Haz las Cosas a la Manera de Dios

Haz las Cosas a la Manera de Dios

El mensaje de hoy fue escrito por mi amigo el Reverendo Roger Kunkel, q.e.p.d., fundador de Dial Hope (Digita Esperanza)

Tú sabes, cuando nacemos, las leyes de Dios ya están establecidas. Y, estos principios rectores son inmutables…Fijos.

Por ejemplo, existen las leyes de las estaciones. El agricultor aprende estas leyes y se rige por ellas. Siembra su cosecha cuando es el momento de sembrar, para que pueda cosechar cuando sea la hora de cosechar. Sería tonto para él rebelarse y sembrar fuera de temporada, ya que esto no cambiaría las leyes de Dios. Solo causaría el fracaso de su cosecha.

De la misma forma es con tu vida. Cada día te enfrentas a una elección – tu voluntad o la voluntad de Dios. Si eliges olvidar a Dios, obstinado, egocéntrico, es inevitable que tengas “fracasos a la hora de cosechar” al igual que el agricultor que tontamente siembra fuera de temporada. Pero, si eliges hacer la voluntad de Dios, de la mejor forma que lo puedas comprender, recogerás una cosecha de alegría y logros.

En el Salmo 37:4, la Biblia dice: “Deléitate en el Señor,” lo que significa regocíjate y sé feliz haciendo las cosas a la manera de Dios, “y Dios te concederá los deseos de tu corazón.” (Salmo 37:4, La Biblia Viviente)

Oremos: Dios Todopoderoso, al que se le abren todos los corazones, todos los deseos conocidos y de quien no se le puede ocultar secretos, limpia los pensamientos de nuestros corazones con la inspiración de tu Espíritu Santo, para que podamos amarte y perfectamente magnificar dignamente tu santo nombre. Por la gracia de Jesucristo. Amén.

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Oraciones Líquidas

Oraciones Líquidas

Hoy quisiera agradecer especialmente a aquellos de ustedes que han apoyado a la Fundación Dial Hope con una donación financiera. ¡Tus donaciones hacen posible este ministerio!

En un sermón titulado “La Fuente Curativa de las Lágrimas” (The Healing Fountain of Tears), el pastor Leonard Sweet compartió un antiguo comentario judío sobre el libro del Génesis. Este comentario o “Midrash” establece que cuando Adán y Eva fueron expulsados del Edén, Dios otorgó un regalo más a la pareja condenada. Dios les dio a Adán y Eva el regalo de las lágrimas – de modo que – cuando el dolor te invada, y tu corazón duela más allá de lo soportable, y una gran angustia se apodere de tu alma, entonces caerá de tus ojos esta pequeña lágrima. Y tu carga se hará más ligera.”

El Midrash continúa, sugiriendo que cuando las lágrimas de Adán y Eva aterrizaron en la tierra, surgió el primer “jardín” fuera del Edén. Las lágrimas de angustia y abandono se convirtieron en lágrimas de nueva vida y esperanza.

Sweet llegó a afirmar que “las lágrimas son oraciones líquidas.” Él escribió:

“El agua mantiene limpias nuestras almas. Eso es bautismo. Pero las obras de agua que tenemos operando para nosotros internamente se llaman “lágrimas”. Nuestras lágrimas llueven sobre nosotros y eliminan nuestra culpa. Nuestras lágrimas llueven sobre nosotros y liberan nuestros miedos. Nuestras lágrimas llueven sobre nosotros y renuevan nuestras almas.”

Es tan cierto, ¿Verdad que sí? Cuando lloras por la angustia personal o por la angustia del mundo que te rodea – o cuando lloras con los que lloran, cuenta tus lágrimas como oraciones. Recuerda que te acercan a Dios y te curan el alma.

