Bendiciones Incluso a través de la Dificultad
¡Feliz Día de Acción de Gracias!
Un año, en la víspera del Día de Acción de Gracias, mi amigo Tim Simpson, escribió un artículo en el boletín de su iglesia. Había sido un año particularmente difícil para él, en parte porque había perdido la vista debido a la diabetes. Él escribió:
“La tradición en mi familia es de expresar, justos antes de la comida del Día de Acción de Gracias, cada Noviembre, las cosas por las cuales estamos agradecidos. Este año, voy a decir que estoy agradecido por las cosas difíciles en mi vida. Eso es un cambio para mí, porque, como la mayoría de las personas, generalmente estoy agradecido por las cosas que evocan pensamientos felices, recuerdos preciosos y emociones positivas. Y fíjate que todavía estoy agradecido por ese tipo de cosas. Pero, este año me ha recordado que mucho de lo que realmente importa en la vida no tienen su origen en la felicidad. En cambio, estas cosas surgen a través del trabajo arduo, al enfrentar la adversidad, al superar los obstáculos, al trabajar con personas difíciles y al dejar pasar los tiempos difíciles.”
El Apóstol Pablo nos anima a dar gracias en todas las circunstancias. Hoy, que puedas hacer una pausa para considerar las muchas, muchas bendiciones en tu vida. Y también que puedas hacer una pausa para considerar lo que Dios pueda querer hacer incluso a través de tus retos.
Oremos: Hemos reservado este día, Oh Dios, para recordar tu abundante provisión, tu bondad y tu gracia. Cuando nuestros ojos y corazones están abiertos, no podemos dejar de notar tu mano obrando, tu amorosa bondad, tu presencia y amor.
Hoy, alzamos especialmente a las personas que tienen hambre, aquellos que no tienen un hogar y a aquellos que están lejos de sus seres queridos. Que ellos puedan descubrir tu compasión y misericordia – incluso en medio de tiempos difíciles e incluso a través de personas que quizás no conozcan bien.
En agradecimiento, devolvemos nuestros corazones y nuestras vidas a ti. Utilízanos en los días y semanas venideros para bendecir a otros y, al hacerlo, para bendecirte a ti. Grande es tu fidelidad, Oh Dios nuestro Padre. ¡Grande es tu fidelidad Señor, para con nosotros! En el nombre de Jesús. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!