La Oscuridad No Prevalecerá

La Oscuridad No Prevalecerá

Tengo un amigo que tuvo que lidiar con un divorcio hace unos años. En la Escuela Dominical, una vez él compartió con nosotros sobre cómo su relación con su esposa había caído a pedazos. Él nos dijo que había un momento en particular cuando él y su esposa estaban peleando, y en medio de esta pelea, él dijo algunas cosas que eran simplemente horribles. Y en el momento en que las palabras salieron de su boca, ella exploto en lágrimas y él supo que estaba equivocado. Él dijo: “Sé que no puedo salvar mi matrimonio, pero haría cualquier cosa, cualquier cosa si pudiera retirar dichas palabras.”

Creo que todos hemos tenido esos momentos en que nos damos cuenta de que hay un sentimiento en el que no somos perfectos. Soy humano, soy de carne y hueso. Estoy destrozado. Y, no es sólo el mundo. Soy yo.

Pero ¿Sabes lo que dicen nuestras escrituras? Afirman que el pecado no tiene la última palabra. Dios lo hace posible. Las escrituras pintan esta bella imagen de un Dios que está obrando, incluso ahora, para sanar y redimir; aceptando al quebrantado, al herido, lo malo y transformándolo en algo bueno y nuevo.

T.S. Eliot en una ocasión escribió:
Siempre habrá la Iglesia
Y el mundo;
Y el corazón del hombre;
Estremecimiento y emoción entre
Ellos, eligiendo y elegido,
Valiente, deshonorable, oscuro y lleno de luz;
Oscilando entre la Puerta del Infierno y la Puerta del Cielo.
Y las Puertas del Infierno no prevalecerán.
La oscuridad ahora, luego la luz.

Oremos: Dios misericordioso, tú sabes cómo luchamos, entre la esperanza y la desesperación, la bondad y el pecado, el amor y el odio. Te agradecemos el día de hoy por tu gracia, por tu perdón, y por la esperanza de que tú haces nuevas todas las cosas. Haznos nuevos, este día, para que vivamos en la plenitud de tu alegría y amor. Oramos en el nombre de Jesús. Amén.

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Libertad y Responsabilidad

Libertad y Responsabilidad

El mensaje de hoy fue escrito por mi amigo, Reverendo Roger Kunkel, q.e.p.d., fundador de Dial Hope (Digita Esperanza).

En este Cuatro de Julio, una buena pregunta a realizar es: “Si todos vivieran su fe como ciudadanos de la manera en que lo hago, ¿Qué tipo de nación tendríamos?” Muy pocos dirían: “¡Tendíamos una nación Genial!” La mayoría tendría que decir que han dejado la carga sobre los hombros de otra persona. De modo que, antes que comiencen los juegos artificiales, hay que dedicar un tiempo a la oración que esté concentrada para nuestra nación. Cuando la frase “Dios Bendice a América” atraviese tu mente, agrega las palabras, “Dios Bendice a América a través de mí”.

Hay una historia que escuche una vez sobre una niña que fue a ver la Estatua de la Libertad. Fue un encuentro tan profundo que no pudo dormir durante varias noches. Su mamá, percibiendo la incomodidad, le preguntó cuál era el problema. La joven respondió: “Me preocupa la gran dama con la antorcha. Ella debe de estar terriblemente cansada. ¿No crees que algunos de nosotros deberíamos ayudarla a sostener esa gran antorcha?”

En esta fiesta nacional, te instó a que hagas tu parte para ayudar a la gran dama con la antorcha.

Pero para estar de acuerdo con la Estatua de la Libertad en la Costa Este, ¿No crees que deberíamos tener una Estatua de Responsabilidad en la Costa Oeste? Tal vez podríamos establecer una en Sarasota, Florida, en el Golfo de México. Otros también han sugerido dicho equilibrio. Porque la libertad sin responsabilidad conduce al caos. La libertad y la responsabilidad van de la mano.

