Abierto a las Sorpresas

Abierto a las Sorpresas

Fue Bett Tallmadge quien dijo, “La vida es lo que te sucede cuando elaboras los planes de otros.” Cosas buenas pasan por casualidad, si estamos dispuestos a permitir que sucedan. Nuestros planes deben de ser ajustables para permitir que la vida haga su voluntad con nosotros. Recolectamos conchas marinas con nuestros hijos, pero nos enamoramos del hobby nosotros mismos. Buscamos por un cuadro en especial, pero en vez finalizamos con una maravillosa pieza de mobiliario. Tomamos un curso electivo como relleno y terminamos culminándolo en el ámbito profesional. Después de la muerte de un famoso Rabino, se le preguntó a uno de sus discípulos, “¿Qué era lo más importante para tu maestro?”  El discípulo pensó por un momento y respondió, “Cualquier cosa que estuviese haciendo en ese preciso momento.”

Amigos de Dial Hope (Digita Esperanza), no importa en donde te encuentres – conduciendo un vehículo, en la santidad de tu hogar, vacacionando, en la cama de un hospital, en tu puesto de trabajo – vive a plenitud este día que es un milagro irrepetible. Hay que estar abiertos a sorpresas. Sé alegre. Enfócate en los sacramentos constantes de los pequeños momentos.

Oremos: Oh Dios de todas las cosas preciosas, incluyendo a los animales y a la majestuosidad de tu creación, quien escucha nuestros sufrimientos aun cuando el miedo bloquea nuestras palabras, crea en nosotros un corazón alegre y de esperanza. Que tu espíritu consolador calme la ansiedad de aquellos que viven con enorme presión y estrés; que llene el vacío de los perdidos y de los que tienen vidas solitarias. Teje tu amor, alegría y gratitud en el tapiz de nuestros momentos en este día. Gracias a ti, Dios. Amen.

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Da un Salto…de Acción

Da un Salto…de Acción

El pastor y columnista de periódicos George Crane cuenta la historia de una mujer que entró a su oficina lista para divorciarse de su esposo. “No solo quiero deshacerme de él, quiero desquitarme. Antes de divorciarme de él, quiero lastimarlo tanto como él a mí.”

El Dr. Crane ideó un plan: “Vete a casa y actúa como si realmente amaras a tu esposo. Dile cuánto significa para ti. Elógialo por cada rasgo decente. Haz todo lo posible por ser tan amable, considerada y lo más generosa posible. No escatimes esfuerzos para complacerlo, para disfrutarlo. Hazle creer que lo amas. Después de haberlo convencido de tu amor eterno y de que no puedes vivir sin él, entonces deja caer tu decisión. Dile que te vas a divorciar. Eso realmente le hará daño.” Hirviendo de venganza, ella respondió: “Hermoso, hermoso. ¡Él se sorprenderá!” Y ella siguió el plan con entusiasmo. Actuando “como si”. Por dos meses mostró amor, amabilidad, escuchaba, se entregaba, reforzaba y compartía.

Después de un tiempo, el Dr. Crane notó que ella no regresaba. Entonces la llamó y le preguntó: “¿Estás lista ahora para continuar con el divorcio?” Ella respondió: “Dr. Crane, durante estos últimos dos meses, he cambiado de parecer. He descubierto que realmente lo amo.”

Aparentemente, sus acciones habían cambiado por completo sus sentimientos.

Cuando servía como pastor asociado en Sarasota, nuestra Pastora Principal solía alentar a las personas que estaban lidiando con su fe para “actuar como si”. Ella solía decir: “Actúa como si la fe estuviese allí. Atiende las adoraciones. Atiende y participa en los eventos de la misión. Ora cuando puedas. Y tu fe vendrá.”

El pastor y teólogo William Sloan Coffin, Jr, hizo eco de estas creencias. Él escribió: “Es sumamente importante darse cuenta de que el salto de fe no es tanto un salto de pensamientos como de acción. Porque mientras que en muchos asuntos primero debemos ver, luego actúa; en materia de fe primero debemos tomar acciones luego  sabremos los resultados, primero debemos ser luego veremos sus resultados. En resumen, uno debe atreverse a tomar acciones de todo corazón sin certeza absoluta.”

