Recogiendo los Pedazos

Recogiendo los Pedazos

En su obra, “El Celo de Tu Casa”, Dorothy Sayers describe a un experto artesano que trabajaba en una intricada talla para el Presbiterio de la Catedral Canterbury. A medida que trabajaba, el experto artesano dejó caer su herramienta y arruinó la gran pieza de piedra que se le había asignado. El resultado es desgarrador, una piedra valiosa y de corte personalizado que ha sido tan manchado.

Aunque el arquitecto le llamó la atención por su torpeza, también deja una puerta abierta para un nuevo comienzo. Él rediseñó, a partir de la figura arruinada, una figura nueva y diferente que tiene su propio papel en la belleza de la Catedral. Y después permitió que el descuidado experto artesano lo completara, en toda su gloria. El dramaturgo concluye: “Así trabaja con nosotros, el maestro artesano, Dios.” 

El pastor Allan Weenink conoció de dicha obra, y en uno de sus sermones el recalcó que: “El Maestro Artista Dios puede tomar nuestros malos esfuerzos y todavía hacer algo útil de ellos. Él toma nuestras vidas desenfocadas, nuestros esfuerzos fallidos, nuestras metas no logradas, nuestras acciones vergonzosas, nuestras actitudes vagabundas, nuestras vidas pecaminosas y de su inventiva divinidad él salva el día creando algo nuevo, digno y maravilloso que todavía tiene utilidad y belleza en el plan divino de las cosas.” 

Durante los años de ministerio, he visto esto a menudo para saber que es verdad. Y por eso oro para que tú y yo mantengamos nuestros espíritus lo suficientemente abiertos para permitir que el Maestro Artesano haga su obra sobre nosotros.

Oremos: A veces se siente como si la vida se estuviese desmoronando, Oh Dios. No siempre entendemos por qué las cosas suceden de la forma en que pasan. Pero tenemos que confiar en que eres bueno. Tenemos que confiar en que estás presente en nuestro dolor y sufrimiento. Y tenemos que confiar en que ya estás obrando para sanar y hacer todo nuevo nuevamente. Oramos el día de hoy para que redimas esas partes rotas y deformes de nuestras vidas. Y que tu paz, que sobrepasa todo entendimiento, descanse suavemente sobre nosotros en este día. Amén.

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Canción de Esperanza

Canción de Esperanza

Durante los últimos días, he reflexionado sobre el regalo de la música. Cuando pienso en la música como práctica espiritual, pienso en cantar en adoración. Fuera de la adoración, también utilizo la música para cambiar mi estado de ánimo, e incluso para cambiar mi corazón y mi mente hacia un modo enfocado en la oración.

Hay un podcast corto que me gusta llamado “Pray as you Go” (Ora Mientras Avanzas). Es una breve meditación sobre el leccionario diario con preguntas reflexivas y silencio. Y siempre comienza con una breve pieza musical, desde el canto monástico hasta el clásico de Bach y el Cristiano contemporáneo. La música prepara el terreno del alma, abre el corazón para escuchar el mensaje.

A veces también vuelvo y escucho una de las piezas que nuestro director musical grabó durante Covid. Cerraba los ojos y permitía que dicha música, dicha canción se convirtiera en una oración interior.

Una tarde, no hace mucho, salí a caminar por la playa bajo el cielo estrellado, escuché los ecos de la cantata navideña, me encontré cantando en silencio en mi corazón y dicha canción se convirtió en mi oración.

Que hoy encuentres una pieza musical, o un género que pueda ser para ti un instrumento de oración. Y, como ha sido mi oración, que te encuentres cantando en sintonía con la música de la creación, la música del amor, la música de la esperanza, la música del corazón de Dios.

Oremos: Cantemos un cántico de fe y esperanza en nuestros corazones, Oh Dios, así como te cantamos a ti. Y que la música de tu amor resuene en nuestras vidas, en la forma en que vivimos y amamos; en el nombre de Cristo. Amén.

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Cantando Juntos

Cantando Juntos

Durante los últimos dos días, he reflexionado sobre el regalo de la música. Hoy, continuaremos con dicho tema.

Me gusta cantar en el auto o en la ducha cuando no hay nadie cerca. Pero, piense en lo poderoso que es cuando alzamos la voz juntos. Realmente no quedan muchos lugares públicos donde podamos cantar juntos.

