Dar Gracia

Dar Gracia

Hay una historia sobre un canadiense que dejó sus calles llenas de nieve para ir de vacaciones en la Florida, Estados Unidos. Su esposa estaba de viaje de negocios y planeaba reunirse con él allí el día siguiente. Cuando llegó a su hotel, él decidió enviar a su esposa un rápido mensaje por correo electrónico. Incapaz de encontrar el pedazo de papel en el que él había escrito la dirección de correo electrónico de su esposa, él hizo su mejor esfuerzo para digitarlo de memoria. Desafortunadamente, le falto una letra en la dirección de correo electrónico y su mensaje fue enviado a un correo diferente. En lugar de llegar a su esposa, fue al correo de una mujer de tercera edad esposa de un predicador, cuyo esposo había fallecido tan sólo el día anterior.

Cuando la viuda, que estaba de duelo, revisó su correo electrónico, echó un vistazo al monitor de la computadora y dejó escapar un grito, y cayó al suelo desmayada. Al escuchar el ruido, su familia se apresuró a entrar en la habitación y miraron el siguiente mensaje en el monitor: Mi muy Querida Esposa, recién me registré. Todo preparado para tu llegada mañana. P.D. ¡Claro que está caliente aquí abajo!

¡Equivocaciones en la comunicación pueden ser desastrosas! El mensaje correcto enviado a la persona equivocada o enviado en el momento equivocado puede causar serios malentendidos. El correo electrónico puede ser peor – porque puede ser enviado tan rápidamente sin pensarlo. También, cuando no podemos ver o escuchar la emoción detrás de las palabras, es fácil malinterpretar.

Ya sea que se trate de una llamada de telefonía celular, carta, correo electrónico o comunicación cara a cara, la Biblia tiene buenos consejos. Santiago escribió: Todos deben estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y enojarse. Pablo advierte: “Eviten toda conversación obscena. Por el contrario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean bendición para quienes escuchan.”

Que tus palabras – de cualquier modo que sean – den gracia a los que escuchan.

Oremos: Dios nuestro salvador, Esperanza de los confines de la tierra y de los mares más lejanos, nos has bendecido en abundancia. Oro hoy, que nos puedas usar para bendecir a otros – incluso con nuestras palabras. Que siempre estemos abiertos a tu llamado, y a tus envíos. Ayúdanos a amar tal y como somos amados, y de perdonar de la forma en que hemos sido perdonados, y de servir de la forma en que hemos sido servidos – en Jesucristo. Amén.

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Un Corazón de Sabiduría

Un Corazón de Sabiduría

El día de hoy estoy profundamente agradecido por aquellos que han apoyado a la Fundación Dial Hope (Digita Esperanza) con una donación financiera. ¡Muchas personas se benefician de tu donación!

Hace poco escuché parte de la charla TED de 1998 de Billy Graham. TED significa Tecnología, Entretenimiento y Diseño, y se refiere a conferencias que albergan a oradores inspiradores en estos temas de todo el mundo. En todo caso, Billy Graham, expuso sobre las preguntas que recibía, a menudo, de los estudiantes universitarios – preguntas sobre la vida y la muerte y la moral y la fe. Él relató que un estudiante le preguntó: “¿Cuál ha sido tu mayor sorpresa en la vida?” Él respondió: “Mi mayor sorpresa en la vida es la brevedad.”

Es verdad que de jóvenes pensamos que somos inmortales e invencibles. Se siente como si la vida continuará indefinidamente. Pero a medida que maduramos y envejecemos, rápidamente nos damos cuenta de lo fugaz que es. El Salmista nos recuerda que nuestros días son como un suspiro (Salmo 39 y 144)

Cuando recordamos que estamos aquí por sólo un corto tiempo, plantea tanto las preguntas de la eternidad como de lo que estamos dejando atrás. ¿Hemos hecho contribuciones para hacer de este mundo un lugar mejor? ¿Las personas que nos rodean sabrán nuestro amor por ellos? ¿Acaso hemos aceptado la gracia y el amor de Dios por nosotros? ¿Y acaso eso está haciendo una diferencia en cómo vivimos?

El Salmo 90 dice: Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría.

Mi amigo Roger Kunkel solía enseñar: “Hoy es un milagro irrepetible.” ¡Nunca habrá otro igual! “Hagamos del día una obra maestra.”