Oremos: Amado Dios, en nuestra relación contigo y con los demás, ayúdanos a vivir de acuerdo con nuestros ideales – incluso en esos momentos en que no tenemos la fuerza o la voluntad. Concédenos tu valor y gracia para que podamos ser portadores de tu luz y tu amor. Amén.

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Cuando Pasas por las Aguas

Cuando Pasas por las Aguas

Hace unos años, mi amigo Chris estaba enseñando a algunos niños a surfear. Él simplemente estaba en el lugar y momento correcto – porque escuchó a una niña pequeña comenzar a gritar pidiendo ayuda. Ella estaba siendo arrastrada por una corriente de resaca. Chris, respondiendo lo más rápido posible, nadó hacia ella e hizo el rescate. Él dijo que estaba agradecido de que cuando llegó a ella, la profundidad del agua le llegaba hasta el pecho. Por supuesto, para la niña, la profundidad le cubría la cabeza.

Chris dijo que pensó en cómo a veces con nosotros mismos – nos sentimos como la pequeña niña – abrumados por las aguas de problemas o incertidumbre, miedo o pecado. Nos encontramos hasta la coronilla y parece que nos vamos a ahogar. Pero hay Uno para quien las aguas no son nada. Hay Uno que escucha nuestros gritos y que puede rescatarnos.

En Isaías, el Señor habla: “No temas, que yo te he redimido; te he llamado por tu nombre; tú eres mío. Cuando crezcan las aguas, yo estaré contigo; cuando cruces los ríos, no te cubrirán sus aguas.”

Oremos: Amado Dios, recordamos que tú escuchas los gritos de los necesitados. Estás cerca de aquellos en peligro, y cerca de los quebrantados de corazón. Oramos por aquellos que se sienten abrumados. Que reconozcan que estás con ellos – que tus brazos son los brazos que los llevan. Especialmente alzamos a las mujeres y a los hombres en el ejército en el extranjero; guardianes de la paz, trabajadores de asistencia humanitaria, bomberos, policías y otros en ocupaciones peligrosas. Pedimos medida adicional de tu protección, orientación y amor. Amén.

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Estar Preparados

Estar Preparados

Una enseñanza importante de la fe Cristiana es que nuestro Señor Jesús vendrá nuevamente con poder y gran gloria para juzgar a los vivos y a los muertos. La Iglesia ha estado esperando que Jesús regrese desde que ascendió al cielo.

¿Qué pasaría si Jesús, de alguna manera, nos hiciera saber, sin lugar a dudas, que vendrá en un futuro muy cercano? ¿Cómo respondería las personas? Incluso si la evidencia fuera abrumadora, algunos no lo creerían y continuarían con sus vidas cotidianas. Sin embargo, muchas personas moverían su fe a la primera prioridad. Habría un tremendo aumento en la asistencia a la iglesia. Se venderían todas la Biblias y otros materiales religiosos de las librerías. Las familias encontrarían el tiempo para orar juntas. Se realizarían reconciliaciones. Habría un aumento en ayudar a los necesitados. Se culminarían las cosas buenas que habían sido postergadas.

Sin embargo, ninguna de las cosas que han sido mencionadas debería ser extraordinario para el Cristiano. Hay expresiones de Jesús en los cuatro relatos del Evangelio que hablan de prepararse para su regreso, que hablan de la era actual como los Últimos Días. Estoy convencido de que él hizo esto para instarnos a vivir nuestras vidas desde la perspectiva de su fin. Cuán diferentes serían nuestras prioridades, cuán dulce sería cada aliento, cuán celosos seríamos al amar a Dios y a los demás, si viviéramos cada día como si fuera el último. Nuestro Señor no habló del fin para inspirar miedo, sino para alentarnos a vivir abundantemente en el presente. Annie Dillar dijo algo similar cuando dijo: “La forma en que pasamos nuestros días es, por supuesto, la forma en que vivimos nuestras vidas.”

Oremos: Purifica nuestra conciencia, Dios Todopoderoso, con tu visita diaria, para que tu Hijo Jesucristo, en su venida, pueda encontrar en nosotros una mansión preparada para él; quien vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y para siempre. Amén.