Recuerdo estar junto a una tumba por primera vez. Yo era pastor estudiante en el seminario y hubo un suicidio en mi congregación. Estuve junto a la esposa, el hermano, mientras uníamos nuestras voces a estas palabras en ese día despejado y frío: Sublime Gracia del Señor, que a un pecador salvó…

Recuerdo esa noche del 11 de Septiembre, cantando la oración Kyrie Eleison en un servicio religioso de oración: Señor ten piedad de nosotros, Cristo ten piedad de nosotros, Señor ten piedad de nosotros…Dentro de la música, de alguna manera estamos unidos…

Uno de los momentos más conmovedores en mi iglesia fue un momento en la sala de confraternidad. Nuestro asociado parroquial estaba enseñando una clase sobre las parábolas. Este resultó ser un momento difícil en mi vida y estaba pasando por mucho. Al final de la clase, nos pusimos de pie y cantamos juntos: Busca Primero el Reino de Dios. Recuerdo mirar alrededor de la habitación rodeada de personas que sabía que me amaban y se preocupaban por mí, y sentí ese amor. Sentí la presencia de Dios. Y me preguntaba: ¿Será así el reino de Dios? ¿Los volveré a ver algún día? ¿Se corregirá todo lo que está mal?

Todo esto surgió dentro de mí con una simple canción.

Como ha sido mi oración estos últimos días, oro para que lleguen a ver la música como un medio más por el cual acercarse a la fuente de la vida, a Aquel que da vida. Que la música sea para ti un instrumento de oración. Y, que te encuentres cantando en sintonía con la música de la creación, la música del amor, la música de la esperanza, la música del corazón de Dios.

Oremos: Cantemos un cántico de fe y esperanza en nuestros corazones, Oh Dios, así como te cantamos a ti. Y que la música de tu amor resuene en nuestras vidas, en la forma en que vivimos y amamos; en el nombre de Cristo. Amén.

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El Regalo de la Música

El Regalo de la Música

Ayer reflexioné sobre el regalo de la música. Hoy, continuaré con ese tema.

Mi amiga Amy Camp compartió conmigo sobre una visita que realizó, una tarde, a una pareja de ancianos. Al final de la visita, la esposa quiso cantar la canción infantil, “Cristo me ama.” Amy dijo que no podía creerlo. El hombre que no podía hablar cantó junto con ellos. Y cantaba tan claro como escuchar una campana.  

La música tiene una forma de desencadenar pensamiento y recuerdos enterrados en lo más profundo de nuestro interior. Tiene una forma de hablarle al núcleo de nuestro ser. Puede hacernos sentir encantados de estar vivos o consolar nuestro espíritu cuando nos sentimos deprimidos. Toca las emociones humanas en un nivel muy profundo.

Puedo decirles que, en mis 22 años de ministerio, más personas han sido tocadas por el ministerio musical de las iglesias que cualquier palabra que jamás haya salido de mi boca.

Hace unas semanas, mi amiga Julieta hablaba sobre cantar. Ella es una cantante excepcional. Ella dijo: Mientras te preparas para cantar, respiras profundamente. Luego es como surfear: cabalgas esa ola, ese arco mientras la canción fluye desde ti. Hay algo catártico en esto, alivia el estrés…mientras te ocupas de la respiración.

Cuando estamos enojados podemos cantar para hacernos sentir mejor…cuando nos sentimos estancados, podemos cantar…Sé que cuando enseñaba español en la escuela secundaria, tenía varias canciones que les enseñaba a los estudiantes para ayudar con la memorización. También podríamos cantar durante una tarea desagradable. No sé de ustedes, pero en nuestra familia escuchamos música mientras limpiamos. 

Como mencioné ayer, cuando pienso en la música como práctica espiritual, pienso en cantar en adoración…Pero puede ser más que eso. Fuera de la adoración, también utilizo la música para cambiar mi estado de ánimo, e incluso para cambiar mi corazón y mi mente hacia un modo de ser más enfocado en la oración.