Oremos: Dios de amor, mientras celebramos otro aniversario del nacimiento de nuestra nación, te damos gracias por nuestra herencia. Por los nativos americanos que te han visto en las fuerzas de la naturaleza – sol, luna, estrellas, nubes, lluvia – y los cuales trataron de conservar la tierra y la vida animal, te damos las gracias. Por los Peregrinos que se desarraigaron de su tierra natal y vinieron a estas costas para poder ser libres para adorar, te damos las gracias. Por los fundadores de nuestra nación que afirmaron: “En Dios Confiamos,” te lo agradecemos. De manera que bendícenos este día para que podamos ser una bendición para otras personas. En el nombre de Jesús. Amén.

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Eres la Luz del Mundo

Eres la Luz del Mundo

Hace poco escuché una historia sobre un hombre de nombre Toyohiko Kagawa. Era un trabajador social japonés que vivió antes y durante la Segunda Guerra Mundial. Kagawa también resultó ser un Cristiano devoto cuya fe lo llevó a tener un impacto extraordinario en las condiciones laborales de los ciudadanos comunes en Japón. Él estaba tan bien educado, que a él lo enviaron a una misión de paz a los Estados Unidos, antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Aunque él fracasó en dicho esfuerzo, él adquirió reconocimiento internacional por su testimonio Cristiano y su trabajo desinteresado.

Años más tarde, Kagawa estaba en una gira de conferencias en los Estados Unidos. Dos estudiantes universitarios estaban caminando por el campus después de escuchar su conferencia. Uno de ellos confesó que estaba decepcionado con el mensaje simple de Kagawa. Después de reflexionar, el otro estudiante respondió: “Yo supongo que realmente no importa mucho lo que diga un hombre cuando ha vivido como Kagawa ha vivido.”

¿Verdad que es cierto que lo que hacemos y cómo vivimos dice mucho sobre nuestra persona? Nuestras acciones también dicen mucho de lo que creemos y a quien seguimos.

Tal y como decía con frecuencia mi amigo Roger Kunkel, q.e.p.d.: “Tú eres la única Biblia que la mayoría de las personas leerán.”

En el Evangelio de Mateo, Jesús dijo: “Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse. Ni se enciende una lámpara para cubrirla con un cajón. Por el contrario, se pone en la repisa para que alumbre a todos los que están en la casa. Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo.

Que así sea.

Oremos: Oro hoy, Oh Dios, por tu Espíritu sanador y redentor para llenar y empoderar cada una de nuestras vidas. Haznos plenos. Incluso mientras estamos siendo sanados, utilízanos como instrumentos de tu gracia, misericordia y paz, en el nombre de Jesús. Amén.

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Lo que no se Hundirá

Lo que no se Hundirá

Hace muchos años, durante una terrible tormenta en la Bahía Georgina de Canadá, hubo un terrible naufragio. Seis hombres y una joven escaparon con solo uno de los tripulantes en un bote salvavidas. Sin embargo, el pequeño bote se volcó en las altas olas y fue dado vuelta una y otra vez. Todos los hombres finalmente perdieron su agarre y se resbalaron por el costado. Solo la joven sobrevivió y eso fue solo porque el tripulante la había atado al bote. Ella finalmente naufragó a la orilla donde fue encontrada segura e ilesa.

Al retomar la historia, el Reverendo King Duncan escribió: “…solo ella pudo salvarse. (Pero) ella no escapó por su habilidad o sabiduría. Ella se salvó porque estaba firmemente sujetada a lo que no se hundiría.

La historia plantea la pregunta: ¿Estamos firmemente atados a lo que no se hundirá? ¿Estamos unidos a una comunidad de fe solidaria? Y, ¿Estamos conectados profundamente con Dios?

En la vida, no se trata de si llegaran las tormentas, sino de cuándo. Vamos a enfrentar tiempos y circunstancias difíciles. Los vientos aullarán y las olas crecerán. Una fe fuerte en Dios y una conexión cercana con los demás nos impedirá hundirnos. Mi oración para cada uno de ustedes es que cuando lleguen esos momentos, que puedas encontrarte firmemente atado a lo que no se hundirá.

