foto que muestra la corriente de la trucha, sólo mira a la persona a tu lado. ¡Ahí está el milagro de Dios! ¡Ahí está la corona de la creación de Dios!

Oremos: Dios creador, contemplamos tus pequeñas maravillas y tu grandeza global. Nos inclinamos para examinar un ciempiés y nos ponemos de pie en la cima de la montaña para tratar de tomar la Vía Láctea. Escuchamos el pequeño llanto de un gatito recién nacido y nos encogemos al rugir de la tormenta. Somos en verdad pequeños en el esquema del universo, pero estamos agradecidos que nos has hecho a tu imagen. Cuando estemos cansados, danos energías. Cuando estemos tristes, bríndanos comodidad. Por todos aquellos que han sufrido pérdidas, por aquellos que se preocupan por lo que ocurrirá, oramos para que puedas caminar delante de ellos y que nos habilites para ser compañeros a lo largo del camino. Ahora “levántanos sobre las alas de las águilas, llévanos al aliento del alba, haznos brillar como el sol y sostennos en la palma de tus manos.” (En las Alas de Águilas, basado en Salmos 91). Te lo pedimos en el nombre de Jesús, el amigo de todos. Amén.   

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Íntegro

Íntegro

Hoy estoy profundamente agradecido por aquellos de ustedes que han apoyado a la Fundación Dial Hope con una donación financiera. ¡Mucha gente se beneficia de tu donación!

Francisco De Sales fue uno de los santos más venerados de la historia de Francia. En su época, había un obispo que tenía la intención de escribir una biografía de De Sales. Para ello, el obispo planeó una visita prolongada. Queriendo saber cómo era realmente este hombre, el obispo llegó a perforar un agujero en la pared para poder espiar su conducta. Lo que descubrió fue que De Sales era el mismo en privado que en público. Él era un hombre íntegro.

Una vez escuché al erudito Cristiano Martin Marty hablar sobre por qué tenía tanta afinidad con una amiga. Él dijo: “Su interior coincide con su exterior.” Me hace sonreír pensar en su afirmación. Tengo que creer que es algo por lo que vale la pena luchar.

Oremos: Dios Amoroso, tú conoces nuestros corazones. Tú sabes que queremos vivir vidas más integras, más plenas, más en sintonía contigo. Danos ojos para ver donde necesitemos mejorar, pero danos gracia para que no nos quedemos atascados en la desesperación. Y, luego danos la voluntad y la ayuda que necesitamos para refinar, reajustar y renovar nuestras vidas; a través de Jesucristo. Amén.

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El Don de la Maravilla

El Don de la Maravilla

En una vieja tira cómica Peanuts (Charlie Brown y sus Amigos), el hermano de Snoopy, Spike, que vive en el desierto, estaba sentado con la espalda apoyada en un cactus. Él está escribiendo una carta: “Por la noche, el sol se oculta, y las estrellas salen; y luego, por la mañana, el sol vuelve a salir. Es muy emocionante vivir en el desierto.” 

Me encanta la sensación de maravilla y asombro de Spike por el mundo natural. En nuestro mundo vertiginoso, lleno de maravillas tecnológicas, a veces damos por sentada la belleza que nos rodea por todos lados. Abundan los amaneceres y atardeceres, hermosas formaciones de nubes y cúmulos de estrellas. Pero a menudo, no nos damos cuenta – y tampoco nos asombramos.

En su libro, This Sunrise of Wonder (Este Amanecer de Maravilla: Cartas para el Viaje), Michael Mayne les escribe lo siguiente a sus nietos: “Si hubiera podido agitar una varita mágica de un abuelo de hadas en tu nacimiento y te hubiera deseado un solo regalo, no habría sido belleza ni riqueza ni una larga vida: Habría sido el don de la maravilla.” (Michael Mayne, Este Amanecer de Maravilla, p. 11)

Hoy los invito a recuperar su sentido de maravillarse. Intenta salir, aunque sea por un breve momento. Si no puedes salir, tal vez puedas sentarte cerca de una ventana. Respire el aire fresco. Huele la lluvia o disfruta del sol. Si no puedes salir, tal vez puedas sentarte cerca de una ventana. Observa las nubes cruzar el cielo. Recuerda las palabras del salmista:

Oh Señor, soberano nuestro, ¡que imponente es tu nombre en toda la tierra!…Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que allí fijaste, me pregunto: ¿Qué es el hombre, para que en él pienses? ¿Qué es el ser humano, para que lo tomes en cuenta?