Oremos: Amoroso y Misericordioso Dios, te damos gracias por el regalo de la vida y por tu amor incondicional por nosotros. Ayúdanos a aceptar ambos regalos y luego vivir a la luz de ambos. Amén.

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Corona de la Creación de Dios

Corona de la Creación de Dios

Una de las más grandes verdades de la Biblia es…Nosotros, tú y yo fuimos hechos a la imagen de Dios. ¡Esto es un milagro! Dios creó a gatos y perros, colibríes, cardenales rojos, ardillas, elefantes, jirafas, pelícanos, delfines y los ornitorrincos. Dios hizo los árboles, las flores y los cielos. Dios hizo todo esto y dijo: “¡Esto es bueno! Ahora, ¡Esto es bueno!” Y para finalizar todo, Dios dijo, “Ahora, para la obra maestra: ¡Voy a crear algo a mi imagen!” ¡Y Dios nos creó! Como puedes ver, es un pecado que nosotros digamos: “Bueno, yo solo soy humano.” Si quieres ver uno de los milagros de Dios, no recolectes conos de piña, no veas a la Vía Láctea, no captures a una ardilla, no encuentres una foto que muestra la corriente de la trucha, sólo mira a la persona a tu lado. ¡Ahí está el milagro de Dios! ¡Ahí está la corona de la creación de Dios!

Oremos: Dios creador, contémplanos tus pequeñas maravillas y tu grandeza global. Nos inclinamos para examinar un ciempiés y nos ponemos de pie en la cima de la montaña para tratar de tomar la Vía Láctea. Escuchamos el pequeño llanto de un gatito recién nacido y nos encogemos al rugir de la tormenta. Somos en verdad pequeños en el esquema del universo, pero estamos agradecidos que nos has hecho a tu imagen. Cuando estemos cansados, danos energías. Cuando estemos tristes, bríndanos comodidad. Por todos aquellos que han sufrido pérdidas, por aquellos que se preocupan por lo que ocurrirá, oramos para que puedas caminar delante de ellos y que nos habilites para ser compañeros a lo largo del camino. Ahora “levántanos sobre las alas de las águilas, llévanos al aliento del alba, haznos brillar como el sol y sostennos en la palma de tus manos.” (En las Alas de Águilas, basado en Salmos 91). Te lo pedimos en el nombre de Jesús, el amigo de todos. Amén.

 

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Disipando la Oscuridad con Radiante Esperanza

Disipando la Oscuridad con Radiante Esperanza

La historia dice que, en su octogésimo cumpleaños, John Quincy Adams caminaba lentamente por una calle de Boston. Un amigo le preguntó: “¿Cómo está John Quincy Adams hoy?” El ex presidente le respondió amablemente: “Gracias, John Quincy Adams está bien Señor, muy bien, te agradezco. Pero la casa en la que vive actualmente se está dilapidando. Se tambalea sobre los cimientos. El tiempo y las estaciones casi la han destruido. El techo está bastante desgastado, sus paredes están destrozadas, y se estremece con los vientos. El antiguo edificio se está convirtiendo casi inhabitable, y yo pienso que John Quincy Adams tendrá que mudarse de ella muy pronto; pero él como persona está bastante bien señor, bastante bien.”

Me gusta la historia. Adams todavía tenía una sensación de bienestar sobre él, a pesar de las circunstancias externas de su vida. He conocido a muchas personas como él en mi vida. Mi amiga Vicky Fry era una de esas personas. Incluso en medio de la lucha contra el cáncer, que finalmente le quitó la vida, Vicki mantuvo un tremendo sentido del humor – y trajo gran alegría y paz a todos a su alrededor.

En mi propia vida, espero ser más como John Quincy Adams y Vicky Fry y los muchos otros que he conocido a lo largo de los años cuyos espíritus interiores disipan toda la oscuridad con esperanza radiante.

Oremos: El día de hoy, Amado Dios, te pedimos que renueves en nosotros un fiero espíritu de esperanza. Concédenos un corazón ligero, un sentido del humor y la paz. A pesar de las dificultades y luchas que enfrentamos, que podamos traer sanidad y alegría al mundo que nos rodea. Por lo que oramos en el espíritu de Cristo. Amén.