Oración: Dios amoroso y fiel, reclamamos la promesa de Santiago de que, si nos acercamos a ti, tú te acercarás a nosotros. Camina con nosotros en este viaje de la vida y llévanos a través de las tormentas. Lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

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Nacer de Nuevo

Nacer de Nuevo

En el Evangelio de Juan, Jesús estaba hablando con un fariseo llamado Nicodemo. Él le dijo a Nicodemo: Quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios.

Nicodemo no lo entiende y respondió: “¿Cómo puede uno nacer de nuevo siendo ya viejo?” (¡Él hubiese sido un buen literalista!)

Pero en realidad no es una mala pregunta. A veces es difícil imaginar un renacimiento después de que envejecemos. A veces es difícil imaginar renacer después de que nos acomodamos en nuestros caminos. A veces es difícil imaginar renacer durante esos momentos muertos en nuestras vidas. Pero muy a menudo esos son exactamente los momentos en que el Espíritu quiere hacer algo nuevo en nosotros.

Cuando estaba en Atlanta, a veces ayudaba a servir el desayuno a las personas sin hogar en la Iglesia Puerta Abierta. Después de servir el desayuno siempre nos sentábamos a comer. Un día resulta que estaba sentado frente a otro voluntario que era un poco mayor – recién jubilado – tal vez a inicios de sus años 70. Mientras estaba sentado, noté algunas lágrimas corriendo por su mejilla. Él dijo que estaba sirviendo sémola de trigo esa mañana y cerca del final de la fila, un hombre desamparado le agarró de la mano, lo miró a los ojos y le dijo muy sinceramente: “Gracias”. Esto realmente lo conmovió. Reflexionando sobre lo ocurrido, él dijo: “No puedo creer que haya esperado alrededor de 70 años para comenzar a retribuir. Y otro hombre, sentado junto a él a la mesa dijo: “Sí, pero que bendición no haberlo perdido del todo.”

Recuerdo que una amiga en el seminario me dijo que fue en medio de un divorcio doloroso, a inicios de sus cincuenta años, que ella comenzó a escuchar a Dios llamándola al ministerio. Ella me dijo que era casi como si Dios le estuviera diciendo: Sé que piensas que esto es el final – pero hay todo un nuevo capítulo por delante…

No sé por lo que podrías estar pasando en tu vida, pero oro para que puedas esperar que el mismo Espíritu que sopló vida a los huesos secos de Israel; el mismo Espíritu que levantó a Jesús de la muerte; el mismo Espíritu que sopló vida en los inicios de la iglesia en el primer Pentecostés, ese mismo Espíritu pueda y dará luz a algo nuevo – incluso a ti – incluso a mí.

Oración: Espíritu Santo, Autor y Renovador de la Vida, como un viento poderoso, sopla nuevamente en nuestras vidas, en nuestras familias, en nuestras iglesias y en nuestro mundo. Trae sanidad, misericordia, gracia y vida nueva. Lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

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Las Olimpiadas Especiales

Las Olimpiadas Especiales

Hace algún tiempo, las Olimpiadas Especiales se celebraron en Seattle, y ocurrió algo hermoso. Nueve concursantes, todos con discapacidades físicas o mentales, se encontraban en la línea de salida de la carrera de las 100 yardas lineales. Cuando la pistola, que anunciaba el inicio, sonó, todos empezaron – no exactamente en línea recta, pero con un gusto por correr la carrera hasta el final y ganar. Pero mientras corrían, un muchacho resbaló y cayó. Se tambaleó un par de veces y comenzó a llorar. Los otros ocho corredores escucharon al joven llorar. Todos se detuvieron, dieron la vuelta y regresaron – cada uno de ellos.

Una niña con síndrome Down se inclinó y le dio un beso en la parte superior de la cabeza, y dijo, “Esto hará que todo sea mejor.” Los otros corredores ayudaron a poner de pie al muchacho caído, y los nueve de ellos unieron los brazos y caminaron juntos, lado a lado, hasta la meta. ¡Todos ganaron! ¡Todos llegaron primero! Todos en el estadio se pusieron de pie, los aplausos duraron diez minutos. Las personas que asistieron todavía cuentan la historia. Las personas que ni siquiera estuvieron allí, dicen que estuvieron.