Oremos: Abre nuestros espíritus de nuevo, Oh Dios, para que podamos ser conmovidos y asombrados por tu creación, y por la belleza de la música y el arte, y por el amor de amigos y familiares. A través de esta belleza, acércanos más a ti. Te damos todas las gracias y alabamos este día. Amén.

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Aferrándonos a la Esperanza

Aferrándonos a la Esperanza

Hace algún tiempo escuché a una mujer hablar sobre un momento difícil en su vida – años en los que todo parecía desmoronarse. Durante ese tiempo perdió a su marido y su trabajo. A pesar de todo esto, ella se aferró a una promesa del libro de Joel, donde después de una terrible sequía y una plaga, Dios Dice: “Yo les compensaré a ustedes por los años en que todo lo devoró ese gran ejército de langostas.”

Como puedes ver, la mujer sintió que la langosta le había pasado factura a su vida.

Sin embargo, su testimonio afirmó que en su experiencia Dios era fiel. No es que ella recuperó exactamente lo que perdió, sino que Dios le había ayudado a superarlo. Finalmente ella estaba llegando a un lugar donde podía comenzar a ver bendiciones y sentir alegría una vez más. Ella se sentía más fuerte y con más conocimientos que nunca.

No sé qué han comido las langostas en tu vida, o qué daño pueden haber tenido en tu salud, tu familia, tu corazón. Pero, sí sé esto: Tú puedes aferrarte a la esperanza. Tú puedes confiar en que Dios es fiel. Tú sabrás que, incluso en medio de la angustia y el dolor, siempre nos acercamos más a Dios.

Oremos: Dios de la Esperanza, a través de los altibajos de la vida, a través de las alegrías y las angustia, confiamos en que estás con nosotros, y confiamos en que eres bueno. Hoy oro especialmente por aquellos que se encuentran en medio de las luchas de la vida y que no ven una salida. Nos aferramos a la esperanza por ellos. Acerca a las personas adecuadas a sus vidas para ayudarles a llevar las cargas, y que sepan que estás cerca. Te lo pedimos en el nombre de Aquel que es la Resurrección y la Vida. Amén.

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La Danza de la Alegría

La Danza de la Alegría

El mensaje de hoy fue escrito por mi amigo, Rev. Roger Kunkel, q.e.p.d., fundador de Dial Hope.

Hace muchos años, alguien le preguntó a Pávlovna, la gran bailarina Rusa, que quería expresar durante un baile determinado. Ella respondió: “¡Si pudiera decirlo en palabras, no habría necesidad de bailarlo!”

Ciertas verdades son demasiado grandes para las palabras. Tienen que ser dramatizados, representados. Y es por eso que para el Cristiano, la cruz y la resurrección son tan importantes para nosotros. Allí, en la vieja y áspera cruz del Viernes Santo, y allí en la tumba vacía de la mañana de Pascua, Dios dramatizó su mensaje, Dios lo representó para nosotros. Y ahora este símbolo, el símbolo de la cruz, nos sirve como un recordatorio constante y poderoso de la verdad de Dios, la voluntad de Dios para con nosotros y el amor incondicional de Dios por nosotros. El apóstol Pablo lo resume en la Primera Carta a los Corintios 13:13, “…la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor.”

Escucha estas palabras de dos hermosos himnos. El primero es: “En el Monte Calvario,” escrita en 1913:

En el monte calvario estaba una cruz
Emblema de afrenta y dolor,
Y yo quiero esa cruz donde murió mi Jesús
Por salvar al más vil pecador.
¡Oh! Yo siempre amaré esa cruz,
En sus triunfos mi gloria será;
Y algún día, en vez de una cruz,
Mi corona Jesús me dará.

El segundo himno: “El Señor del Baile” fue escrita 50 años después, en 1963:

Bailé en la mañana, cuando el mundo era joven,
Bailé en la luna y las estrellas y el sol,
Bajé del cielo y bailé en la tierra,
En Belén tuve mi nacimiento.

Bailé en un viernes en que el mundo se tornó negro;
Es difícil bailar con el diablo en tu espalda;
Enterraron mi cuerpo, pensaron que me había ido,
Pero soy el baile, y el baile continúa.