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DOMANDO LOS ENREDOS

DOMANDO LOS ENREDOS

¿Alguna vez te has preguntado cómo una bola de hilo puede enredarse tanto cuando nadie está mirando? Qué frustrante y lento puede ser deshacer los nudos y hacer que el hilo se pueda usar, una vez más.

A veces, nuestras vidas pueden parecer como bolas de hilo enredadas, llenas de nudos no deseados que pueden ser terriblemente difíciles de manejar. Pude que nos resulta difícil ver una salida a las relaciones enredadas, los reveses inesperados, preocupaciones financieras crecientes y las preocupaciones persistentes. Puede que nos sintamos casi consumidos por las cargas, los problemas y las trampas de la vida.

En medio de tiempos tan difíciles, qué reconfortante es saber que podemos sacar fuerza y esperanza para el mañana de la promesa perdurable de Dios:

“¡Yo hago nuevas todas las cosas!” (Apocalipsis 21:5)

Como pueblo de Dios, que gozo es disfrutar libremente de la maravilla de su amor edificante.

Incluso cuando estamos irremediablemente atados en todos los nudos casi imposibles, nuestro Creador está listo para ayudarnos a dominar los enredos, lidiar con nuestros dilemas y mostrarnos cómo afrontarlos. Él envió a su Hijo para que conozcamos el camino, la verdad y la vida.

Y, gracias a la gracia guiadora de Dios, aunque nuestras circunstancias complicadas no desaparezcan mágicamente, seremos fortalecidos para enfrentarlas y superarlas.

Oremos: Dios Vivo, mientras luchamos por lidiar con los giros y vueltas que la vida a menudo nos trae, concédenos la paciencia para perseverar. Indícanos los caminos que debemos recorrer. Equípanos para el viaje de la vida y envuélvenos siempre con tu gracia verdaderamente asombrosa. Oramos en el nombre de nuestro Señor. Amén.

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UNA BENDICIÓN INESPERADA

UNA BENDICIÓN INESPERADA

Las vacaciones de verano de mi buen amigo dieron un giro que ciertamente no había imaginado. Un viaje que se suponía iba a ofrecer un tiempo especial con familiares y amigos fue reorganizado dramáticamente por circunstancia imprevistas. Un problema de salud repentino resultó en una hospitalización inesperada, lejos de casa.

Irónicamente, el compañero de habitación del hospital, en donde estaba mi amigo, resultó ser un hombre de avanzada edad que estaba lidiando con algunas decisiones difíciles con relación a tratamientos médicos. Gracias a la naturaleza extremadamente empática de mi amigo, rápidamente se desarrolló un fuerte vínculo entre los dos pacientes. Las conversaciones fluidas permitieron una discusión franca de los problemas al final de la vida, incluida la posibilidad de cuidados paliativos para el hombre de avanzada edad.

Varios días después, poco después de que ambos hombres fueran dados de alta del hospital, mi amigo fue informado de que su compañero de habitación había fallecido apaciblemente. La agradecida familia del compañero de habitación expresó una profunda gratitud por la amorosa preocupación, la apreciada conversación, el apoyo compasivo y la invaluable paz mental que había recibido su ser querido.

Todavía me maravillo y muevo mi cabeza con asombro cuando recuerdo la inusual experiencia de vacaciones de mi amigo y reflexiono sobre cómo manejó lo que sucedió en esa habitación del hospital.

Entonces, ¿Cómo lidió con todo eso? Se quejó, se lamentó y preguntó, “¿Por qué yo? De ninguna manera. En realidad, él no ofreció ni una sola palabra de lamento o pesar. Más bien, él se sintió bendecido, en gran medida, por haber tenido la oportunidad de estar presente de una manera tan significativa para alguien en necesidad. Él aprovechó las circunstancias inesperadas y reorganizó los planes, sintiendo la mano de Dios en lo que sucedió. Él convirtió lo que algunos verían como una verdadera decepción en una experiencia grandiosa.

Mi amigo me dio mucho en qué pensar, mucho en qué reflexionar mientras enfrento los desafíos de la vida. Con esperanza, la experiencia que él tuvo podrá hacer lo mismo por ti.

Oremos: Señor Dios, ayúdanos a ver que hay un significado y un propósito en todo lo que experimentamos y permítenos discernir las bendiciones encubiertas de la vida para que podamos ser una bendición para los demás. En el nombre de Jesús, oramos. Amén.