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El Dios de Toda la Creación te Conoce

El Dios de Toda la Creación te Conoce

La enormidad del universo es algo más allá de nuestra comprensión. Nuestro sol es una estrella de tamaño promedio en una galaxia con innumerables estrellas, y nuestra galaxia es solo una de muchas galaxias. Por ejemplo, la galaxia cercana más grande a la Vía Láctea es la Galaxia Andrómeda. Está a 2.5 millones de años luz, lo que significa que la imagen que vemos en el cielo tardó 2.5 millones de años en llegar a nosotros.

Nosotros, en la traición judeocristiana, hacemos una asombrosa afirmación a la luz de la inmensidad del universo. Hay un Dios que creó todo esto y que se dio a conocer a nosotros. Dicho Dios no es solo una fuerza, sino un Dios personal, que tiene un propósito para su creación. Lo que es más asombroso: Él conoce a cada uno de nosotros, nos llama por nuestros nombres, y ve dentro de nuestros corazones.

Dicho Dios, que hizo la tierra, el sol y todas las galaxias, se preocupa tanto por nosotros que se encarnó en un ser humano al ser Jesús de Nazaret. Él vivió entre nosotros por un tiempo, y sufrió y murió como sacrificio por nuestros pecados.

Es una historia increíble y, sin embargo, tiene sentido. Es el Dios que es tan poderoso que creó este vasto universo y debe de tener un propósito. ¿Qué mejor propósito podría haber que crear seres que reflejen su propia naturaleza?

Es por eso por lo que Dios obra tan duro para traernos de vuelta a él, para regresar nuestros corazones al amor que provocó todo esto. Es el Dios, el verbo que se hizo carne, nos dice: “Vengan a mí todo ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave, y mi carga es liviana.”

El Dios que hizo la inmensidad del universo viene a nosotros nuevamente este día para que podamos cargar su yugo sobre nosotros y aprender de él, para que podamos encontrar descanso para nuestras almas.

Oremos: Oh Padre celestial, que has llenado el mundo de belleza: Abre nuestros ojos para contemplar tu mano amable en todas tus obras; que, nos regocijemos en toda tu creación, y que podamos aprender a servirte con alegría; por el bien de aquel por quien fueron creadas todas las cosas, tu Hijo Jesucristo nuestro Señor. Amén.

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Busca el Primer Reino de Dios

Busca el Primer Reino de Dios

Jesús dijo: “No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán…Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas.”

Jesús no está diciendo que no debemos trabajar para proporcionar una buena vida a nuestras familias. Él no está diciendo que no deberíamos obtener un seguro o prepararnos contra la calamidad. Lo que él está diciendo es, en primer lugar, que nuestra perspectiva de vivir cada día debe centrarse en Dios, no en nosotros mismos, no en las aspiraciones que tengamos o en los problemas que podamos encontrar. Debemos estar centrados en Dios y en hacer su voluntad. En segundo lugar, debemos confiar en que nuestras vidas están en manos de Dios y que Él cuidará de nosotros y nos proporcionará lo que necesitemos. Es dentro de este contexto que debemos llevar a cabo nuestra vida diaria.

Jesús trata el problema de la ansiedad, de una preocupación excesiva por el futuro, porque él sabe que esa es nuestra tendencia. Nos preocupamos por el mercado de valores, por nuestros hijos o por nuestros padres, nuestra salud, nos preocupamos por la política, el medio ambiente, lo que sea. Esas preocupaciones provienen de problemas y potencialidades reales, y de no saber lo que depara el futuro. Pero esa preocupación no puede determinar ningún resultado y, de hecho, puede debilitarnos y evitar que actuemos positivamente para lograr un cambio. Nuestro Señor Jesús nos exhorta a que vivamos “en el presente”, centrados en Dios. Ahí es donde se encuentra la verdadera vida, y donde se nos abre la eternidad.

Nos enfocamos en Dios a través de oraciones diarias, la confesión, la comunión, la lectura de las Sagradas Escrituras, y ayudando a los necesitados.

Oremos: Oh Dios de la paz, que nos has enseñado que es en el descanso y reposo que seremos salvos, en la tranquilidad y la confianza morará nuestra fortaleza: Por el poder de tu Espíritu álzanos, oramos, a tu presencia, para que podamos estar en silencio y saber que eres Dios; a través de Jesucristo nuestro Señor. Amén.

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Un Corazón Alegre

Un Corazón Alegre

Hay una vieja historia sobre un hombre que envió un arreglo floral para celebrar la inauguración del nuevo negocio de un buen amigo. Cuando el remitente llegó a la gran celebración, se sorprendió al encontrar su arreglo floral con una tarjeta que decía: “Descansa en Paz”.