Oremos: Dios amoroso y misericordioso, te agradecemos hoy por la capacidad de sentir angustia y dolor – porque sin ellos, nos faltaría la motivación para hacer cambios significativos. También, te damos gracias por el don de las lágrimas – por un medio de limpiar el alma. Concede que nuestras lágrimas de angustia y abandono se conviertan en lágrimas de nueva vida y esperanza. Amén.

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El Cielo en la Tierra

El Cielo en la Tierra

El autor Saul Bellow escribió una vez sobre un Rabino que vivía en una pequeña ciudad judía en Rusia. Todos los viernes por la mañana, el Rabino desaparecía por varias horas. Las personas de su congregación les gustaban decir a otras personas que, durante su ausencia de ellos, su Rabino iba al cielo y hablaba con Dios. Cuando un extraño se mudó a la ciudad y escuchó esta explicación de la partida semanal del Rabino, él no estaba convencido. Entonces, él decidió averiguar qué estaba pasando realmente.

El próximo viernes por la mañana, él se escondió cerca de la casa del Rabino. Como de costumbre, el Rabino se levantó y dijo sus oraciones. Pero a diferencia de otras mañanas de la semana, él procedió a vestirse con ropa de campesino. Él agarró un hacha y se fue al bosque a cortar leña. Con el hombre mirando desde lejos, el Rabino llevó la madera a una choza en las afueras del pueblo, donde vivían una anciana y su hijo. Les dejó la leña, suficiente para una semana, y luego se regresó silenciosamente a casa.

Después de ver lo que hizo el Rabino, el extraño decidió quedarse en la aldea y unirse a la congregación. A partir de ese momento, cada vez que escuchaba a uno de los aldeanos decir: “Los Viernes por la mañana nuestro Rabino asciende hasta el cielo,” el recién llegado silenciosamente agrega: “Sí, al cielo – si no más alto.”

Jesús dijo: “Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos…lo hicieron por mí.” En cierto sentido, cuando nos preocupamos por los más necesitados, él promete estar presente allí mismo en ese preciso momento.

Esta semana, intenta hacer algo generoso para alguien que sabes que lo necesita. Y, trata de que ni ellos – ni nadie más – descubra que fuiste tú quien lo hizo. Cuando lo hagas, confío en que encuentres la presencia del Señor Resucitado. Y como el Rabino en la historia, confío en que tú también experimentes un anticipo del cielo.

Oremos: Ven Señor Jesús, rodéanos con tu paz. Levanta de nuestros corazones cualquier carga o ansiedad que podamos estar cargando, y restáuranos de nuevo con el gozo de tu salvación. Entonces, Amado Dios, que podamos experimentar tu presencia a medida que ayudamos a los demás. Ayúdanos a perdonar tal y como hemos sido perdonados, a amar tal y como hemos sido amados, y a dar tal y como hemos recibido.

El día de hoy oramos, especialmente, por aquellos que se han sacrificado por el bienestar de los demás. Oramos por aquellos enlistados en el ejército y por sus familias. Alzamos a los médicos y enfermeras, a maestros y otras personas que han ido más allá del llamado de su deber para ayudar en los momentos de necesidad. Te pedimos que tu valor y fuerza y bendiciones caigan sobre todos los que dan en tu nombre. Amén.

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Tres Deseos

Tres Deseos

Hace algunos años, un niño de diez años de nombre Johnny estaba sentado solo en una banca del parque durante una tarde. Era un hermoso día de primavera y Johnny estaba viendo a otros niños jugar al béisbol. Un hombre mayor pasó, vio a Johnny sentado allí, y se sentó a su lado. Entraron en conversación. Hablaron sobre el magnífico clima, deportes, sus familias. Finalmente, el hombre mayor dijo: “Johnny, quiero hacerte una pregunta. Si tuvieras tres deseos, ¿qué desearías?” Johnny pensó por un momento y luego dijo: “Primero desearía paz y felicidad en el mundo. Segundo, desearía que todos se unieran a una iglesia. Y tercero, desearía que mi mejor amigo Billy, que es ciego, sea capaz de ver. Eso es lo que yo desearía.”

