En su libro Fuentes de Fuerza (Sources of Strength), el expresidente Jimmy Carter escribió sobre la entrevista con Eloy Cruz, un pastor Cubano, que había ganado un gran respeto entre los inmigrantes pobres de Puerto Rico. Carter le preguntó: “¿Cuál es el secreto de tu éxito?” El pastor Cruz respondió: “Señor Jimmy, necesitamos tener solo dos amores para nuestras vidas, amor a Dios y amor por la persona que está frente a nosotros en cualquier momento.”

¡Eso me encanta! Tengo una amiga cuyo discípulo espiritual es esforzarse por ver la imagen de Dios en cada persona con la que se encuentre: cajeros, meseras, profesores, extraños, etc. Piensa en cómo eso cambiaría nuestras interacciones, la forma en cómo escuchamos, en cómo hablamos.

Jesús dijo que el mayor mandamiento es Amar al Señor tu Dios con todo tu corazón, alma, fuerza y mente. Y, el segundo es parecido, es amar a tu prójimo como a ti mismo. Continuó diciendo que estos dos mandamientos son la suma de toda la ley y los profetas.

Oremos: Dios amoroso y misericordioso, ayúdanos a amarte con todo nuestro corazón. Y ayúdanos a amar a cualquier persona que esté frente a nosotros en cualquier momento.

Hoy oramos por las personas que nos sirven regularmente, enfermeras, hombres y mujeres en el ejército, bomberos, profesores, doctores, oficiales de policía, y otros servidores públicos. También oramos por aquellos que sirven detrás de escena, y por aquellos que olvidamos con mayor frecuencia. Que tu bendición llueva sobre ellos, lo pedimos en nombre de Jesús. Amén.

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Hace unas semanas, estaba escuchando una entrevista con el autor, educador y empresario Adam Robinson, y él habló sobre un sorprendente descubrimiento que hizo recientemente. Un día simplemente escribió en Google: “¿Cómo puedo aprender…?” Solo para ver qué resultados aparecían – para ver lo que la gente está buscando.

Cómo puedo aprender…

Probablemente sepas cómo con Google aparecerán sugerencias mientras escribes. Y estas sugerencias se basan en las búsquedas más populares relacionadas con las palabras que ingresas…

Entonces, él descubrió que, si escribes en Google, Cómo puede aprender…La pregunta sugerida número uno es: ¿Cómo puedo aprender Inglés? Eso tiene sentido. Luego ¿Cómo puedo aprender español?; ¿Cómo puedo aprender a cantar?; ¿Cómo puedo aprender a codificar? Pero lo sorprendente fue que la quinta búsqueda más popular fue: ¿Cómo puedo aprender…a amarme a mí mismo…? Lo que significa que millones y millones y millones de personas han estado haciendo dicha pregunta…millones y millones de personas han estado preguntándose… ¿soy digno de ser amado…?

Robinson sugiere que hay una epidemia de soledad en nuestro país en este momento. Y, las redes sociales no están ayudando a resolver dicho problema. De hecho, puede ser que esté empeorando las cosas.

No lo sé. Pero si sé que existe una tremenda necesidad de conexiones humanas. Hay una tremenda necesidad de personas que están dispuestas a llegar a otros con amor, esperanza y compasión.

Me pregunto si hay personas que conoces – que necesita saber que alguien los ama; que tú los amas…Me pregunto cómo podrías ser una guía de esperanza y luz para los que te rodean.

Oremos: Dios de Gracia, hoy oro especialmente por aquellos que están luchando con la forma en que deben de amarse a sí mismos. Recuerde a todos y cada uno de nosotros que nos has creado a tu propia imagen, y que podamos conocer su profundo y permanente amor por nosotros – incluso ahora. Amén.

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Bethany Hamilton es una surfista profesional a la que un tiburón tigre le arrancó el brazo cuanto tenía trece años. Ahora, en sus veintes, Bethany no solo continúa surfeando, sino que también compite al más alto nivel del deporte. Ella es una inspiración para tanta gente que ¡se filmó una película de Hollywood sobre su vida llamada “Desafío Sobre Olas”!

Hace unos años, Bethany asistió a una carrera de recaudación de fondos de caridad en nuestra área llamada “Reto de Nunca Rendirte”. Ella fue la oradora principal en un evento nocturno. Cuando le preguntaron a Bethany si podía retroceder el tiempo, el día del accidente – si se hubiese quedado fuera del agua, ella respondió: “NO. Yo haría todo igual nuevamente.” Su razonamiento fue que el accidente le ha dado una plataforma increíble para compartir una palabra de esperanza e inspiración con los demás – especialmente con las jóvenes que realmente la admiran. Lo que sucede es que Bethany Hamilton es una persona de fe, y ella conoce los desafía que enfrentan las jóvenes. En su mensaje, ella dijo: Todos nosotros enfrentamos cosas en nuestra vida que nos hacen querer renunciar – de darnos por vencido. Pero debes saber que, así como Dios tenía un plan para mi vida, Dios también tiene un plan para ti. Dios nos ama. Dios te ama.”