Furioso, llamó a la floristería para quejarse de la confusión. La florista dijo: “Oye, no te enojes. Piénsalo de esta manera. “En algún lugar de la ciudad, el día de hoy, alguien fue enterrado bajo una señal que decía: Buena suerte en tu nueva ubicación.”

Es cierto que el humor, a menudo, es la mejor manera de lidiar con una situación desagradable. La risa rompe la tensión. Calma la presión, y tranquiliza el alma. Nunca me he olvidado del consejo que me dio mi amigo Roger Kunkel, q.e.p.d.: “La vida es mucho más fácil cuando uno puede ¡reírse de sí mismo!” El solía citar, regularmente, el proverbio, “Gran remedio es el corazón alegre, pero el ánimo decaído seca los huesos”.

También me encanta Proverbios 15:15: ¡Para el que es feliz siempre es día de fiesta!

Nuestra oración de hoy fue escrita por mi amigo Roger Kunkel. Oremos: Dios maravilloso, la vida es tan hermosa. ¿Por qué a menudo vivimos en el temor del día siguiente, o anestesiados ante la magia del momento presente? Enséñanos cómo encontrarte en otras personas – en los niños que nos adelantan en la acera, en el anciano empujando una cesta de comestibles, en el paciente que espera en el consultorio del médico. Restaura en nosotros la sensación de pasión y de atención hasta que encontremos el ajuste correcto. Bendícenos ahora para que podamos ser una bendición para los demás, mientras buscamos hacer de este día una obra maestra. En el nombre de Jesús. Amén.

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Con Fortaleza

Con Fortaleza

¿Cómo la fe puede reparar un corazón roto? Tarde o temprano, una angustia o dolor viene hacia nosotros. Tristezas, dolor, decepción, aflicción, rechazo, sufrimiento – como quieras llamarlo- de la retaguardia se dirige hacia delante y nos cubre como una manta pesada. Permítanme recomendar algunos recursos de la fe Cristiana que nos puede ayudar a caminar por ese valle oscuro de dolor. Primero, acepta la comunión de la iglesia. Permite que los brazos de amor de la iglesia como familia te rodee y que te apoye. Nunca olvides que no estás solo. Dios está contigo. Absolutamente nada, incluyendo la muerte, puede separarte del amor de Dios. No importa cuán lastimado estés, permite que la iglesia sea una parte integral de tu proceso de sanación.

Segundo, y esto puede sorprenderte, reclama el poder para ayudar a otros, el que viene únicamente a través de la experiencia de haber pasado por la peregrinación del dolor. Aquellos que han vivido el dolor, de cualquier tipo, tienen una nueva empatía, una nueva sensibilidad, una nueva compasión, un nuevo poder de ayudar a otros. Jesús dijo, “Bienaventurados los que lloran; porque ellos serán consolados.” La palabra “consolado” viene de la palabra en Latin “consolatus” – con, lo que tiene el mismo significado en español “con” y solatus lo que significa “fortaleza”. Por lo tanto, la palabra “consolado” significa literalmente “con fortaleza.” De este modo, Jesús dijo, “Bienaventurados los que sufren, porque ellos tendrán fortaleza”. Alguien, en algún momento, lo describió de la siguiente forma: Quienes estén entre nosotros, que hayan vivido lo que significa sufrimiento y ansiedad son…ya no les pertenece a sí mismos; ellos son la hermana, el hermano de aquel que sufre.”

Amigos de Dial Hope (Digita Esperanza), reclama dicha fortaleza para ayudar a otros, fortaleza que solo se adquiere en el lado donde hay problemas, solo caminando a través del valle de sufrimiento. Dios necesita que compartas tus experiencias con otros. Memoriza el siguiente versículo: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13). Confía en Dios…confía en Dios…confía en Dios.

Oremos: Dios de amor, algunos días hay tanto dolor, tanto vacío. Y aún, tú conoces nuestros sentimientos. A medida que contamos nuestras bendiciones, no permitas que nos sumerjamos en nuestra propia autocompasión de tal forma que podamos alentar y consolar a otros. Convierte nuestras tristezas en alegrías, recordando que “Gran remedio es el corazón alegre, pero el ánimo decaído seca los huesos” (Proverbios 17:22). A través de la gracia de nuestro Señor Jesucristo. Amen.