El hombre mayor pareció sorprendido por la respuesta del pequeño Johnny, y con una mirada perpleja se despidió y se alejó. Johnny no entendía por qué el hombre estaba confundido por la respuesta. Se sentó allí por un momento, y luego ¡recogió sus muletas y se dirigió a su casa! Ahora sabes dónde Johnny tiene ese espíritu gentil y amoroso, ¿verdad? Lo obtuvo de Jesús. Lo obtuvo de aquel que fue a la cruz por ti y por mí. En la cruz, Dios nos mostró cuánto nos amó y cuánto quiere que nos amemos unos a otros. La fe, esperanza, amor – de eso se trata la cruz. Ya sea que estés recibiendo quimioterapia, radioterapia, enfrentando la pérdida de un ser querido, ya sea que estés llamando desde Bagdad, ya sea que estés deprimido y solo, ya sea que fueses un adolescente o un niño, recuerda – ¡Dios te ama! Y tú eres bendecido para ser una bendición para los demás.

Oremos: Amado Dios, que nos has dado un mentor y un ejemplo de vivir en Jesús, te pedimos que nos des el coraje y la voluntad para ver más cariñosamente, amar con cariño y seguir más a Cristo, día a día. Que el día de hoy podamos reflejar la imagen y el espíritu de Jesús que fue llamado “El uno por los demás”, porque el buscó servir en lugar de ser servido. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

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No es Exactamente por lo que Oré

No es Exactamente por lo que Oré

Hace muchos años, había un artículo en la revista Reader´s Digest (Asimilación del Lector) de Barbara Bartocci. Ella escribió sobre un momento en que estaba buscando la tarjeta de cumpleaños perfecta para su esposo. Ella se encontró con una tarjeta humorística. En el exterior decía: “Cariño, eres la respuesta a mis oraciones.” Luego, en el interior decía: “No eres exactamente por lo que oré, pero aparentemente eres la respuesta.”

Ese divertido mensaje de cumpleaños se convirtió en el lema de la familia Bartocci a lo largo de los años. Cada vez que un miembro de la familia luchaba con un contratiempo o desilusión, alguien comentaba: “Bueno, no es por lo que oraste, pero aparentemente es la respuesta.” Esta familia aprendió a encontrar consuelo y sabiduría al aceptar la vida tal como es, no como desearían que sea.

No hay duda al respecto, el humor nos ayuda a lidiar con el lado pesado de la vida. Y, es verdad que a veces Dios responde nuestras oraciones con un “Sí”, a veces, “No,” y a veces, “Todavía no.” Si bien no siempre sabemos cómo obra Dios, podemos confiar que Dios nos ama y está con nosotros en todo momento.

Oremos: Concédenos, Oh Dios, la capacidad de reír incluso frente al abismo. Sobre todo, ayúdenos a confiar en que trabajas en nuestras vidas y en el mundo que nos rodea. Con tu gracia y paz, sabemos que podemos hacer todas las cosas a través de Ti que nos fortaleces. Amén.

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El Poder del Amor

El Poder del Amor

En The Promise of Listening (La Promesa de Escuchar), Keith Wagner, compartió una conmovedora parábola:

Hubo una vez una mujer joven que tuvo un bebé varón. Justo después del bautismo de su hijo, un anciano harapiento se le acercó y le ofreció un único deseo en nombre de su hijo. Pensando en lo mejor para su bebé, la mujer deseaba que su hijo siempre fuese amado por todas las personas que llegara a conocer. El anciano dijo: “que así sea”, y desapareció. Resultó ser justo como él había dicho.