Me rebajaron y salté a lo alto,
Soy la vida que nunca, nunca morirá;
Viviré en ti si tú vives en mí;
Soy el Señor del baile, dijo él.

Oremos: Dios Creador, a veces sentimos que el mundo gira fuera de control. Ayúdanos a ver que el universo es verdaderamente un baile de alegría. Danos una actitud de agradecimiento y ojos para ver la maravilla de la vida. Ayúdanos a ver la vida tal y como es y como pueda ser, cuando todas las personas en todas partes vivan y se unan en un canto eterno de paz, todas las personas en todas partes vivan en comunión contigo a través del poder del Espíritu santo, cuando todas las personas en todas partes estarán libres para vivir y amar de la manera que has querido desde el inicio de todos los tiempos. En el nombre de Jesús. Amén.

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Todos Pertenecen a Dios

Todos Pertenecen a Dios

Ayer reflexioné sobre la parábola de Jesús, donde dice que el reino de los cielos es como un hombre que sembró buena semilla en su campo. Y llegó su enemigo y sembró mala hierba en medio de la mezcla. Cuando los sirvientes se dieron cuenta le dijeron al dueño: “Señor, ¿no sembró usted semilla buena en su campo? Entonces, ¿de dónde salió la mala hierba? ¿Quiere usted que vayamos a arrancarla?” Pero el dueño en esta parábola dice que no. No sea que, al arrancar la mala hierba, arranquen con ella el trigo. 

Ahora bien, me imagino que cuando Jesús contó esta parábola, tenía en mente la iglesia del futuro. Me imagino que sabía que algunos de nosotros seríamos solucionadores de problemas, algunos de los que estamos aquí podríamos ser demasiado celosos y algunos de nosotros aquí podrían querer que nuestra comunidad sea pura, saludable que tenga un aspecto determinado. Imagino que él sabía que pensaríamos que sabemos siempre qué es lo mejor, y que a veces seríamos demasiado rápidos para juzgar, demasiado rápidos para clasificar, demasiado rápidos para arrancar lo que pensábamos que era la mala hierba.

La verdad es que, a veces, en nuestros intentos de arrancar las malas hierbas o limpiar la casa, hemos causado un gran daño.

Recuerdo que, al leer sobre la historia de la iglesia, en una de las primeras cruzadas, unos caballeros de Europa Occidental atacaron una ciudad Árabe en su camino hacia tierra santa y mataron a todos los que cruzaron en su camino. No fue hasta mucho después, cuando dieron vuelta a los cuerpos, que encontraron cruces alrededor del cuello de la mayoría de las víctimas. Hasta ese momento, nunca se les había ocurrido que los Cristianos tuvieran la piel morena además de piel blanca.

Me gustaría poder decir que esa forma de arrancar la mala hierba, e incluso la violencia, son cosas del pasado. Muchos grandes escritores y teólogos han sostenido que tal vez más mal llega a este mundo por tratar de eliminar lo que creemos que es malo que por cualquier otra cosa. El hecho es que a menudo no podemos distinguir el trigo de la mala hierba, porque a menudo están entrelazados, incluso dentro de nuestros propios corazones.

Aquí, Jesús está diciendo: No es tú trabajo juzgar, es el mío. Y sucederá al final de los tiempos. Pero no ahora y no sin mí. En definitiva, nos está recordando que no es nuestro trabajo determinar quién es digno del amor de Dios. Es más bien nuestro trabajo amar a todos e imaginar que todos pertenecen a Dios.

Oremos: Dios Santo, ayúdanos a confiar en tu obra santa y misteriosa. Y concédenos la certeza de que un día tú distinguirás el bien del mal, lo correcto de lo incorrecto, incluso dentro de nuestros propios corazones; por medio de Jesucristo. Amén.

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Trigo y las Malas Hierbas

Trigo y las Malas Hierbas

En el Evangelio de Mateo, Jesús dijo que el reino de los cielos es como un hombre que sembró buena semilla en su campo. Y llega un agricultor y siembra mala hierba entre el trigo. Y tanto el trigo como la mala hierba comenzaron a crecer juntos. De modo que parte de la cosecha es buena y alimentará a las personas hambrientas y parte es cuestionable.

En esta historia, algunos sirvientes se dan cuenta del problema. Los siervos fueron al dueño y le dijeron: “Señor, ¿no sembró usted semilla buena en su campo? Entonces, ¿de dónde salió la mala hierba? ¿Quiere usted que vayamos a arrancarla?” Pero el dueño en esta parábola dice que no. No sea que, al arrancar la mala hierba, arranquen con ella el trigo. 