Mi oración el día de hoy es que lleguen a ver la música como otro medio más por el cual pueden acercarse a la fuente de la vida, a Aquel que da la vida. Que la música sea para ti un instrumento de oración. Y, que te encuentres cantando en sintonía con la música de la creación, la música del amor, la música de la esperanza, la música del corazón de Dios.

Oremos: Cantamos un cántico de fe y esperanza en nuestros corazones, Oh Dios, incluso como te cantamos a ti. Y que la música de tu amor resuene en nuestras vidas, en la forma en que vivimos y amamos; en el nombre de Cristo. Amén.

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La Música de la Fe

La Música de la Fe

Tengo un gran recuerdo de mi amigo Herb Meza cuando estaba predicando, en mi lugar, un domingo. Estábamos los dos juntos en el coro y presbiterio y noté que él no estaba cantando. Él ni siquiera tenía un himnario, así que me acerqué para compartir el mío. Él dijo: “Joe, yo no puedo cantar. Mi voz…” Unos minutos más tare, él giró hacia mí y dijo: “¡Y tú tampoco puedes cantar!”

Es cierto. Pero me encanta hacerlo de todos modos…especialmente en la ducha cuando nadie puede oírme o en el auto…

¿Qué tiene la música que llega tan cerca al alma?

Algunos de ustedes recordarán en la serie de CS Lewis, Las Crónicas de Narnia, Aslan, el León, canta la creación para que exista. No sabemos si Cristo realmente cantó para crear la creación, pero es un pensamiento hermoso. 

Por supuesto, la música y el canto son fundamentales para nuestra fe. Se dice que San Agustín dijo: “¡Cuando cantas, oras dos veces!” En la Biblia encontramos esta imagen del Rey David Bailando con todas sus fuerzas ante el Arca de la Alianza. Incluso en el desierto, Miriam canta un cántico de alabanza. Moisés canta un cántico de alabanza.

El propio libro de los Salmos ha sido considerado, durante mucho tiempo, como un himnario. En el evangelio de Lucas, apenas llega al segundo capítulo sin empezar a cantar cuatro veces. María canta. Zacarías canta. Simeón canta, y los ángeles ¡todos cantan! Luego, al final de la última cena, Jesús y sus discípulos cantan, antes de salir a la noche.

“Anímense unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales,” escribió Pablo.

La música tiene una manera de tocar el alma de una forma que las palabras nunca pueden.

Cuando pienso en la música como practica espiritual, pienso en cantar en adoración. Pero puede ser más que eso. Fuera de la adoración, también uso la música para cambiar mi estado de ánimo, e incluso para cambiar mi corazón y mi mente hacia un modo de ser enfocado en la oración.

Mi oración el día de hoy es que lleguen a ver la música como otro medio más por el cual pueden acercarse a la fuente de la vida, a Aquel que da la vida. Que la música sea para ti un instrumento de oración. Y, que te encuentres cantando en sintonía con la música de la creación, la música del amor, la música de la esperanza, la música del corazón de Dios.

Oremos: Cantamos un cántico de fe y esperanza en nuestros corazones, Oh Dios, incluso como te cantamos a ti. Y que la música de tu amor resuene en nuestras vidas, en la forma en que vivimos y amamos; en el nombre de Cristo. Amén.

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La Gratitud Necesita ser una Actitud

La Gratitud Necesita ser una Actitud

El mensaje de hoy fue escrito por el fundador de Dial Hope (Digita Esperanza), el Reverendo Roger Kunkel, q.e.p.d.

Uno de mis temas favoritos es la gratitud. Henry David Thoreau escribió: “Estoy agradecido por lo que soy y lo que tengo. Mi acción de gracias es perpetua.” Amigos de Dial Hope (Digita Esperanza), la mayoría de nosotros nos especializamos en explosiones periódicas de gratitud. En vez de una condición continua o una forma de ser, la acción de gracias se convierte en un evento, un tiempo, un día en particular, el cuarto jueves de cada Noviembre. Pero la gratitud debe ser una actitud, una que debe ser perpetua.

Para mantenerme en una condición de agradecimiento, yo hago lo siguiente: Activo mi actitud de gratitud cuando despierto. En el silencio de mi corazón digo “Gracias, Dios, por una noche de descanso y por el regalo de un nuevo día. Estoy agradecido, estoy agradecido, y viviré este día en gratitud, desde inicio hasta el final, pase lo que pase. Señor, ¿qué haces hoy? Quiero ser parte de este día. Ahora te pido que me bendigas para que pueda ser una bendición para los demás.”