A medida que el niño crecía, todos lo amaron tanto que nunca le faltó nada. Sin embargo, las cosas no salieron como se esperaba. Tan adorado y admirado como era el joven, experimentó un terrible vació dentro de él. Él podía tener cualquier cosa que quisiera, solo por el simple hecho de preguntar, pero no tenía amigos de verdad. Él nunca conoció la alegría de un día de trabajo o un logro, recompensado en abundancia. Sus vecinos se ocupaban de todas sus necesidades. El joven se volvió cínico, cansado y egoísta, ya que ninguna de sus acciones le traía consecuencias negativas.

Finalmente, llegó el día en que murió su anciana mamá. En el funeral, apareció el mismo anciano misterioso y le ofreció un deseo al joven. El joven tomó su palabra y le pidió que cambiara el deseo original que su mamá había realizado por él. En lugar de ser amado por todos los que llegara a conocer, el joven le pidió al viejo mago que le diera el poder de amar a todos los que llegara a conocer. Y, según cuenta la historia, desde ese día en adelante él llegó a conocer la felicidad como nadie en esta tierra lo había experimentado.

Hay mucha verdad en esa parábola. Jesús dijo una vez: “Hay más dicha en dar que en recibir.” Aquellos que son capaces de servir y amar a los demás tienen una alegría profunda y duradera.

Oremos: Señor: Bendícenos con…
Suficientes lágrimas para mantenernos…humanos
Suficiente humor para mantenernos…sabios,
Suficientes reveces para mantenernos…humildes,
Suficientes logros para mantenernos…seguros,
Suficiente paciencia para enseñarnos…resistencia,
Suficiente esperanza para enseñarnos…confianza,
Suficientes amigos para darnos…amor,
Suficientes recuerdos para darnos…comodidad,
Y suficiente fe para mantenernos…hacia adelante.
Amén

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Encontrando el Sentido de la Vida

Encontrando el Sentido de la Vida

Carl Jung dijo una vez que la neurosis central de nuestro tiempo es el vacío. Viktor Frankl hizo referencia a esto cuando escribió: “Las clínicas están llenas de personas que sufren de un nuevo tipo de neurosis, una sensación de total y completa falta de sentido de la vida.”

Bueno, ¿Cuál es el significado de la vida? Escuché una respuesta convincente hace algún tiempo – pero no recuerdo la fuente. Escuché a un hombre hablar sobre la vida usando la metáfora del cuido de un jardín. Él dijo que haría todo lo que estuviera a su alcance para asegurarse de que el área que lo rodeaba estuviera bien cuidada – que las personas con las que entraba en contacto estén bien atendidas. Esto incluía a su propia familia, sí – pero también trató de asegurarse de que las personas hambrientas fuesen alimentadas, las personas solitarias reconfortadas. Su punto era que si bien no podemos ser responsables de todo – todos tenemos un área de influencia determinada. Puede haber un gran significado cultivando belleza y amor en la vida.

El filósofo Will Durant lo expresó de esta manera: “Para dar sentido a la vida, uno debe tener un propósito más grande que uno mismo.”

Jesús dijo: “Den, y se les dará: se les echará en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y desbordante. Porque con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes.”

Oremos: Muéstranos, Oh Dios, cómo podemos agregar belleza y amor a esta vida. Recuérdanos que hay personas a nuestro alrededor que podrían usar nuestros cuidados. Y luego, Señor, mientras damos, mientras servimos, a medida que amamos, que podamos experimentar un significado más profundo – y una vida más plena. Amén.

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Entregando la Preocupación

Entregando la Preocupación

Un joven, recién egresado de la escuela de negocios, respondió a un anunció en donde buscaban contratar a un contador. Le dieron la oportunidad de una entrevista de trabajo, y se entrevistó con un hombre de negocios muy nervioso que dirigía un pequeño negocio que él mismo había creado.

“Yo necesito a alguien con un título en contabilidad,” dijo el empresario. “Pero principalmente, estoy buscando a alguien que se ocupe de mis preocupaciones.”

“¿Disculpe?” dijo el contador.