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HAY QUE REANIMAR

HAY QUE REANIMAR

Este es el pastor Eric Wogen reemplazando por hoy al pastor Joe Albright.

El escritor del libro de Proverbios dio en el clavo cuando escribió estas palabras:

El que reanima será reanimado.

Estas verdades perpetuas son como gemas que nunca pierden su brillo. Proverbios ofrece una gran abundancia de tesoros que perduran en el tiempo.

Sin duda, aquel que reanima a otros será reanimado.

Descubrí al principio de mi ministerio que las visitas pastorales, destinadas a brindar consuelo y esperanza a quienes experimentan dificultades de todo tipo y forma, inevitablemente me brindaban consuelo y esperanza. Como alguien llamado a reanimar a otros con las buenas nuevas de la asombrosa gracia de Dios, me sentí reanimado y renovado con regularidad.

La oportunidad de reanimar a los demás están limitadas por la voluntad de cada persona de intentarlo. Con qué claridad recuerdo a una hermana en Cristo que vino a mí hace años y declaró: “Siento como si mi corazón estuviera envuelto en una gasa.” Las muchas heridas que había experimentado hicieron que se sintiera quebrantada y derrotada, asustada por lo que podría traer el futuro. Qué alegría fue verla salir lentamente de su capullo doloroso y comprometerse a ayudar a los necesitados. Mientras reanimaba a otros con el amor de Dios en Cristo, ella descubrió que se sentía reanimada de maneras maravillosas.

Para aquellos que ya conocen la maravilla de los resultados obtenidos cuando buscamos estar ahí para quienes nos rodean, les digo que es genial, sigan así. Para aquellos que no estén seguros de si eso es algo que pueden hacer, les sugiero: ¡Inténtelo! ¡Inténtenlo!

Dios nos creó para vivir en comunidad unos con otros, no para existir como islas, enfocados solo en nosotros mismos. Así que, amigos míos, “sean reanimadores”, y absorbe las reanimaciones que fluirán hacia ti.

Oremos: Señor Dios, hay momentos en los que podemos sentirnos atrapados en los lugares resecos de la vida. Es difícil de encontrar consolación. Anhelamos días mejores, pero lo esquivos que pueden ser. En medio de esos momentos, asegúranos que estás allí y que sabes lo que necesitamos. Tócanos con tu amor que reanima y nos fortalece para que podamos ser fuentes de reanimación para los demás. En el nombre del Señor oramos. Amén.

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En lo Ordinario

En lo Ordinario

Hay una vieja leyenda sobre una tierra lejana gobernada por un rey cruel. Este rey ejercía control sobre todos los aspectos de la vida de sus súbditos – con una excepción. No importaba lo duro que intentaba, no pudo destruir sus creencias en Dios.

En su frustración, convocó a un grupo de asesores. Uno sugirió esconder a Dios en el lado lejano de la luna. Esta idea fue debatida, pero fue rechazada porque los asesores temían que sus científicos descubrieran un día la forma de viajar al espacio y de esta forma Dios sería descubierto nuevamente. Otro sugirió enterrar a Dios en la parte más profunda del océano. Pero había el mismo problema con esta idea, por lo que fue rechazada.

Una idea tras otra fue sugerida, debatida y rechazada. Hasta que finalmente el consejero con más edad y más sabio tuvo un destello de perspicacia, “Yo sé cómo” él dijo: “¿por qué no ocultamos a Dios donde nadie jamás se atrevería a mirar?” Y él explicó: “Si escondemos a Dios en los acontecimientos ordinarios de la vida cotidiana de las personas, ¡ellos nunca lo encontrarán!”

Y así se hizo. Y dicen que las personas en esa tierra lejana todavía están buscando a Dios – aún hoy en día.

La verdad de esta historia es que Dios está presente en los eventos de nuestra vida cotidiana. Pero en medio de nuestras tareas diarias y rutinas, a menudo no nos damos cuenta. A medida que transcurra el día de hoy, que puedas prestar atención a la presencia amorosa de Dios obrando de maneras sutiles. Busca por lo que yo llamo momentos de gracia – palabras de aliento, actos bondadosos, o una sensación de paz en el corazón de una tormenta. Y cuanto te des cuenta, que puedas dar gracias. Dios está cerca.