Como puedes ver, como Cristiano, no tienes que ganar. Tal vez necesitas reducir la velocidad y cambiar de curso – para ayudar a alguien, para asociarse con alguien, para reconciliarte con alguien, para alentar a alguien. Cuando hagas eso, tendrás paz interior y paz con Dios.

Oremos: Dios de amor, te damos las gracias por este día. Perdónanos cuando ofendemos a los demás y a ti. Perdónanos y haznos puros, con la capacidad de sentir tu presencia, tu fortaleza, tu gracia y tu amor. Al sentir tu amor incondicional, habilítanos para que podamos apoyar a otros en su dolor, sufrimiento y soledad. Pedimos estas cosas en el nombre de tu Hijo, nuestro redentor, Jesucristo. Amén.

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Amor Sacrificial

Amor Sacrificial

Unas palabras de agradecimiento se extienden a todos los que tan amablemente apoyan al ministerio Dial Hope (Digita Esperanza). La esperanza se manifiesta gracias a ti.

Recientemente supe que el renombrado científico Louis Pasteur le asustaba terriblemente los perros. Incluso un ladrido lejano lo aterrorizaba. En su mente, él todavía podía ver a un lobo furioso que arrasó su aldea, durante su infancia, trayendo agonía y muerte a muchos de sus vecinos. “Siempre me han atormentado los gritos de dichas víctimas,” dijo una y otra vez. Sin embargo, en 1882, por encima de los 60 años, Pasteur abandonó todos sus otros estudios y se enfocó en una intensa búsqueda de una cura para la rabia. Durante tres largos años, a pesar de sus profundos temores, él arriesgó su vida viviendo con perros furiosos. Finalmente descubrió una vacuna para curar a las víctimas de la rabia. En una noche de Julio de 1885, él aplicó la primera inyección en un niño cuya vida parecía estar condenada. El niño sobrevivió. Para el beneficio de otros, Louis Pasteur enfrentó sus temores más profundos para encontrar una cura para una enfermedad horrible. Esta historia es una hermosa historia acerca de dar sacrificialmente. Y es convincente.

Hoy, demos gracias por todos aquellos que han sacrificado su propio interés, seguridad e incluso sus vidas por el bien de los demás. ¡Son una bendición!

Oremos: Dios todopoderoso y amoroso, cuando recordamos el sacrificio de tu Hijo Jesús en la cruz, nos sentimos con mucha humildad. Cuando vemos el sacrificio de otros resuena profundamente, y estamos inspirados y agradecidos. Agradecemos a todos los que dan desinteresadamente por el bien de los demás. Especialmente te agradecemos por las mujeres y los hombres en el ejército y sus familias, los bomberos, los oficiales de policía, los misioneros, los trabajadores de programas de ayuda y los trabajadores de la salud. Los alzamos a ti, solicitándote tu bendición y protección. Que su generosidad nos sirva de inspiración. Amén.

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Un Hermoso Misterio

Un Hermoso Misterio

Hay una historia divertida sobre un niño que estaba tratando de aprender la Oración del Señor. Una noche, cuando se arrodilló junto a su cama, dijo las siguientes palabras: Padre Nuestro, que estás en los cielos, ¿Cómo sabes mi nombre?

El Reverendo John Claypool retoma esto y escribe: “Tal afecto individualizado siempre será un misterio para nosotros los mortales…” Es verdad. Pero aún es difícil de comprender. Yo espero que en el fondo conozcas las profundidades del amor de Dios por ti. No importa cuál sea tu pasado; no importa lo que hayas hecho o dejado sin hacer; no importa lo que llevas dentro de ti, Dios te ama.

En el Evangelio de Lucas, Jesús dijo: “¿No se venden cinco gorriones por dos moneditas? Sin embargo, Dios no se olvida de ninguno de ellos. Así mismo sucede con ustedes: aun los cabellos de su cabeza están contados. No tengan miedo; ustedes valen más que muchos gorriones.

En el libro de Romanos, Pablo escribe: “Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.”

