La Gratitud Necesita ser una Actitud
Uno de mis temas favoritos es la gratitud. Henry David Thoreau escribió: “Estoy agradecido por lo que soy y lo que tengo. Mi acción de gracias es perpetua.” Amigos de Dial Hope (Digita Esperanza), la mayoría de nosotros nos especializamos en explosiones periódicas de gratitud. En vez de una condición continua o una forma de ser, la acción de gracias se convierte en un evento, un tiempo, un día en particular, el cuarto jueves de cada Noviembre. Pero la gratitud debe ser una actitud, una que debe ser perpetua.
Para mantenerme en una condición de agradecimiento, yo hago lo siguiente: Activo mi actitud de gratitud cuando despierto. En el silencio de mi corazón digo “Gracia, Dios, por una noche de descanso y por el regalo de un nuevo día. Estoy agradecido, estoy agradecido, y viviré este día en gratitud, desde inicio hasta el final, pase lo que pase. Señor, ¿qué haces hoy? Quiero ser parte de este día. Ahora te pido que me bendigas para que pueda ser una bendición para los demás.”
Lo crucial es prepararse para otro día de agradecimiento. Los accidentes, las victorias y el aburrimiento van y vienen. Nuestra actitud de gratitud perdura. Permaneceré con perpetua acción de gracias.
Oremos: Amado Dios, que nos cubres en la noche como un ave madre sobre su nido y te levantas en nosotros en la mañana como el sol que calienta la tierra, elevamos nuestros corazones a ti en alabanza y acción de gracias. Nos has bendecido en abundancia a cada uno de nosotros. Gracias por tu amor y extravagancia. Que este día podamos ser bellamente extravagantes en nuestra generosidad, gratitud y bondad hacia los demás. En el nombre de Jesús. Amén.
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