“Yo me preocupo por muchas cosas,” dijo el empresario. “Pero no quiero tener que preocuparme por el dinero. Tu trabajo será de quitarme todas las preocupaciones de mi espalda.” “Ya veo,” dijo el contador. “¿Y cuánto es la remuneración del trabajo?”

“Empezarás devengando ochenta mil,” dijo el empresario.

“¡Ochenta mil dólares!”, Exclamó el contador. “¿Cómo un negocio tan pequeño puede pagar una suma así?”

“Eso,” dijo el empresario, “es tu primera preocupación.”

¿Puedes imaginarlo? ¡No sería genial si pudiéramos simplemente pagarle a alguien para que se ocupe de nuestras preocupaciones!

De hecho, escuché a un consultor financiero decir que la mejor práctica para lidiar con las preocupaciones es de programar un tiempo establecido durante el día solo para eso. Destina 15-20 minutos cada día en tu calendario para que sea tu tiempo para preocupaciones. Luego, durante el transcurso del día – o de la noche – cuando surjan preocupaciones, simplemente escríbelas y guárdalas para el tiempo asignado para las preocupaciones. Nueve de cada diez veces, ¡no se sentirán tan complicadas cuando vuelvas a pensar en ellas!

El apóstol Pablo ofrece una prescripción diferente. Él escribió: “No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, preséntenle sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.”

Si programas un “tiempo de preocupación,” quizás podrías combinarlo con el tiempo de oración.

Oremos: Dios Amoroso, todos venimos llevando cargas, preocupaciones e inquietudes. Muchos de estos no podemos hacer nada al respecto. Nosotros, en este momento, te lo entregamos a ti – pidiéndote que los saques de nuestros corazones y mentes. Estamos agradecidos por tu misericordia y gracia. Que podamos conocer tu paz. Amén.

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Recuerda

Recuerda

En la mitología Romana, se creía que el dios “Jano” era el dios que guiaba y vigilaba a las personas en nuevos comienzos, en iniciar nuevamente, y en todo momento de transición. A Jano siempre se le representaba con dos caras: una cara mirando hacia el pasado y la otra cara mirando hacia el futuro. Esto es, por supuesto, de donde proviene el mes de Enero (January en idioma inglés).

Lo que es interesante es que investigaciones más recientes, en ciencia cognitiva, ha descubierto que recordar el pasado y visualizar el futuro utiliza los mismos mecanismos neuronales. En otras palabras, las mismas habilidades que nos permiten recordar el pasado también nos permite visualizar el futuro. O tal como lo expuso un científico: “La memoria construye, estimula y predice posibles eventos en un entorno que cambia constantemente.”

Me resulta sorprendente la forma en cómo nuestra visión del pasado puede, de hecho, moldear nuestro futuro. Utilizamos lo que sabemos que ha sido verdad, en base al pasado, para imaginar lo que pudiese ser algún día.

Al comenzar este nuevo año, oro para que le dediques un tiempo para reflexionar sobre los momentos más importantes de tu vida – tiempos de transición o cambios importantes. ¿Qué papel jugó tu fe? ¿Cómo experimentaste a Dios? ¿De qué manera creciste?

El mandato de “recordar” aparece una y otra vez en la Biblia. Recuerda el pacto…recuerda las cosas de antaño, recuerda cómo te sostuve, recuerda, recuerda…Tengo que creer que es al menos en parte porque cuando enfrentamos tiempos complicados o difíciles, recordar la gracia y la presencia salvadora de Dios en el pasado, nos recuerda que tenemos todas las razones para tener esperanza en el futuro.

Oremos: Dios de siglos pasados, Oh Dios de los años venideros, te agradecemos por tu fidelidad hacia nosotros en el camino de la vida. Nos has rescatado. Has proveído. Y, nos has sostenido. Pero sabemos que tienes el futuro. Y, tú los tienes a nosotros. Gracias, Señor. Amén.

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