Oremos: Tú eres Santo, Oh Dios. Y tú eres bueno. Te agradecemos que nos llames por nuestro nombre y que somos tuyos. Ayúdanos a amar a los demás tal y como tú nos has amado a nosotros. Amén.

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Semillas de Esperanza

Semillas de Esperanza

Hace muchos años yo tuve dos niñas acogidas que vivieron con nuestra familia durante varios meses. Eran hermanas, de cuatro y seis años respectivamente, que provenían de una situación familiar difícil. Nunca olvidaré que estábamos manejando por la carretera una mañana y la niña de cuatro años comenzó a cantar una canción que habíamos entonado en la iglesia: “Abre los ojos de mi corazón, Señor. Abre los ojos de mi corazón. Quiero verte. Quiero verte.” Pude ver su gran sonrisa en el espejo retrovisor. De hecho, todavía puedo ver su gran sonrisa. Y me encontré orando por ella: Dios, si alguien necesita verte, por favor Señor, deja que ella te vea. Permite que ella te conozca. Algún tiempo después, las hermanas terminaron pudiendo irse a su hogar para vivir con su madre. No sé sobre la situación de ellas hoy en día, pero estoy agradecido por el regalo de este tiempo que pude compartir con ellas. Y estoy agradecido por la familia de mi iglesia, que ayudó a sembrar una semilla de fe. Dios sabe que lo necesitarán, pase lo que pase.

En los momentos oscuros de la vida, oro para que también haya una semilla de fe en ti. Que puedas llegar a ver que la esperanza y la gracia que necesitas para sobrevivir este tan cerca como tu próximo aliento. Jesús dijo: “Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá.”

Oremos:

Bendito seas, Oh Dios de toda la creación, porque tú nos has dado el regalo de este día, incluso el regalo de la vida misma.
Bendito seas, Oh Dios de toda la creación, porque tú nos has dado el regalo de tu iglesia, la belleza de tu gente, en todas las edades, razas, con pasado e historial.
Bendito seas Oh Dios…

Nos has llamado producto de tu tremendo amor, y hemos sentido ese llamado como anhelo en nuestros corazones o agitación en nuestras almas. Y por lo tanto respondemos a ti ahora sentándonos incluso por un momento conscientes de tu presencia. Acércate a nosotros, oramos. En el nombre de Jesús. Amén.

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La Aureola Alrededor de sus Manos

La Aureola Alrededor de sus Manos

El mensaje de hoy fue escrito por mi amigo, el Reverendo Roger Kunkel, fundador de Dial Hope.

El famoso artista Rembrandt hizo algo fascinante en una de sus pinturas. En lugar de pintar una aureola sobre la cabeza de Jesús, en una obra de arte, el dibujó una aureola alrededor de sus manos. No sobre su cabeza, sino más bien alrededor de sus manos. ¿Por qué? A través de los años, los críticos de arte han debatido el por qué Rembrandt había dibujado la aureola de dicha forma. Me parece que nos estaba recordando todas las formas en que Cristo utilizó sus manos para hacer su ministerio. Con sus santas y sagradas manos él sanó a los enfermos, alimentó a los hambrientos, bendijo a los niños y resucitó a los muertos. Con sus manos, nos enseñó como vivir nuestra fe y como poner nuestra fe a obrar. Con el toque compartido de sus manos, nos da una personalidad con el que podemos vivir y una fe en la cual podemos basar nuestras vidas. El Cristianismo no es solo un credo que profesamos; es un estilo de vida que vivimos. Mi oración es que Dios, a través del poder del Cristo resucitado y la presencia del Espíritu Santo, nos permita vivir cada día plenamente y hacer de cada día una obra maestra.

Oremos: Oh Dios, cuya gracia es como un toldo de amor extendido sobre nuestras vidas, enséñanos a llenar nuestras vidas con agua refrescante y ayudar a las personas sedientas. Permítanos no solo caminar la milla que se requiere de nosotros, sino que, encontrando nuestra fuerza en el amor para poder avanzar la segunda milla. Conviértenos en sirvientes, ansiosos por atraer a otras personas bajo la protección del toldo de gracia y al salón de banquetes del Espíritu. En el nombre de Jesús oramos. Amén.

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