Lo crucial es prepararse para otro día de agradecimiento. Los accidentes, las victorias y el aburrimiento van y vienen. Nuestra actitud de gratitud perdura. Permaneceré con perpetua acción de gracias.

Oremos: Amado Dios, que nos cubres en la noche como un ave madre sobre su nido y te levantas en nosotros en la mañana como el sol que calienta la tierra, elevamos nuestros corazones a ti en alabanza y acción de gracias. Nos has bendecido en abundancia a cada uno de nosotros. Gracias por tu amor y extravagancia. Que este día podamos ser bellamente extravagantes en nuestra generosidad, gratitud y bondad hacia los demás. En el nombre de Jesús. Amén.

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Todas las Razones para Tener Esperanza

Todas las Razones para Tener Esperanza

Hay una vieja historia sobre una mujer pobre pero fiel que era vecina de al lado de un ateo que siempre estaba de mal humor. A menudo el ateo le ponía las cosas difíciles, “Señora usted está loca – orando así todo el tiempo – perdiendo el tiempo atendiendo a la iglesia. ¿Acaso no sabes que no hay un Dios?” Pero la mujer permaneció fiel a sus creencias.

Un día, la mujer se quedó sin provisiones alimenticias. Como de costumbre, estaba orando al Señor explicándole su situación. Resultó ser que el ateo escuchó su oración y se dijo a sí mismo, “Hum…yo le enseñaré.” 

Él fue a la tienda de conveniencia, compró una gran cantidad de comestibles, los llevó a la casa de la mujer pobre, los dejó a la puerta de su casa, tocó el timbre y luego se escondió en los arbustos para ver qué hacía la mujer. Cuando abrió la puerta y vio los víveres, ¡comenzó a alabar al Señor con todo su corazón, saltando, cantando y gritando!  

Entonces el ateo salió de los arbustos y le dijo: “Señora vieja y loca. Dios no te compró esos víveres, ¡yo compré esos víveres! Al escuchar eso, la mujer comenzó a alabar a Dios aún más. Luego dio la vuelta hacia su vecino y respondió: “Sabía que el Señor me proveería con algunos víveres, ¡pero yo no sabía que iba a hacer que el diablo pagara por ellos!”

La historia es divertida – pero el punto está bien enfocado. ¡Dios puede y obrará a través de cualquiera!

A veces es difícil tener esperanza porque no podemos creer que hay una respuesta a nuestras oraciones. No podemos imaginarnos cómo las cosas se resolverán o funcionarán. Siendo humanos, nuestra visión y entendimiento son limitados. Pero en el corazón mismo de nuestra fe está el Dios que abre caminos – incluso cuando no existe alguna forma.

Oremos: Dios Eterno, de la bodega de un establo, nos resucitaste a un Salvador. De la tumba sellada, produjiste nueva vida y nuevas posibilidades. Ayúdanos a confiar que tú harás un camino el día de hoy – incluso para nosotros. Amén.

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Ve Ahora. Te Estoy Enviando

Ve Ahora. Te Estoy Enviando

Un joven, de raza afrodescendiente, le preguntó a su ministro religioso del por qué su pueblo tuvo que sufrir tanta pobreza, penurias y opresión. “¿Por qué Dios no hace algo al respecto?” Él exclamó. “Él ha hecho su parte,” dijo el sabio pastor. “Él te ha creado a ti.” Simplemente sucedió que ese joven era Desmond Tutu – que más tarde se convertiría en el arzobispo de Sudáfrica – y la respuesta a su propia pregunta.

La historia me recuerda la historia de Moisés. Dios le dijo a Moisés: “Ciertamente he visto la opresión que sufre mi pueblo en Egipto…Así que he descendido para liberarlos…¡Así que disponte a partir!

Nunca deja de sorprenderme como Dios obra en nosotros y a través de nosotros. ¡A pesar de todas nuestras limitaciones, Dios hace cosas hermosas a través de las obras de manos humanas!