Bethany también compartió con esta multitud de miles de personas que su versículo de la Biblia favorito es Jeremías 29:11:

Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes – afirma el Señor – planes de bienestar no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.”

Oremos: Amado Dios, te agradecemos por personas como Bethany Hamilton que nos inspiran. Te agradecemos por la forma en que su fe en ti la ayudo a superar tremenda adversidad, y por la forma en que ha trabajado dicha adversidad en un hermoso mensaje de amor y esperanza. Hoy oro por aquellos que enfrentan angustias y pérdida en sus propias vidas. Concédeles fe, valor y fuerza suficiente para este día; lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

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Una de mis historias favoritas de béisbol es acerca de tres árbitros que estaban analizando la forma en que se habían desempeñado en sus trabajos, especialmente cuando estaban trabajando como árbitro principal detrás del plato de home, cantando las bolas y los strikes. El primer árbitro dijo: “Algunos de ellos son bolas; otros son strikes. Pero yo lo canto de la forma en que yo los veo.” El segundo árbitro dijo: “Algunos de ellos son bolas; otros son strikes. Pero yo los canto tal y como son.” El tercer árbitro dijo: “Algunos de ellos son bolas; otros son strikes. Pero no son nada hasta que yo los canto.”

Hay un sermón en esa historia, porque es una parábola sobre la vida. Cada uno de esos árbitros nos dicen algo sobre nuestra relación con la verdad. (Lea Mateo 16:13-16, 21-25; Juan 8:32). El tercer árbitro es mi favorito. Es un hombre que crea la verdad por su palabra. Cuando creamos la verdad, el significado, o las relaciones, compartimos la actividad creativa de Dios. Hechos a imagen y semejanza de Dios, todos somos artistas y creadores. La Biblia utiliza la metáfora o el discurso para describir la creación de Dios: “Y dijo Dios “¡Que exista la luz!; y la luz llego a existir.” (Génesis 1:3) La parábola de los árbitros nos enseña a nunca tener miedo de llamar a la vida tal como la vemos para expresar nuestro amor a Dios y por nuestros semejantes.

Oremos: Que grande eres, Oh Dios, sin cuyo espíritu nada crece, sin cuyo amor, nos marchitamos y caemos. Te agradecemos por Jesús de Nazaret quien nos guía en este camino…

Para ser grandes, tenemos que ser humildes,

Para ser exaltados, tenemos que servir,

Y para encontrar la vida, tenemos que perderla.

Enséñanos que las grandes verdades son grandes simplicidades. Despiértanos hoy para que escuchemos el canto de los árboles y ver la mañana y la noche cambiando de guardia. Por la gracia de Jesús. Amén.

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El libro de Nehemías describe la reconstrucción del muro alrededor de Jerusalén, después de que sus ciudadanos habían regresado de muchos años de exilio. Al finalizar los muros, hubo una gran celebración, y se lee en las escrituras: “Ese día se ofrecieron muchos sacrificios y hubo fiesta, porque Dios los llenó de alegría. Hasta las mujeres y los niños participaron. Era tal el regocijo de Jerusalén que se oía desde lejos.”

En la Biblia de la Formación Espiritual, junto con el texto, hay citas y actividades complementarias diseñadas para ayudar a uno a crecer en la fe. He estado utilizando dicha Biblia para las devociones matutinas por algún tiempo, y recientemente me encontré con una actividad basada en ese pasaje de Nehemías que me gustaría compartir.

Tome un bolígrafo y algo de papel y luego configure un temporizador durante dos minutos. Durante ese tiempo, escribe todas las formas en que Dios te ha dado alegría. ¿Cuántas alegrías puedes enumerar? Anote lo que le venga en mente – cosas pequeñas y cosas extraordinarias, aquellas que parecen realmente importantes y las que pueden parecer insignificantes. Si dejas algo en blanco, piensa en diferentes aspectos de tu vida: pasado, presente, familia, amigos, trabajo, comunidad de fe, creación de Dios, etc. Cuando se acabe el tiempo, regrese y vuelve a leer su lista y agradezca a Dios por habértelas dado.

Que puedas encontrar esta actividad tan estimulante de la misma forma en que yo lo sentí. Me dio perspectiva, y encontré mi espíritu en alza.

Oremos: Dios de la Esperanza, has llenado nuestras vidas de bendición. Ayúdanos a recordar hoy todo lo que trae vida y alegría. Por todo esto, te damos las gracias. Amén.

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