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Fuerza en Números

Fuerza en Números

Recientemente escuché una historia sobre un grupo de estadounidenses que estaban en un recorrido en autobús en Roma. Los guiaba un guía que hablaba un buen inglés. Su primera parada fue una basílica en una plaza rodeada por varios carriles de tráfico romano implacable.

Después de que todos desabordaron el bus, el grupo subió las gradas para hacer un recorrido rápido por la iglesia. Luego se dispersaron para abordar el bus, que estaba estacionado al otro lado de la calle de la iglesia. El guía frenético le gritó al grupo para que se mantuvieran unidos, pero parecía que lo ignoraban. En respuesta el gritó: “Si cruzan uno por uno, les atropellarán uno por uno. ¡Pero si cruzan juntos, ellos creen que lastimarás el auto!”

Mantenerse unidos tuvo enormes beneficios, ¡verdad que sí!

En el libro de Eclesiastés, capítulo 4, leemos esta sabiduría:

Más valen dos que uno, porque obtienen más fruto de su esfuerzo. Si caen, el uno levanta al otro; ¡ay del que cae y no tiene quien lo levante!…Uno solo puede ser vencido, pero dos pueden resistir. ¡La cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente!

Amigos de Dial Hope (Digita Esperanza), espero que tengas algún tipo de comunidad a tu alrededor. Todos necesitamos a otras personas en nuestras vidas; personas que nos aman como somos pero que también nos retarán a crecer; personas que nos levantarán cuando estamos caídos; personas que orarán por nosotros y con nosotros; personas que darán, amarán y servirán junto a nosotros.

Hay un viejo proverbio africano: Si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado.

Oremos: Recordamos Señor que dijiste: “No es bueno que estemos solos.” Concédenos el valor y la fuerza y la gracia que necesitamos para que podemos darnos a nosotros mismos y conectarnos profundamente con los demás. Y a medida que nos entregamos a nosotros mismos, que podamos notar cuánto estamos recibiendo realmente. Amén.

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Nuestro Refugio y Fortaleza

Nuestro Refugio y Fortaleza

Hoy permítanme decirles lo agradecido que estamos con aquellos que realizan donaciones a la Fundación Dial Hope (Digita Esperanza), que permite que este ministerio llegue a tantas personas. Tu generoso apoyo es un verdadero envío de Dios.

Puede ser que algunos de ustedes recuerden a Jimmy Stewart, quien durante un tiempo fue uno de los actores más queridos y respetados de Hollywood. Según todas las fuentes, el carácter y la integridad de Stewart fueron influenciados por sus padres. Una vez escribió sobre el sabio consejo que le dio su padre antes de ir a luchar en la Segunda Guerra Mundial. En una carta, Alex Stewart escribió: “Mi querido muchacho Jim, poco después de que leas esta carta, estarás en camino hacia el peor tipo de peligro…Estoy confiando en la copia adjunta del Salmo 91. Lo que toma el lugar del miedo y la preocupación es la promesa de estas palabras…No puedo decir más…Te amo más de lo que puedo decirte. Papá.”

El Salmo 91 se lee en parte:

El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso. Yo le digo al Señor: “Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío…lo protegeré, porque reconoce mi nombre. Él me invocará, y yo le responderé, estaré con él en momentos de angustia…”

El consejo de Alex Stewart estaba en lo cierto. La confianza es el antídoto para la preocupación y el miedo. Sin duda vivimos en un mundo atribulado. Los problemas que enfrentamos son complejos. Pero Dios ha prometido estar con nosotros, sin importar lo que nos depara el futuro. Dios es nuestro refugio y nuestra fortaleza. No importa qué cargas estemos llevando; no importa el tipo de peligro que podamos enfrentar, que podamos seguir tomando estas palabras de corazón.

Oremos: Dios amoroso y misericordioso, oramos hoy especialmente por aquellos que están en medio de la “peor clase de peligro.” Oramos por tu protección, misericordia y liberación. Concede el coraje y la esperanza a quienes más lo necesitan hoy. Y oramos para que apresures el día en que cesen las guerras y reine tu paz. Que dicha paz reine ahora en nuestros corazones. Amén.

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