El día de hoy, a medida que avanzas en tus actividades diarias, trata de prestar atención a las oportunidades que Dios está poniendo delante de ti para que puedas servir a los demás. ¿Hay alguien cerca clamando por amor o por alguien que escuche? ¿Hay oportunidad de proporcionar comida o dinero o una palabra de esperanza a alguien que lo necesita? ¿Puedes utilizar tu poder o privilegio para marcar la diferencia? No sé de qué forma pudieses ver esta situación, pero sé que cuando abrimos la puerta para que Dios utilice nuestras vidas, encontraremos un gran significado y alegría nosotros mismos.

Dios te dice hoy: “He visto la necesidad de mi pueblo. Ve ahora. Te estoy enviando a ti.”

Oremos: Dios de la Esperanza, te alabamos por tu amor incondicional, misericordia y gracia. Tu das y das y das. Queremos ser el tipo de personas que dan contigo. Queremos ser el tipo de personas que hacen la diferencia positiva en la vida de los demás. Por lo tanto, te pedimos que nos sanes donde necesitemos sanación, retarnos donde necesitemos ser retados. Abre nuestros ojos a la necesidad que nos rodea, y muéstranos cómo podremos reflejar tu amor. Amén.

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En Medio de la Tormenta

En Medio de la Tormenta

Hace algún tiempo escuché  de que los Hoteles Sheraton cambiaron sus rótulos de “No Molestar”. El mensaje ahora se lee: “Paz y Tranquilidad”. También escuché que en el Westin, en el rótulo solo se lee, “Paz”. Reflexionando sobre esto, el pastor Leonard Sweet hizo la observación de que “las personas no sólo buscan mantener bajo control las alteraciones y los disturbios. Están buscando como encontrar algo positivo”.

No hay duda, la vida está llena de distracciones. Alguna de ellos vivificantes y significativos, y otros no tanto. En tu propia vida, espero que puedas sacar momentos de tranquilidad – ya sea para oración, meditación o silencio. Todos necesitamos tiempo para estar quietos, para reenfocarnos y para reflexionar sobre dónde hemos estado y hacia dónde vamos. Lo más importante es que, al intencionalmente crear este tiempo, estamos desarrollando algo más profundo dentro de nosotros. Estamos desarrollando la capacidad interna de experimentar la paz, incluso en medio de las tormentas más grandes. 

Hay un viejo y sabio refrán anónimo: “La intención de la paz no era para estar en un lugar donde no hay problemas, ruido o trabajo duro. La intención era de estar en medio de dichas cosas y poder tener tranquilidad en tu corazón.”

Oremos: Dios Amoroso y de Gracia, entra en nuestras vidas con tu paz. Incluso en medio de las preocupaciones de la vida y de las distracciones, la ansiedad y el estrés, ayúdanos a respirar profundamente y de experimentar tu gracia nuevamente. Sánanos y renuévanos, para que volvamos a estar empoderados para servirte a ti y a este mundo que tanto amas. Amén.

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Hacer un Inventario

Hacer un Inventario

Quizás recuerdes que en la novela Robinson Crusoe, lo primero que hizo Crusoe cuando se encontró en una isla desierta fue de escribir una lista. En un lado de la lista anotó todos sus problemas. En el otro lado de la lista anotó todas sus bendiciones.

En el lado de los problemas escribió: No tengo ninguna ropa. En el otro lado de bendiciones escribió: Pero es cálido y yo realmente no lo necesito. En el lado de los problemas escribió: Todas las provisiones se perdieron. En el lado de las bendiciones escribió: Pero hay mucha fruta fresca y agua en la isla. Y así sucesivamente en la lista. De esta manera, descubrió que, por cada aspecto negativo de su situación, había un aspecto positivo, algo por lo que estar agradecido.

Hay momentos en que nos sentimos como si estuviéramos en una isla de desesperación. A través de su novela, Daniel Defoe nos ofrece buenos consejos. Ni siquiera tenemos que esperar por los momentos difíciles. Tal vez hoy es un buen día para sentarse y hacer una lista – realizar un inventario de nuestras bendiciones.

Oremos: Dios misericordioso, este es el día que has hecho, por lo que nos alegramos y nos regocijamos en él. El día de hoy, concédenos ojos para ver y corazones para deleitarnos en todas nuestras bendiciones – libremente dadas de tu mano. Amén. 

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