Oremos: Amado Dios, concédenos corazones para conocerte y ojos para verte en las personas y eventos ordinarios de este día. A media que reflexionamos sobre estas pequeñas bendiciones, empodéranos para poder ser una bendición para los demás. Amén.

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Amor Imponente e Inspirador

Amor Imponente e Inspirador

Existe una historia sobre un niño que notó que su pastor estaba leyendo nombres en una pared conmemorativa. El niño se acercó y le pregunto al pastor qué es lo que estaba leyendo. El pastor respondió: “Estos son los nombres de las personas que murieron en el servicio.” El pequeño niño estuvo en silencio –  y luego pregunta, “¿En cuál servicio, el 9 o el 11?”

En los tiempos bíblicos, las personas creían que si lograbas mirar el rostro de Dios no vivirías para contarlo. Dios era visto como demasiado Santo, demasiado Otro. De hecho, en el antiguo Judaísmo, el nombre de Dios era tan sagrado que ni siquiera se podía decir en voz alta.”

Por otra parte, Jesús habló de Dios como Abba, Padre, un término íntimo en aquellos días. Él nos invitó a una relación basada en amor, no el miedo – el cual es hermoso. Pero, a veces me pregunto si no hemos ido al otro extremo. A veces me pregunto si no hemos perdido la sensación de asombro y maravilla ante la presencia de Dios.

Oro que puedas encontrarte a ti mismo en algún punto de equilibrio. Que puedas acercarte al Padre amoroso que es la energía de fuego dinámica que dio luz a las estrellas. Que confíes en Aquel cuyas manos se extendieron de los cielos, cuyo aliento da vida, que es Impresionante y Santo y Todopoderoso – y cuyo camino es el amor.

Oremos: Eterno Dios, tú eres el Alfa y el Omega, el Primero y el Último, el Principio y el Fin. Tú sostienes a la tierra en la palma de tus manos, y toda la creación fue diseñada para darte alabanza. Bendícenos, Oh Dios, con un sentido reverente de tu presencia para que podamos estar llenos de tu paz. Te veneramos, te adoramos, te alabamos. Y nos acercamos a ti ahora, confiando en tu misericordia, tu gracia y tu amor, por medio de Jesucristo. Amén

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Corazón de Gratitud

Corazón de Gratitud

No es ningún secreto que tengo una pasión para animar a las personas para que puedan basar sus vidas en la gratitud. Pablo lo expresa de la siguiente forma: “Den gracias a Dios en toda situación” (1 Tesalonicenses 5:18).

Permítanme señalar que Pablo no dijo dar gracias “por” todas las circunstancias. Obviamente, no damos gracias por el cáncer o ataques al corazón, artritis o ceguera, Alzheimer o ataques terroristas. Pero podemos dar gracias “en” todas las circunstancias porque Dios está con nosotros, pase lo que pase. Y cuando lo reconocemos y lo aceptamos y llegamos a Dios en la fe, él nos dará fuerza y nos verá vencer, podemos contar con eso. Y eso es motivo de gran acción de gracias.

Hay una vieja leyenda que habla sobre un hombre que llegó un día al granero donde Satán almacenaba las semillas que él dispersaba en toda la tierra. El hombre notó que las dos semillas más abundantes en el granero eran las semillas de la amargura y el desánimo. Le preguntó a Satanás acerca de dichas semillas. “Ah, sí,” respondió, “la amargura y el desánimo; son, sin duda alguna, mis semillas más eficaces. Porque estas semillas crecerán casi en cualquier parte.”

Entonces, con una mirada solemne en su rostro, Satanás dijo: “Sin embargo, hay un lugar en donde las semillas de amargura y desánimo no crecerán.” “¿Oh?”, dijo el hombre, “¿Y dónde es eso?” Satanás respondió, “No pueden crecer en un corazón de gratitud.”

Oremos: Dios de amor, venimos ante ti con corazones llenos de amor, almas llenas de confianza y mentes llenas de acción de gracias. Tu amada amabilidad llega tan lejos como las estrellas, tus cuidados hacia nosotros son tan profundos como el mar. Ayúdanos a girar con la confianza de un niño. Abre nuestros ojos a las maravillas o a Tu Palabra y envíanos a nuestros caminos con esperanza y valor. Cuida a los que viajan. Enséñanos que nunca viajaremos más allá de tu amor y cuidado. A través de la asombrosa gracia de Jesucristo. Amén.

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