Recuerdo que hace años, en otra iglesia en la que serví, estaba en el santuario un día cuando un hombre sin hogar entró deambulando desde la calle. Pude ayudarlo y, al final de nuestra conversación, me dijo: “Gracias pastor. Te veré el domingo.

Odio admitirlo, pero mi primer pensamiento fue que no había forma de que regresara. Él solo quería nuestro dinero. Él no quiere ser parte de nuestra comunidad. Pero mi segundo pensamiento fue aún peor: ¿y si regresa? ¿se sentirá bienvenido? Tal vez debería haberlo enviado a la iglesia del centro de la ciudad…

Efectivamente, él apareció. Y luego apareció el domingo siguiente y el siguiente. A medida que lo fui conociendo, me enteré de que luchaba contra una enfermedad mental y que era una persona dura. Pero un día, durante nuestro servicio contemporáneo, me puse de pie a su lado y lo escuché cantar. Tenía una voz que conmovía el alma.

Cuando dejé dicha congregación, él ofrecía cantos como solista con regularidad, tanto en nuestros servicios de adoración contemporáneos como tradicionales, cantando esos antiguos himnos evangélicos con mucho sentimiento. No hace falta decir que la familia de la iglesia llegó a amarlo y valorarlo profundamente. Qué pérdida habría sido para nosotros si lo hubiera descartado prematuramente o si no se hubiera sentido bienvenido. 

Todo esto me sirve para recordar que, en este viaje por la vida, no es nuestro trabajo determinar quién es digno de nuestra compañía y amor. Sino amar a todos e imaginar que todos pertenecen a Dios.

Oremos: Dios Santo, ayúdanos a confiar en tu obra santa y misteriosa. Y concédenos la certeza de que un día tú distinguirás el bien del mal, lo correcto de lo incorrecto, incluso dentro de nuestros propios corazones; por medio de Jesucristo. Amén.

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Corazón de Gratitud

Corazón de Gratitud

El mensaje de hoy fue escrito por el Rev. Roger Kunkel, q.e.p.d., fundador de Dial Hope.

No es ningún secreto que tengo una pasión para animar a las personas para que puedan basar sus vidas en la gratitud. Pablo lo expresa de la siguiente forma: “Den gracias a Dios en toda situación” (1 Tesalonicenses 5:18). 

Permítanme señalar que Pablo no dijo dar gracias “por” todas las situaciones. Obviamente, no damos gracias por el cáncer o ataques al corazón, artritis o ceguera, Alzheimer o ataques terroristas. Pero podemos dar gracias “en” todas las situaciones porque Dios está con nosotros, pase lo que pase. Y cuando lo reconocemos y lo aceptamos y llegamos a Dios en la fe, él nos dará fuerza y nos verá vencer, podemos contar con eso. Y eso es motivo de gran acción de gracias.

Hay una vieja leyenda que habla sobre un hombre que llegó un día al granero donde Satán almacenaba las semillas que él dispersaba en toda la tierra. El hombre notó que las dos semillas más abundantes en el granero eran las semillas de la amargura y el desánimo. Le preguntó a Satanás acerca de dichas semillas. “Ah, sí,” respondió, “la amargura y el desánimo; son, sin duda alguna, mis semillas más eficaces. Porque estas semillas crecerán casi en cualquier parte.”

Entonces, con una mirada solemne en su rostro, Satanás dijo: “Sin embargo, hay un lugar en donde las semillas de amargura y desánimo no crecerán.” “¿Oh?”, dijo el hombre, “¿Y dónde es eso?” Satanás respondió, “No pueden crecer en un corazón de gratitud.”

Oremos: Dios de amor, venimos ante ti con corazones llenos de amor, almas llenas de confianza y mentes llenas de acción de gracias. Tu amada amabilidad llega tan lejos como las estrellas, tus cuidados hacia nosotros son tan profundos como el mar. Ayúdanos a girar con la confianza de un niño. Abre nuestros ojos a las maravillas o a Tu Palabra y envíanos a nuestros caminos con esperanza y valor. Cuida a los que viajan. Enséñanos que nunca viajaremos más allá de tu amor y cuidado. A través de la asombrosa gracia de Jesucristo. Amén.

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